
La Oficina del Jefe Médico Forense de la Ciudad de Nueva York (OCME) anunció la identificación de tres nuevas víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center.
La oficina confirmó que se trata de los restos de Ryan Fitzgerald, de Floral Park, Nueva York; Barbara Keating, de Palm Springs, California; y una mujer adulta cuyo nombre no ha sido divulgado a petición de su familia.
Con estas identificaciones, el total asciende a 1.653 víctimas identificadas de los 2.753 fallecidos en el World Trade Center durante los ataques. Esto representa poco más de la mitad del total de víctimas, según datos de la OCME. Las nuevas identificaciones son las primeras desde enero de 2024.

Análisis de ADN
El proceso de identificación fue posible gracias al análisis avanzado de ADN y a la colaboración activa con las familias de las víctimas para recolectar muestras de referencia. Los restos utilizados para el análisis fueron recuperados en 2001 y 2002, en los días y meses posteriores a los atentados.
En el comunicado emitido por la OCME, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, subrayó el impacto duradero de la tragedia y la importancia de estos avances científicos para las familias afectadas.
“El dolor de perder a un ser querido en los atentados terroristas del 11 de septiembre resuena a lo largo de las décadas, pero con estas tres nuevas identificaciones damos un paso adelante para consolar a los familiares que siguen sufriendo por aquel día,” expresó Adams.

El jefe de la OCME, Dr. Jason Graham, reforzó el compromiso institucional: “casi 25 años después del desastre en el World Trade Center, nuestro empeño por identificar a los desaparecidos y devolverlos a sus seres queridos permanece tan firme como siempre.”
Graham destacó el papel de la tecnología y la persistencia en el contacto con los familiares: “cada nueva identificación es testimonio de la promesa de la ciencia y del esfuerzo constante de acercamiento a las familias, pese al paso del tiempo. Continuamos este trabajo como forma de honrar a quienes ya no están”.
Avances de la tecnología genética
Actualmente, alrededor de 1.100 víctimas, lo que representa en torno al 40% de quienes murieron en los ataques, siguen sin poder ser identificadas. Las autoridades señalan que la tarea es compleja y depende, en buena medida, de los avances en tecnología genética y de la disposición de los allegados para aportar muestras de ADN.

El proyecto de identificación de las víctimas del 11-S constituye el mayor esfuerzo forense de este tipo en la historia de Estados Unidos. A lo largo de casi 24 años, el equipo de la OCME ha gestionado miles de muestras y conservado los restos no identificados de manera segura, utilizando cada nueva innovación científica para retomar el trabajo.
En el comunicado oficial, la OCME agradeció la confianza y paciencia de las familias de las víctimas, reiterando que la búsqueda de respuestas no ha cesado desde 2001. La oficina mantiene activo un programa de comunicación y apoyo para los familiares, quienes son informados primero de cada avance antes de que se hagan anuncios públicos.
El atentado del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center sigue siendo un episodio con profundas repercusiones sociales y personales en Estados Unidos. Veinticuatro años después, cientos de familias aún esperan información que les permita cerrar un ciclo de incertidumbre.