
June Cleaver, la tortuga boba que debe su nombre a un icónico personaje televisivo, regresó al océano en la Costa Espacial de Florida este miércoles, después de dos meses de cuidados y rehabilitación intensiva. Más de 300 personas se congregaron en la playa para presenciar su liberación, según AP, en un evento que marcó el fin de una etapa y un hito clave para la conservación de la especie.
El proceso de rehabilitación de June Cleaver se desarrolló en el Centro de Recuperación de Tortugas Marinas del Zoológico de Brevard, en Melbourne, Florida. La tortuga, que pesa 104 kilos (230 libras), fue localizada en junio en Melbourne Beach tras ser observada teniendo dificultades para poner huevos. Miembros de la Sociedad para la Preservación de Tortugas Marinas intervinieron al detectar el problema y la trasladaron al centro, donde veterinarios y cuidadores examinaron su estado de salud general.
Los especialistas comprobaron mediante tomografías computarizadas que June Cleaver había sido impactada por una embarcación, lo que le provocó una herida en la parte superior de su caparazón. A pesar de lo aparatoso de la lesión, las imágenes médicas permitieron descartar daños irreversibles. Según informó el centro a AP, la tortuga no se encontrada en peligro inminente, pero requería rehabilitación y observación especializada.
Identificación de la lesión y evaluación veterinaria
El protocolo de atención para tortugas marinas lesionadas contempla la valoración a través de estudios por imagen como las tomografías, empleadas para determinar la gravedad de los traumatismos. Según los veterinarios del Centro de Recuperación de Tortugas Marinas, los resultados mostraron que la herida de June Cleaver, aunque significativa, no presentaba riesgo vital inmediato.
Durante este periodo, se sometió a la tortuga a controles diarios de salud y comportamiento, siempre bajo la observación de especialistas. El equipo, citado por AP, enfatizó la importancia de la rápida intervención para aumentar las probabilidades de recuperación exitosa de los ejemplares adultos de Caretta caretta.
Reproducción asistida y traslado de los huevos a la playa
Mientras permanecía en el centro de rehabilitación, June Cleaver mostró signos de querer poner huevos. El staff habilitó una piscina donde la tortuga depositó un total de 113 huevos. Los biólogos y cuidadores trasladaron posteriormente los huevos al entorno natural de la playa, donde quedaron enterrados e incubándose para su eclosión.
Según la información proporcionada a AP, este procedimiento se realiza para asegurar que los huevos tengan la oportunidad de desarrollo en condiciones similares a las del hábitat silvestre, evitando riesgos para la tasa de supervivencia de las crías y garantizando su aporte a la conservación de la especie.

Preferencias alimenticias inusuales durante la recuperación
En el tiempo que duró la rehabilitación, el equipo de cuidadores del centro observó un comportamiento inusual en cuanto a las preferencias alimenticias de la tortuga. De acuerdo con reportes del propio centro citados por AP, June Cleaver mostró un interés particular por el calamar, alimento poco común entre las tortugas bobas, que suelen inclinarse por los cangrejos como base de su dieta.
Este detalle alimenticio fue tomado como anécdota por el personal, que lo relacionó con el carácter especial de la tortuga y su nombre emblemático, inspirado en el conocido personaje de la serie televisiva estadounidense “Leave it to Beaver”.
Celebración pública de la liberación tras superar la rehabilitación
La tarde de la liberación, June Cleaver fue transportada cuidadosamente hasta la playa, donde más de 300 personas presenciaron su entrada al agua. La reunión, documentada por AP, sirvió como recordatorio de la relevancia de los programas de rescate y rehabilitación de fauna marina en las costas de Florida.
Con la tortuga ya de regreso en su hábitat natural y sus huevos incubándose en la playa, el equipo del Centro de Recuperación de Tortugas Marinas de Brevard destacó que la historia de June Cleaver representa un caso exitoso en el esfuerzo por proteger a las tortugas marinas y sensibilizar a la población sobre la importancia de la conservación de estos animales.