La FCC ha dado luz verde a la adquisición de Paramount Global por parte de Skydance Media y su socio inversor RedBird Capital, en una operación valorada en 8.400 millones de dólares.
Esta transacción implica la transferencia de las licencias de transmisión de 28 estaciones de televisión de propiedad y operación de CBS a los nuevos dueños, lo que incluye activos emblemáticos como Paramount Pictures y el canal de cable Nickelodeon.
Paramount acordó pagar 16 millones de dólares para cerrar el litigio, un movimiento que, según el presidente de la FCC, Brendan Carr, no influyó en la revisión de la fusión. Carr subrayó que la evaluación de la agencia se mantuvo independiente de la disputa legal.
Skydance quiere invertir miles de millones de dólares para reforzar todas las áreas de la empresa

Durante la revisión, Skydance y RedBird Capital ofrecieron garantías a la FCC sobre su compromiso con un periodismo imparcial y la representación de una pluralidad de perspectivas.
Entre las medidas anunciadas, Skydance se comprometió a designar un defensor del pueblo encargado de evaluar quejas sobre sesgo editorial y otras preocupaciones relacionadas con CBS, con el objetivo de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
Además, la compañía planea invertir 1.500 millones de dólares en Paramount, con la intención de reforzar todas las áreas de la empresa, incluidas las noticias locales.
Una revisión que se extendió durante 250 días

En un giro significativo, Paramount eliminó sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Skydance notificó a la FCC que no implementaría políticas de DEI en la nueva estructura corporativa, una decisión que el presidente de la FCC celebró como parte de los esfuerzos del organismo para “eliminar formas odiosas de discriminación en materia de DEI”.
La votación de la FCC resultó en un 2-1 a favor de la fusión, tras una revisión que se extendió por más de 250 días, superando ampliamente el objetivo habitual de 180 días para este tipo de procesos.
La única voz disidente fue la de la comisionada Anna Gómez, quien acusó a la comisión de capitular ante presiones políticas y advirtió que “es el público estadounidense quien pagará las consecuencias de sus acciones”.
El impacto de la decisión se reflejó de inmediato en los mercados

Las acciones de Paramount subieron aproximadamente un 2% en las operaciones fuera de horario. El futuro de la nueva compañía quedará en manos de David Ellison, director ejecutivo de Skydance e hijo del cofundador de Oracle, Larry Ellison, quien asumirá la presidencia y dirección ejecutiva de la nueva Paramount. Jeff Shell, exdirector ejecutivo de Comcast NBCUniversal, ocupará el cargo de presidente.
La operación marca el cierre de un ciclo para la familia Redstone, cuyo patriarca, el fallecido Sumner Redstone, transformó una cadena de autocines en un conglomerado mediático que abarcó televisión, cine, radio y publicaciones.
Shari Redstone tomó las riendas de Paramount en 2019, unificando Viacom y CBS tras más de una década de separación, con la esperanza de fortalecer la posición de la empresa frente a los gigantes globales del entretenimiento. Sin embargo, desde entonces, Paramount ha experimentado una pérdida de miles de millones de dólares en su valoración de mercado, en medio de la disrupción provocada por el auge del vídeo en streaming.
La fusión también ha suscitado críticas en el ámbito político

El senador demócrata Edward Markey, de Massachusetts, y el senador Ben Ray Luján, de Nuevo México, calificaron la operación como “la peor forma de corrupción” y lamentaron que la votación partidista de la FCC represente “un día oscuro para el periodismo independiente y una mancha en la historia de la Comisión Federal de Comunicaciones”.
La decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) de aprobar la fusión entre Paramount Global y Skydance Media ha generado una ola de reacciones encontradas, especialmente tras la declaración de la comisionada demócrata Anna Gómez, quien denunció que la FCC “utilizó su vasto poder para presionar a Paramount a negociar un acuerdo legal privado y erosionar aún más la libertad de prensa. Aún más alarmante, ahora está imponiendo controles nunca antes vistos sobre las decisiones de la sala de redacción y el criterio editorial, en violación directa de la Primera Enmienda y la ley”.