Según CBS News, el gobierno federal de Estados Unidos ha reactivado las llamadas “inspecciones vecinales” en el proceso de solicitudes de ciudadanía, una medida que endurece el escrutinio a quienes aspiran a naturalizarse en el país. Esta decisión marca el fin de una política de exención general adoptada desde 1991, con la que se priorizaban los chequeos de antecedentes criminales y entrevistas personales realizadas por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), dejando de lado las investigaciones presenciales en las comunidades donde residen los solicitantes.
Con la instrucción emitida por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), los oficiales ahora podrán determinar de manera individual la necesidad de realizar visitas a los barrios de los solicitantes, entrevistar directamente a vecinos, compañeros de trabajo y empleadores, y recabar información testimonial sobre la conducta de quien aspira a convertirse en ciudadano estadounidense. El memorando de USCIS, citado por CBS News, señala que los aspirantes deben demostrar buena conducta moral, respeto a la Constitución y disposición positiva hacia el orden y bienestar general del país, requisitos fundamentales en la legislación para obtener la nacionalización.
Según los procedimientos detallados en el documento oficial, las inspecciones no son automáticas para todos los casos, quedando a discreción de los oficiales de USCIS optar por su realización en función de los datos, o la ausencia de ellos, presentados por los interesados. Los funcionarios aún mantienen la facultad de renunciar a estas investigaciones si consideran que la información remitida es suficiente para valorar la solicitud.
Los solicitantes deberán presentar pruebas adicionales para evitar inspecciones presenciales
CBS News informa que el memorando aconseja a los solicitantes de ciudadanía que presenten de forma proactiva cartas testimoniales de sus vecinos, empleadores o colegas. Este paso busca evitar requerimientos posteriores de pruebas adicionales que podrían derivar en una inspección presencial en la comunidad. Las cartas deben confirmar la buena conducta y reputación del aspirante en el entorno social y laboral, así como su respeto por los principios constitucionales de Estados Unidos.
En caso de no atender un pedido formal de evidencia, la agencia aclara que puede interpretarlo como un argumento suficiente para iniciar una inspección vecinal, lo que potencialmente afectaría la evaluación del expediente y la aprobación de la ciudadanía. El proceso conocido como naturalización exige, además de la conducta moral, haber permanecido de manera legal como residente permanente en Estados Unidos durante tres o cinco años, no tener antecedentes penales graves y aprobar exámenes de civismo e inglés.
Contexto y antecedentes: una práctica abandonada durante tres décadas por su baja eficacia
Las inspecciones vecinales para solicitudes de ciudadanía están recogidas en la legislación migratoria estadounidense, aunque la política implementada desde 1991 optó por descartarlas como medida general en favor del control de antecedentes del FBI. La decisión de abandonar estas prácticas se justificó, según CBS News, en su bajo rendimiento y la escasa eficacia a la hora de aportar información relevante o desconocida sobre los aspirantes.
Doris Meissner, ex comisionada del ya extinto Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) durante el gobierno de Bill Clinton, explicó a CBS News que la administración migratoria consideró las inspecciones vecinales obsoletas, poco prácticas y una carga innecesaria para el personal. Meissner enfatizó que el cambio de enfoque priorizó controles más efectivos y menos invasivos, al tiempo que se mantuvieron salvaguardas importantes mediante rigurosos exámenes de antecedentes.
Un giro en el control migratorio que refuerza las verificaciones para inmigrantes legales
La instrucción del gobierno federal sobre USCIS llega tras una serie de medidas que endurecen el acceso a rutas legales de inmigración, como la suspensión del programa de refugiados, la anulación de políticas de la administración anterior que permitían la estancia temporal de ciertos migrantes y la introducción de nuevos requisitos de verificación para obtener beneficios, entre ellos la residencia legal y la ciudadanía. En agosto, la agencia ya había anunciado un examen más estricto sobre el requisito de “buena conducta moral” y la revisión de posturas consideradas “antiestadounidenses” entre quienes solicitan permisos de trabajo, residencia o ciudadanía, según CBS News.
El director de USCIS, Joe Edlow, declaró a CBS News que la aplicación de estas inspecciones garantizará “que solo los candidatos más calificados obtengan la ciudadanía estadounidense”. Edlow defendió la responsabilidad de la agencia de asegurarse de que los solicitantes son correctamente evaluados, cumplen con los principios constitucionales y están dispuestos a mantener el orden y bienestar del país.

Críticas y advertencias sobre el posible efecto disuasorio entre los inmigrantes
Mientras el gobierno federal sostiene que estas medidas buscan proteger el país de fraudes y mejorar el sistema de inmigración, organizaciones defensoras de los inmigrantes y expertos han manifestado preocupación. Según Meissner, la reintroducción de inspecciones vecinales podría crear un ambiente intimidatorio y desalentar a personas aptas para solicitar la naturalización. La especialista considera que el sistema ya cuenta con controles suficientes para evitar el acceso a la ciudadanía de personas con mala conducta, haciendo innecesario retomar procedimientos vistos como anacrónicos.
Las nuevas directrices de USCIS representan un retorno a políticas presenciales de control migratorio que, aunque contempladas en la ley, habían sido apartadas por su baja efectividad y elevado costo operativo desde hace más de treinta años.