
Una nueva tarifa de 250 dólares será exigida a la mayoría de los solicitantes de visas no inmigrantes para ingresar a Estados Unidos, tras la aprobación de la ley denominada One Big Beautiful Bill Act, impulsada por el gobierno federal. La medida, oficialmente conocida como “visa integrity fee”, fue confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y aplicará a casi todos los países que no forman parte del Programa de Exención de Visas (VWP, por sus siglas en inglés).
La tarifa será cobrada en el momento de la emisión de la visa y afectará a quienes soliciten visados de turismo (B-2), negocios (B-1), estudios (F-1), trabajo temporal (H-1B) y programas de intercambio (J-1), entre otros. El DHS confirmó que el cobro representa el mínimo legal establecido para el año fiscal 2025, aunque la misma dependencia podrá aumentarlo mediante procesos de reglamentación en el futuro.
Pese a que la legislación contempla la posibilidad de reembolsar el pago al finalizar la vigencia del visado, el procedimiento aún no ha sido definido y está condicionado al cumplimiento de requisitos estrictos, lo que, en la práctica, hace que la tarifa sea no recuperable.
Impacto financiero directo sobre familias y personas que viajan por turismo, estudios o visitas temporales
El nuevo cobro impactará de manera directa a familias enteras, estudiantes internacionales y trabajadores temporales que ya enfrentan elevados costos asociados a la solicitud de visas, boletos de avión, seguros médicos y otros gastos relacionados con viajes a Estados Unidos.
Por ejemplo, una familia de cuatro personas que desee visitar el país por turismo enfrentará un incremento automático de 1.000 dólares solo por concepto del visa integrity fee, sin contar los gastos de tramitación consular, pasaportes y traslados.
Newsweek reportó que esta medida responde a las nuevas directrices impulsadas por el gobierno federal, que su objetivo es reducir la inmigración no autorizada y controlar de forma más estricta los flujos migratorios legales. “La tarifa aplica a todos los solicitantes de visas no inmigrantes de países fuera del VWP”, señaló el medio.

La tarifa alcanzará a ciudadanos de países como México, India, Brasil, China, Nigeria, Rusia y Filipinas
El nuevo visa integrity fee será obligatorio para los solicitantes de países como México, India, Brasil, Nigeria, Rusia, Sudáfrica, Filipinas, China y Pakistán, además de casi todos los países de África y Medio Oriente. Estos países no forman parte del VWP, un programa que permite el ingreso sin visa a ciertos ciudadanos de países designados por Estados Unidos.
El Departamento de Estado publicó una lista preliminar que servirá de guía para las embajadas y consulados alrededor del mundo. Las solicitudes de visado no serán procesadas sin el pago del nuevo cargo, que debe completarse antes de la emisión del documento.
Según Newsweek, la medida tiene como objetivo “preservar la integridad del sistema migratorio”, aunque críticos advierten que representa una barrera adicional para los solicitantes de países en desarrollo, donde el ingreso promedio mensual puede ser inferior al valor de la tarifa.
Los trabajadores extranjeros enfrentarán una carga económica y administrativa mayor, y los empleadores deberán asumir decisiones de costo
Los trabajadores que apliquen a visas laborales temporales —como la H-1B para profesionales especializados— también estarán sujetos a la nueva tarifa. Este grupo ya debe cubrir otros pagos, incluyendo una tarifa de solicitud de 780 dólares y una tarifa antifraude de 500 dólares, que generalmente son asumidos por el empleador.
Con el visa integrity fee, el costo base aumentará en al menos 250 dólares por solicitante. Las empresas deberán decidir si absorben esta nueva carga como parte de los beneficios del empleado o si trasladan el monto directamente a los trabajadores. En ambos casos, el resultado es una presión adicional sobre los procesos de contratación internacional.
Un portavoz del DHS, citado por CNBC, declaró que “el visa integrity fee requiere coordinación interagencial antes de su implementación”, lo que indica que aún hay aspectos operativos pendientes por definir.

El reembolso está condicionado a requisitos estrictos y no hay un sistema claro para solicitarlo
Aunque la ley autoriza reembolsos tras la expiración del visado, existen múltiples condiciones: el solicitante no debe haber permanecido más de cinco días en el país tras el vencimiento de la visa, no debe haber trabajado sin autorización y debe haber cumplido cabalmente los términos del permiso de entrada. Además, solo podrán iniciar el proceso después de que el visado haya caducado, lo que puede tomar años dependiendo del tipo de visa.
Hasta el momento, no existe un mecanismo formal para realizar estas devoluciones, lo que convierte la tarifa en un pago no recuperable en la mayoría de los casos. Esta incertidumbre genera preocupación entre las comunidades migrantes y los asesores legales, que advierten sobre posibles litigios o reclamos administrativos si no se aclara el procedimiento.
Ajuste por inflación a partir de 2026 y posibilidad de aumentos futuros
El DHS confirmó que a partir del año 2026, el monto del visa integrity fee será ajustado de manera anual para reflejar la inflación. Asimismo, la ley habilita a la administración federal a incrementar el monto por encima del mínimo actual de 250 dólares mediante procesos regulatorios internos.
Esto abre la puerta a nuevos aumentos en los próximos años, lo que podría incrementar aún más la carga financiera para ciudadanos de países que ya enfrentan restricciones económicas para viajar a Estados Unidos.
Funcionarios estadounidenses recomiendan a los futuros solicitantes de visas no inmigrantes consultar la información más reciente a través del Departamento de Estado o de sus embajadas locales antes de iniciar cualquier trámite de viaje.