Este continente se está separando lentamente para formar un nuevo océano, dicen científicos del USGS

Expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos dicen que se trata de un fenómeno poco común para ser observado en tierra firme

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Un nuevo océano podría estar
Un nuevo océano podría estar formándose en África, según los científicos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un fenómeno silencioso pero monumental está ocurriendo bajo el noreste de África. El movimiento de las placas tectónicas podría arrancar una vasta porción del continente, separando las actuales Etiopía, Yibuti y Eritrea del resto de África. Si el proceso continúa, el océano Índico podría inundar la región, formando un nuevo cuerpo de agua de proporciones oceánicas, según científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La división no es un concepto abstracto ni una posibilidad remota. Usando GPS y mapeo satelital, los expertos ya han detectado que las placas bajo el Rift Africano Oriental se están alejando unas de otras. En ciertas zonas, como la región de Afar —que abarca el norte de Etiopía, Yibuti y Eritrea—, las mediciones indican una separación de hasta 0,3 pulgadas (0,76 centímetros) por año.

Este desgarramiento de la corteza terrestre no solo está generando terremotos y actividad volcánica. También está creando una protuberancia visible en la superficie debido al ascenso de magma desde las profundidades, un indicio de que el continente se encuentra en una fase activa de transformación.

Un laboratorio geológico activo en África

En la zona del Rift
En la zona del Rift Africano Oriental los procesos de separación de placas pueden observarse directamente en tierra firme. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La zona del Rift Africano Oriental es uno de los pocos lugares del planeta donde los procesos de separación de placas pueden observarse directamente en tierra firme. Aquí, la placa Somalí se está alejando de la placa Nubia, mientras ambas también se separan de la placa Arábiga en el norte.

Los científicos han identificado que tres placas —Somalí, Nubia y Arábiga— convergen en un punto conocido como triple unión, donde también interactúan el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Esta configuración ha permitido que los expertos estudien la transición desde una rift continental hacia la creación de un espacio oceánico. “La región que abarca la Depresión de Afar y los centros de expansión del Mar Rojo y el Golfo de Adén se considera la transición final entre el rifting continental y el desarrollo de una verdadera expansión oceánica”, indicaron científicos en un estudio de 2024.

Magma, agua y el motor de la separación

El ascenso de magma es una de las principales fuerzas detrás de esta separación. El magma empuja hacia arriba desde el manto terrestre, ejerciendo presión sobre la corteza y creando grietas y fosas. Este proceso también provoca que el suelo se eleve y eventualmente se fracture. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, incluso cuando el magma no alcanza la superficie, contribuye al ensanchamiento de las grietas y acelera la separación de las placas.

El magma empuja hacia arriba
El magma empuja hacia arriba desde el manto terrestre, ejerciendo presión sobre la corteza y creando grietas y fosas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, las investigaciones han mostrado que la presencia de agua subterránea en la región podría estar facilitando la fracturación al actuar como lubricante en las zonas de falla. Esta combinación de factores geológicos explica por qué los cambios son particularmente visibles en la región de Afar.

La actividad volcánica resultante ha creado una serie de fisuras y volcanes activos. Este comportamiento tectónico es similar al observado en lugares como Islandia, que también se encuentra en una zona de separación de placas y donde los científicos pueden estudiar procesos que, en otros lugares, permanecen ocultos bajo el océano.

Un proceso medible y comparable

El ritmo de separación en el Rift Africano Oriental es comparable al de otros sistemas de expansión conocidos. Por ejemplo, la Dorsal Mesoatlántica, donde se separan las placas de América y Eurasia/África, tiene una tasa de expansión promedio de 2,5 centímetros por año, según el USGS. Aunque más lenta, la separación en África es notable porque ocurre en tierra firme, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para los estudios geológicos.

La Dorsal Mesoatlántica tiene una
La Dorsal Mesoatlántica tiene una expansión promedio de 2,5 centímetros por año. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este fenómeno también recuerda el proceso que, hace aproximadamente 200 millones de años, llevó a la creación del océano Atlántico, cuando el supercontinente Pangea comenzó a fracturarse y los continentes se desplazaron hacia sus posiciones actuales.

El último océano reconocido por la comunidad científica no surgió de un proceso tectónico, sino de una clasificación formal. En 2021, la National Geographic Society designó oficialmente al Océano Austral, que rodea la Antártida. Aunque los científicos estadounidenses ya lo consideraban una masa de agua distinta durante décadas, fue ese reconocimiento el que llevó a una aceptación más amplia.