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Un refugio de animales se
Un refugio de animales se vio afectado por una nube tóxica de metanfetamina. (AP Photo/Matthew Brown)

Un incidente registrado el miércoles ha dejado en incertidumbre el futuro del Yellowstone Valley Animal Shelter en Billings, Montana, después de que una nube de humo producto de la incineración de metanfetamina confiscada inundó el edificio y provocó la hospitalización de catorce trabajadores. El humo se generó cuando agentes del FBI usaron el incinerador del refugio para destruir dos libras de la droga.

Según información de Kevin Iffland, administrador adjunto de la ciudad, un sistema de ventilación inadecuado permitió la entrada del humo al recinto, lo que provocó la evacuación inmediata del personal y el traslado de los animales a otros espacios o familias de acogida, informó Associated Press (AP). El incinerador, normalmente destinado a la quema de cadáveres de animales recogidos o eutanasiados, es utilizado periódicamente por la policía local y el FBI para destruir drogas decomisadas.

Durante el procedimiento del miércoles, la ausencia de un ventilador esencial para revertir la presión y asegurar la salida del humo, factor reconocido por el funcionario, desencadenó el accidente. La directora del refugio, Triniti Halverson, relató que en ese momento pensaron que se trataba de humo de animales, ya que el personal no había sido informado previamente de la quema de estupefacientes.

Halverson informó que los síntomas iniciales incluyeron dolor de cabeza intenso, dolor de garganta, mareos y sudoración. La mayoría de los trabajadores hospitalizados permanecieron varias horas en una cámara de oxígeno como parte del tratamiento inicial. El contacto con el humo se confirmó cuando un funcionario de la ciudad lo informó al personal médico del hospital.

Impacto en el personal y los animales

Varios animales resultaron afectados por
Varios animales resultaron afectados por inhalar los químicos de la droga que se estaba destruyendo. (AP Photo/Matthew Brown)

Las consecuencias para la salud han persistido en algunos miembros del personal, de acuerdo con Halverson, quien además reportó que cuatro camadas de gatos jóvenes recibieron una mayor exposición al humo, ya que se encontraban en una sala cerrada donde la densidad de humo fue superior. El refugio aloja habitualmente a más de setenta animales, lo cuales fueron reubicados temporalmente en respuesta al incidente.

Las pruebas médicas para determinar el grado de afectación de los empleados siguen en curso y no se han divulgado los resultados. El refugio no podrá reanudar actividades hasta que se confirme que no existe contaminación en las instalaciones. Frans Andersson, miembro del consejo directivo y abogado del refugio, comunicó que aún no han podido contabilizar los posibles daños materiales. Una empresa especializada en restauración, está realizando pruebas de calidad del aire antes de cualquier intervención de limpieza.

Reacciones y protocolo de incineración

El FBI abrió una investigación
El FBI abrió una investigación para determinar si los equipos de destrucción de drogas que usan sufrieron algún fallo. (REUTERS/Andrew Hay)

La portavoz de la agencia federal, Sandra Barker, indicó que el FBI habitualmente recurre a instalaciones externas para efectuar quemas controladas de evidencia relacionada con drogas. Remitió a las autoridades municipales para cualquier consulta específica sobre este proceso. Iffland detalló que el incinerador está diseñado para funcionar bajo temperaturas precisas con el fin de evitar la emisión de toxinas, y que se está investigando si el equipo operó correctamente durante la quema.

Respecto a la actuación durante el siniestro, un supervisor del área de control animal declinó recibir atención médica, mientras que los agentes federales presentes en la operación fueron enviados al hospital bajo instrucción de su superior. El cierre del refugio se mantendrá hasta tener resultados de las pruebas ambientales y la certeza de que no persiste riesgo de contaminación.

La limpieza del edificio y su reapertura dependen de los análisis realizados por la empresa de restauración. Habitantes de Billings han expresado su preocupación sobre el uso de instalaciones urbanas para destruir sustancias peligrosas. Jay Ettlemen, residente local, manifestó su disgusto tras conocer los hechos y cuestionó la necesidad de efectuar tales procedimientos dentro de los límites de la ciudad.