
Spirit Airlines, la segunda mayor aerolínea de bajo costo de Estados Unidos, anunció que dejará de prestar servicio en doce ciudades del pais como parte de su proceso de reestructuración tras haber solicitado la protección por bancarrota por segunda vez en menos de un año.
La medida, confirmada por la compañía aérea a la cadena CBS News, implica la suspensión de operaciones en mercados clave, decisión que impactará a miles de pasajeros y reconfigura el mapa de rutas nacionales.
Desde el 2 de octubre, Spirit Airlines dejará de operar vuelos en Albuquerque, Nuevo México; Birmingham, Alabama; Boise, Idaho; Chattanooga, Tennessee; Oakland, California; Columbia, Carolina del Sur; Portland, Oregón; Sacramento, California; Salt Lake City, Utah; San Diego, California y San José, California.
Además, la compañía canceló el lanzamiento previsto de una nueva ruta a Macon, Georgia, programado inicialmente para el 16 de octubre. Según la propia aerolínea, continuará prestando servicio en ciudades donde la demanda es más estable como Fort Lauderdale, Detroit y Orlando.
En declaraciones recogidas por CBS News, una portavoz de Spirit expresó: “lamentamos cualquier inconveniente que esto pueda causar a nuestros huéspedes y nos pondremos en contacto con quienes tengan reservas afectadas para notificarles sus opciones, incluido el reembolso”. La empresa ha reafirmado su voluntad de “seguir ofreciendo tarifas bajas a los clientes durante muchos años más”.
Problemas financieros
De acuerdo con la compañía, la decisión responde a un contexto financiero crítico. Spirit Airlines solicitó acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de Estados Unidos en noviembre de 2024, asediada por el alza de costos operativos y el aumento de la deuda.
Tras haber reemergido brevemente, volvió a solicitar la protección legal en agosto de 2025, manteniendo la intención de operar con regularidad mientras ajusta su estructura de negocio. El retiro de estas rutas, según han reportado medios especializados como The Points Guy y AirlineGeeks.com, supone una adaptación drástica al modelo de negocio.
La empresa busca priorizar su presencia en mercados donde observe mayor conectividad y volumen, ya que, de acuerdo con cifras de la propia compañía presentadas en su informe trimestral de agosto, existen “serias dudas sobre la capacidad de Spirit para mantenerse en operaciones” en el contexto actual de baja demanda en viajes de placer nacionales y condiciones de mercado adversas.
Rivales aprovechan el vacío
El anuncio de la reducción en el servicio generó la reacción inmediata de aerolíneas rivales en el intento de capturar la cuota de mercado liberada. United Airlines, el mayor operador mundial de vuelos comerciales, anunció que sumará vuelos a 15 destinos desde el 6 de enero, con rutas desde y hacia Houston, Chicago, Los Ángeles, Fort Lauderdale, Orlando y Las Vegas.
Patrick Quayle, vicepresidente sénior de planificación de red global y alianzas de United, explicó que “si Spirit deja de operar súbitamente sería una disrupción enorme, por eso agregamos estos vuelos para que sus clientes tengan otras alternativas”, dijo a CBS News.

Por su parte, Frontier Airlines, otro actor relevante entre las aerolíneas de bajo costo en el país, anunció que lanzará 20 nuevas rutas desde ciudades como Detroit, Houston, Baltimore, Fort Lauderdale, Charlotte y Dallas, con precios iniciales entre 29 y 89 dólares.
Las normativas del Departamento de Transporte de Estados Unidos establecen que los pasajeros con boletos en rutas canceladas tienen derecho a reembolso total si la aerolínea interrumpe su servicio. Las autoridades exhortan a los usuarios a procurar alternativas rápidamente, pues se prevé alta demanda para los vuelos ofrecidos por otras compañías.
El proceso de ajuste de Spirit Airlines podría no detenerse con estos recortes iniciales. Fuentes de la industria citadas por Flight Global y CBS News anticipan más ajustes y la posible salida de la aerolínea de otros mercados estadounidenses mientras redefine su negocio y trabaja para reducir su flota y nivel de endeudamiento.
Los analistas del sector advierten que la evolución de la red de rutas de Spirit dependerá de su capacidad para estabilizar finanzas y responder a la competencia en el segmento de tarifas bajas.