Controversia en EEUU por autorización de pesticidas con ‘químicos eternos’

La reciente decisión de la EPA reaviva el debate sobre la acumulación de compuestos persistentes en cultivos y agua, y su impacto en la salud y el entorno

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Una serie de químicos polémicos
Una serie de químicos polémicos fue aprobada por autoridades federales. (Imagen ilustrativa Infobae)

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha aprobado recientemente nuevos pesticidas que contienen PFAS, conocidos como “químicos eternos”, en medio de una creciente controversia sobre los riesgos que estos compuestos representan para la salud pública y el medio ambiente. La decisión, que incluye la autorización de ingredientes como cyclobutrifluram, isocycloseram y epyrifenacil, ha generado un intenso debate político y científico, especialmente por el uso de estos productos en cultivos de consumo masivo como lechuga, brócoli, papas, maíz, soja y trigo.

Aprobaciones recientes y contexto regulatorio

Durante este año, la EPA ha aprobado dos nuevos pesticidas que cumplen con la definición internacionalmente reconocida de PFAS y ha anunciado planes para autorizar al menos cuatro productos adicionales. Entre los ingredientes aprobados se encuentran cyclobutrifluram e isocycloseram, destinados a cultivos de hortalizas, mientras que epyrifenacil, el más reciente, se aplicará en cereales como maíz y trigo. La agencia también ha propuesto relajar la obligación de reportar productos que contienen PFAS y debilitar los estándares de agua potable para estos compuestos.

Brigit Hirsch, portavoz de la EPA, defendió la decisión al afirmar que “muchos compuestos fluorados registrados o propuestos para uso pesticida en Estados Unidos en los últimos años ofrecen beneficios únicos para agricultores, usuarios y el público”. Hirsch añadió que la agencia ha registrado decenas de pesticidas con compuestos fluorados bajo administraciones tanto republicanas como demócratas, y calificó las críticas como “otro ejemplo de organizaciones partidistas difundiendo falsedades”.

Los residuos de los químicos
Los residuos de los químicos aprobados están relacionados con enfermedades como cáncer, colesterol alto y malformaciones genéticas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La industria de pesticidas, representada por CropLife America, respaldó la postura de la EPA. Manojit Basu, vicepresidente de política científica y asuntos regulatorios de la organización, elogió el proceso de evaluación de la agencia, al considerarlo “científicamente riguroso y transparente”, lo que, en su opinión, garantiza a los agricultores estadounidenses acceso a herramientas innovadoras para asegurar una producción alimentaria asequible y saludable.

Riesgos para la salud y el medio ambiente

Los PFAS constituyen una familia de aproximadamente 16.000 compuestos utilizados para conferir resistencia al agua, manchas y grasa en diversos productos, incluidos pesticidas. Estos químicos han sido vinculados a cáncer, defectos de nacimiento, daños hepáticos, inmunológicos y reproductivos, así como a enfermedades renales y colesterol elevado. Su apodo de “químicos eternos” se debe a su extrema persistencia ambiental, ya que no se degradan de forma natural.

Un aspecto especialmente preocupante es el trifluoroacético (TFA), un PFAS que resulta de la degradación de algunos pesticidas aprobados recientemente. El TFA se detecta habitualmente en agua potable, alimentos y en el organismo humano, y ha sido asociado a daños reproductivos y hepáticos.

Según la EPA, el TFA es “significativamente menos tóxico que su molécula madre”, pero científicos y reguladores internacionales advierten que su persistencia y movilidad ambiental lo convierten en un contaminante difícil de eliminar, capaz de acumularse en plantas y de aumentar su concentración en alimentos y agua con emisiones continuas, como explicó Helena Banning, evaluadora de riesgos de la Agencia Alemana de Medio Ambiente, a The Washington Post.

Los químicos son diíficiles de
Los químicos son diíficiles de eliminar del medioambiente debido a que no se degradan de manera natural. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Linda Birnbaum, toxicóloga y exdirectora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, señaló que los PFAS de cadena ultracorta, como los presentes en los nuevos pesticidas, no se acumulan en el cuerpo, pero sí persisten en el entorno. “Si los niveles aumentan lo suficiente, tendrán un impacto en nosotros”, advirtió.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) considera PFAS a cualquier compuesto con al menos un átomo de carbono totalmente fluorinado, mientras que la EPA limita la definición a aquellos con dos o más átomos de carbono fluorados. Además, la Oficina de Programas de Plaguicidas de la EPA no ha adoptado una definición formal, evaluando cada sustancia de manera individual.

Magnitud del uso y perspectivas internacionales

El uso de pesticidas con PFAS en la agricultura estadounidense es considerable. Según un análisis del EWG basado en datos estatales, solo en California se aplican anualmente unas 1,13 millones de kilogramos (2,5 millones de libras) de estos productos, y entre 2018 y 2023 se rociaron cerca de 6,8 millones de kilogramos (15 millones de libras) en cultivos como almendras, pistachos, tomates y uvas. Estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos de 2018 sitúan el uso anual nacional entre 10 y 16 millones de kilogramos (22 a 35 millones de libras), aunque algunos expertos advierten que estas cifras subestiman la realidad actual.

A nivel internacional, la Unión Europea y países como Dinamarca han prohibido varios ingredientes activos de PFAS en pesticidas por motivos ambientales. En Alemania, investigaciones de la Agencia Federal de Medio Ambiente han identificado a los pesticidas como la segunda mayor fuente de TFA en el entorno, solo por detrás de los refrigerantes, aunque la contaminación derivada de pesticidas tiende a ser más localizada.