
Un reciente estudio llevado a cabo por RTI International ha identificado la presencia de sustancias químicas permanentes en cervezas producidas en Estados Unidos, atribuyendo su origen al agua potable municipal utilizada en el proceso de elaboración.
Según el informe, publicado en la revista Environmental Science & Technology y citado por Newsweek, estas sustancias, conocidas como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas), se encontraron en cervezas elaboradas en áreas donde ya se había documentado la contaminación del agua con estos compuestos.
Este hallazgo pone de relieve un problema más amplio relacionado con la seguridad de los alimentos y bebidas frente a contaminantes ambientales.
Qué son los PFAS y el daño que provoca en las personas

Los PFAS son compuestos sintéticos ampliamente utilizados en productos como utensilios de cocina antiadherentes, telas resistentes al agua y espumas ignífugas. Su apodo, “sustancias químicas permanentes”, se debe a su capacidad para persistir tanto en el medio ambiente como en el cuerpo humano durante largos períodos.
La exposición a estas sustancias ha sido vinculada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) con problemas de salud que incluyen alteraciones hormonales, daños al sistema inmunológico y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Los estados en los que se realizó el estudio y sus resultados

El estudio analizó cervezas de nueve estados de Estados Unidos, incluyendo Carolina del Norte, Michigan, Colorado, California, Massachusetts, Pensilvania, Wisconsin y Misuri, además de cervezas internacionales producidas en México y los Países Bajos.
Los resultados mostraron que las mayores concentraciones de PFAS se encontraron en cervezas elaboradas en el condado de Chatham y el condado de Mecklenburg en Carolina del Norte, así como en el condado de Kent en Michigan.
Estas áreas han sido identificadas previamente como regiones con sistemas de agua contaminados por PFAS, lo que hace que las cervecerías locales sean especialmente susceptibles a este problema.
El informe destacó que aproximadamente el 18% de las cervecerías en Estados Unidos operan en códigos postales donde el agua contiene niveles detectables de PFAS. Las cervecerías más pequeñas, que suelen depender del agua municipal sin tratamientos adicionales, presentaron los niveles más altos de contaminación.
Las probabilidades de obtener más PFAS

Según los investigadores, las cervezas producidas cerca de fuentes de agua con altas concentraciones de PFAS tenían 15 veces más probabilidades de contener estas sustancias en comparación con cervezas elaboradas en áreas sin contaminación conocida.
Un mapa actualizado por el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) muestra más de 8.800 ubicaciones en Estados Unidos con contaminación conocida por PFAS en los sistemas de agua.
Además, el EWG estima que 143 millones de personas en el país tienen acceso a agua potable con resultados positivos para PFAS, y un estudio de 2020 indicó que más de 200 millones de estadounidenses podrían estar expuestos a concentraciones de estos compuestos superiores a 1 parte por trillón (ppt).
La declaración de la autora del estudio y su preocupación

La autora principal del estudio, Jennifer Hoponick Redmon, expresó su preocupación por los hallazgos y señaló la importancia de implementar medidas para abordar este problema.
En declaraciones a Newsweek, afirmó que mejorar la filtración del agua en las plantas de tratamiento o directamente en las cervecerías podría reducir la presencia de PFAS en las cervezas. También subrayó la necesidad de prevenir la entrada de estas sustancias en los suministros de agua para proteger tanto a las cervecerías como a los consumidores.
El estudio también enfatizó la importancia de que los consumidores estén informados sobre el origen de las cervezas que consumen y las condiciones locales del agua utilizada en su producción.
Según RTI International, las cervecerías pequeñas y medianas, que suelen carecer de sistemas avanzados de tratamiento de agua, enfrentan mayores desafíos para garantizar la seguridad de sus productos frente a contaminantes como los PFAS.
La investigación pone de manifiesto la necesidad de mejorar las prácticas de filtración de agua en la industria cervecera, especialmente en regiones con antecedentes de contaminación. Este problema no solo afecta a las cervecerías locales, sino que también plantea preocupaciones más amplias sobre la calidad del agua potable y su impacto en la salud pública.