
En un gesto que ha conmovido a quienes lo conocían, Colden Kimber perdió la vida mientras trataba de proteger a otros pasajeros en la plataforma de metro de San Francisco. La familia de Kimber expresó en una publicación de recaudación de fondos: “No hay palabras para describir la devastación que sentimos”.
Este joven de 28 años, originario del norte del estado de Nueva York, se encontraba con su pareja cuando fue asesinado, un hecho que ha dejado a comunidades en ambos extremos del país enfrentando el dolor y la incertidumbre de un proceso judicial a distancia.
El Departamento de Policía de San Francisco (SFPD) atendió el llamado el pasado 26 de julio cerca de las 16:12 horas, luego de recibir el reporte de un apuñalamiento en la intersección de Ocean Avenue y Lee Avenue. Los oficiales localizaron en el lugar a Kimber con una herida de arma blanca en el cuello. Fue trasladado de urgencia a un hospital local, pero los esfuerzos médicos no lograron salvarlo.
Un valiente último acto de heroísmo

La policía detuvo poco después a Sean Collins, de 29 años, identificado como el sospechoso. Él fue arrestado cerca de la escena y trasladado a la Cárcel del Condado de San Francisco, donde enfrenta una acusación por homicidio. El abogado defensor, William Fazio, mantuvo su primer contacto con Collins el 1 de agosto.
“Sus padres están muy angustiados. Les brindaron su más sentido pésame al joven que perdió la vida. Es un acto absurdo. Es muy triste. Ojalá pueda recibir tratamiento y ayuda. Ese es mi objetivo en este caso”, expresó Fazio durante una entrevista con la televisora local KTVU.
De acuerdo con los registros judiciales, Collins deberá comparecer ante el tribunal el 14 de agosto.
Según la información de medios como ABC 7 y The San Francisco Standard, Kimber se encontraba esperando el tren junto a su novia cuando Collins presuntamente comenzó a gritar a los presentes, incluyendo mujeres y niños. El joven intervino para proteger a los demás, colocándose entre el agresor y los pasajeros. Fue en ese momento cuando recibió una puñalada fatal en el cuello.
La noticia del fallecimiento de Kimber causó conmoción también en su entorno laboral y social. Bradley Woehl, propietario de la tienda de bicicletas donde trabajaba la víctima, afirmó: “Fue una influencia muy positiva para mí y para mi personal“, y destacó su carácter y espíritu amable. Otro allegado, Reuben Sawyer, comentó tras la tragedia: “Fue tan horrendo e impactante, y la última persona a la que esperaría que le sucediera algo así.”
La familia busca recuperarse de la tragedia

El dolor de su entorno se ha visto reflejado en las palabras de su familia, que subrayaron el vacío que deja Kimber: “Colden deja atrás, sin quererlo, a su amada pareja de siete años, a su hermana pequeña que apenas se inicia en el ciclismo de ruta, a amigos jóvenes y viejos, a queridas comunidades de ciclismo y hockey en ambos lados del país, y a su familia, que estaba inmensamente orgullosa del hombre en el que se había convertido.”
La campaña en GoFundMe superó los 100.000 dólares el 3 de agosto, acercándose a su meta de USD 120.000, una muestra de solidaridad ante la magnitud de la pérdida.
“Mientras trabajamos para finalizar los arreglos y conmemorar su maravillosa vida con eventos en San Francisco y de regreso en Nueva York, tenemos que navegar simultáneamente un juicio por homicidio criminal en todo el país y las incógnitas de este proceso desconocido”, escribieron los familiares de Kimber en la descripción de una de las publicaciones de la plataforma de recaudación de fondos a la que 547 personas han mostrado su apoyo.