Abuelo fue a renovar su green card, pero no volvió: lo encontraron semanas después en un hospital de Guatemala

La familia León recibió una llamada telefónica inesperada el 9 de julio, que sumió a sus miembros en el desconcierto. Una voz femenina, presentándose como abogada de inmigración, aseguró que Luis León había fallecido recientemente. No recibieron detalles adicionales ni evidencias concretas.

Según informó The Morning Call, la odisea comenzó el 20 de junio, cuando Luis León, ciudadano chileno de 82 años, acudió junto a su esposa a la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en la calle 41 de la ciudad de Filadelfia.

Su objetivo era reponer su green card extraviada. La familia relató que la situación tomó un giro inesperado cuando dos agentes esposaron a León sin explicación y se lo llevaron ante la mirada atónita de su pareja. Ella permaneció retenida durante diez horas antes de salir en libertad bajo la custodia de su nieta.

Las semanas siguientes se convirtieron en una angustiante búsqueda para la familia. Recurrieron al Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE), hospitales, prisiones y entidades forenses, pero el nombre de León jamás apareció en la base de datos de detenidos, según reportó Univision.

El alivio solo llegó parcialmente el viernes pasado, cuando un familiar de León, residente en Chile, pudo confirmar, tras más de tres semanas de silencio, que el adulto mayor había sido trasladado a un centro de detención en Minnesota antes de ser derivado a un hospital en Guatemala, según declaró Nataly, nieta de León, quien decidió no revelar su apellido por seguridad.

A pesar de este hallazgo, la situación seguía rodeada de opacidad: The Associated Press (AP) reportó que el Instituto Guatemalteco de Migración informó en un comunicado de prensa que coordina con ICE todas las deportaciones provenientes de Estados Unidos, sin embargo, ninguna coincidía con el nombre, edad o ciudadanía de León.

El gobierno guatemalteco había acordado en febrero recibir a personas expulsadas desde EEUU, provenientes de otros países de Centroamérica. Este acuerdo no incluye a los chilenos.

La biografía de Luis León permite dimensionar el impacto del caso. Obtuvo asilo político en EEUU en 1987, después de huir de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

Desde entonces, residía en Allentown, donde, junto a su esposa, formó una familia y crió a sus cuatro hijos. Trabajó durante décadas en una fábrica de cuero y tras su jubilación se dedicó a la pesca, la jardinería y a brindar ayuda con reparaciones menores a sus vecinos, según Univision.

Sus problemas de salud, entre ellos diabetes, hipertensión y padecimientos cardíacos, lo convierten en un adulto especialmente vulnerable. Por ello, la desaparición y posterior traslado a un país extranjero incrementó la angustia de sus allegados.

Nataly, nieta de León, viajó el sábado a Guatemala con el objetivo de localizar a su abuelo e intentar un reencuentro.

Explicó a The Morning Call que su abuelo se recupera de una neumonía en un hospital de Guatemala y que no tiene planes de volver a EEUU, aunque espera que su esposa se reúna con él pronto.

“Estaba muy mal. Estaba super delgado. Está muy traumatizado ahora mismo”, dijo Nataly al periódico estadounidense.

Ella no está segura de dónde estuvo su abuelo durante todo el tiempo entre su llegada y su hospitalización porque ha estado muy poco con él. “Por ahora solo quiere recuperarse”, enfatizó.

Su familia asegura que el historial de Luis León es impecable, señalando que nunca ha tenido ni una sola multa de estacionamiento, lo que agrega una nueva duda a los motivos de su llegada al país centroamericano.

Mientras averiguan lo que sucedió, los León están a la espera de que el abuelo de 82 años se recupere de sus afecciones.