
Alfredo Linares, un inmigrante indocumentado que vivió en Los Ángeles durante más de dos décadas, tomó la decisión de abandonar Estados Unidos junto a su esposa, Raegan Kline, ciudadana estadounidense.
Según informó NBC News 4 Los Ángeles, la pareja decidió mudarse a México, el país natal de Linares, para evitar el riesgo de arresto, detención y deportación por parte de las autoridades migratorias.
Este cambio marcó el fin de una etapa de 20 años en los que Linares construyó una vida en Estados Unidos, destacándose en la industria alimentaria y alcanzando el puesto de cocinero en un restaurante con estrella Michelin.
La historia de Linares tras una década en Estados Unidos

Linares emigró a Estados Unidos siendo adolescente y, durante años, trabajó arduamente para establecerse en el país. Sin embargo, las restricciones migratorias y la falta de avances en una reforma que regularizara su situación lo llevaron a tomar esta difícil decisión.
Según detalló el medio, hace dos años, Linares y Kline comenzaron a operar un negocio de venta ambulante y catering, mientras intentaban regularizar el estatus migratorio de Linares a través del matrimonio.
No obstante, este proceso habría implicado que Linares regresara a México por al menos una década, algo que la pareja no estaba dispuesta a aceptar.
La decisión de la pareja por autodeportarse a México

La llegada de una nueva administración en la Casa Blanca y el endurecimiento de las políticas migratorias incrementaron el temor de Linares a ser detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Ante este panorama, la pareja optó por abandonar Culver City y mudarse a México en sus propios términos. “Hoy es mi último día aquí en Estados Unidos después de 20 años. Es hora de irme”, expresó Linares entre lágrimas al despedirse.
Actualmente, la pareja se encuentra en Puerto Vallarta, donde esperan construir un nuevo hogar y comenzar una vida sin miedo. Kline, quien está aprendiendo español para adaptarse a su nueva realidad, expresó su tristeza por dejar Los Ángeles, lugar que consideraba su hogar.
“No voy a arriesgarme a que mi esposo vaya a un campo de trabajo ni a que lo envíen a El Salvador”, afirmó, refiriéndose a los riesgos que enfrentan los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
Los primeros meses de la pareja en su nuevo hogar

Aunque Linares se siente optimista sobre el futuro, los primeros meses en México han sido emocionalmente intensos.
Por un lado, se mostró feliz de reencontrarse con su madre después de 20 años, pero también admitió sentirse como un extranjero en su propio país. “Me siento extranjero en mi propio país”, confesó. Además, el desafío de emprender un negocio y adaptarse a una nueva vida ha generado estrés en la pareja.
Por su parte, Kline expresó que tiene sentimientos encontrados sobre su partida de Estados Unidos. “También sentí que, de alguna manera, estaba traicionando a Estados Unidos”, comentó, añadiendo que siempre se había considerado una persona que lucha por quedarse y enfrentar las adversidades.
Enfocados en su propósito y el optimismo para su futuro
A pesar de ello, ambos están enfocados en construir un futuro juntos, libres de las preocupaciones que enfrentaban en Estados Unidos.
La pareja ha encontrado en Puerto Vallarta un lugar donde se sienten seguros y esperan establecerse de manera definitiva.
Linares, reflexionando sobre su decisión, afirmó: “Todo va a estar bien. Tenemos que aprender a soltar cosas para poder seguir recibiendo bendiciones”.
Según reportó NBC News 4 Los Ángeles, la pareja está decidida a mirar hacia adelante, dejando atrás el miedo y abrazando las oportunidades que les ofrece su nueva vida en México.