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La fiscalía de Florida no
La fiscalía de Florida no imputó cargos penales a la madre de la niña que cayó de un crucero Disney. (REUTERS/Joe Skipper)

La decisión de la fiscalía de Florida de no imputar cargos penales por negligencia contra la madre de una niña de 5 años, que cayó por la borda de un crucero de Disney en junio, afecta de manera directa a la familia y plantea interrogantes sobre los protocolos de seguridad en la industria de cruceros. El caso se volvió relevante por la amplia difusión de las imágenes del rescate en redes sociales y porque expone un tipo de accidente que, según las estadísticas, raramente termina sin víctimas fatales. La menor sobrevivió tras ser rescatada por su padre, quien también resultó herido, en un episodio que brindó nuevo alcance a la revisión de responsabilidades en este tipo de hechos.

De acuerdo con un memorando de la fiscalía del condado de Broward, citado por The New York Times, la investigación concluyó que el suceso fue resultado de un “lapsus momentáneo en el juicio” por parte de la madre y no de una conducta criminalmente negligente. Documentos oficiales difundidos esta semana, también recogidos por NBC Miami, detallan que la familia se encontraba en el cuarto nivel de la nave Disney Dream, en aguas internacionales, cuando la menor cayó aproximadamente 15 metros desde una baranda mientras posaba para una fotografía.

La embarcación navegaba desde las Bahamas hacia Fort Lauderdale. De acuerdo con reportes de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero, incidentes de caídas por la borda en este sector no son habituales y suelen tener desenlaces trágicos. Las secuencias captadas y compartidas viralmente aceleraron la respuesta de las autoridades y renovaron la atención sobre las condiciones de seguridad física y el monitoreo infantil a bordo de grandes cruceros turísticos.

¿Cómo ocurrió el accidente en el Disney Dream?

Según People, apoyado en informes de la oficina del sheriff del condado de Broward, la familia —madre, padre e hija— recorría el cuarto nivel del Disney Dream el 29 de junio durante su primera experiencia en un crucero. Mientras exploraban las instalaciones, la madre indicó a su hija que se acercara a la baranda frente a una portilla para tomarle una fotografía. La menor subió y se sentó sobre la baranda, perdió el equilibrio y cayó hacia el mar desde una altura de unos 49 pies (15 metros).

El padre, ubicado a corta distancia, escuchó el grito de su esposa, regresó y al divisar a su hija en el agua se arrojó desde la misma cubierta. Ambos permanecieron en el mar hasta ser rescatados, alrededor de veinte minutos después, por una embarcación auxiliar de la tripulación del Disney Dream, de acuerdo con el cronometraje aportado por NBC Miami.

El caso reabre el debate
El caso reabre el debate sobre la seguridad infantil y los protocolos en la industria de cruceros. (REUTERS/Joe Skipper/File Photo)

¿Cuál fue la reacción y el análisis de la fiscalía?

La asistente de la fiscal del condado de Broward, Melissa Kelly, determinó que la conducta de la madre fue “negligente” bajo parámetros civiles, pero no alcanzó el umbral de la “negligencia criminal” exigida por la ley estatal. De acuerdo con el memorando, la madre manifestó creer que existía una barrera de vidrio que protegía la portilla y que su intención era simplemente tomar una foto familiar, según declaraciones recogidas por The New York Times y NBC Miami.

“La acusada creía que alguna barrera protegía entre la baranda y el agua. Solo capturaba inocentemente una fotografía de su hija cuando sucedió el incidente”, escribió Kelly en el documento oficial citado por NBC Miami. Además, afirmó que “el incidente fue aislado y toda la evidencia indica que fue meramente accidental. La acusada supervisaba a la víctima y, aunque permitirle sentarse en la baranda fue negligente, esto no alcanza el estándar de negligencia punible o desprecio absoluto por la seguridad de la menor”.

¿Qué sucedió durante el rescate y cuál fue el estado de salud de los involucrados?

El informe policial, recogido por The New York Times, indica que la menor no sabía nadar pese a haber recibido algunas clases. Al momento de la caída, los sensores de “hombre al agua” del crucero no se activaron, ya que están diseñados para detectar cuerpos de mayor tamaño, lo que retrasó la reacción automática del sistema de seguridad. Solo tras el salto del padre, estos sensores se dispararon, permitiendo la intervención rápida de la tripulación.

Ambos, padre e hija, permanecieron en el agua durante varios minutos hasta que una embarcación fue desplegada. Fueron llevados a la enfermería del barco, donde la menor fue observada durante nueve horas y se reportó fuera de peligro. El padre fue trasladado el día siguiente al Centro Médico Broward Health con diagnóstico de hipotermia, acidosis láctica y dos fracturas vertebrales, detalla The New York Times.

La investigación determinó que el
La investigación determinó que el hecho fue un accidente y no una negligencia criminal. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Qué dicen los documentos policiales y cuál fue la respuesta de la empresa?

Un reporte del detective Christopher Favitta, recopilado por People, señaló que la baranda tenía una altura de 47 pulgadas (119 centímetros) y que la ventana junto a la que cayó la menor estaba abierta completamente al aire. Las fotografías tomadas por la madre antes de la caída fueron revisadas por los agentes e incluyeron una secuencia en modo “live photo” donde se ve a la niña subiendo a la baranda y cayendo.

La madre declaró a las autoridades, según los documentos divulgados, que consideraba que debía haber dispositivos de protección adicionales instalados por la Disney Cruise Line. Según People y The New York Times, la empresa no emitió comentarios públicos tras el incidente, aunque una declaración institucional previa destacó la respuesta oportuna de su tripulación durante las operaciones de rescate.

¿Con qué frecuencia ocurren este tipo de accidentes y cómo se compara este caso?

Según cifras de la Cruise Lines International Association publicadas por The New York Times, en 2019, 25 personas cayeron por la borda desde cruceros a nivel mundial, de las cuales 17 fallecieron. El caso reciente destacó por el desenlace favorable y por la atención pública que recibió debido a la difusión de las imágenes del rescate y el interés que generó sobre la seguridad a bordo.

Las fuentes oficiales recuerdan que las probabilidades de sobrevivir a una caída similar suelen ser bajas, razón por la cual los cruceros de gran porte mantienen protocolos y sensores destinados a alertar a la tripulación.

¿Qué impacto tiene esta decisión legal y qué pueden esperar los pasajeros?

La decisión de la fiscalía de Broward de no presentar cargos penales contra la madre marca un precedente reciente en accidentes infantiles a bordo de cruceros turísticos en Estados Unidos, al distinguir negligencia civil de criminal. Mientras la familia recibe atención médica y psicológica, NBC Miami y The New York Times informaron que sus identidades permanecen bajo reserva por tratarse de un caso en el que interviene una menor de edad.

Este tipo de episodios, sus repercusiones judiciales y la cobertura mediática promueven el debate sobre las políticas de seguridad y la supervisión de los pasajeros, especialmente niños, durante actividades recreativas en cruceros. Los operadores continúan evaluando y ajustando protocolos internos tras cada incidente.