
Una mujer de origen guatemalteco enfrenta un proceso de deportación en Detroit, luego de que las indicaciones de una aplicación móvil la llevaron por error hasta el peaje del puente internacional que conecta esta ciudad con Canadá, según reportó la agencia Associated Press (AP). La mujer, que reside en Southwest Detroit y carece de estatus migratorio, fue detenida junto con sus dos hijas nacidas en Estados Unidos tras ingresar accidentalmente a la zona del peaje del puente Ambassador el pasado 8 de marzo.
El caso ha generado cuestionamientos sobre las políticas de detención y el nivel de transparencia de las autoridades migratorias en la frontera norte del país. De acuerdo con AP, la mujer deberá presentarse en junio ante una corte de inmigración para enfrentar las audiencias correspondientes a su proceso de expulsión. La situación fue dada a conocer por Ruby Robinson, abogado principal del Michigan Immigrant Rights Center, quien representa legalmente a la mujer.
Según explicó Robinson en una conferencia virtual con periodistas, la mujer, cuyo nombre y edad no fueron revelados, fue detenida luego de utilizar una aplicación en su teléfono móvil que le indicó la ubicación más cercana de un Costco, sin advertir que la tienda se encontraba en el lado canadiense de la frontera. El vehículo era conducido por su hermano de 19 años, quien tampoco posee documentación migratoria y que, según declaró la mujer, trabaja como techador junto al padre de sus hijas en Detroit.

La detención ocurrió sin que la familia cruzara a territorio canadiense, pero los agentes fronterizos intervinieron en el área del peaje
El trayecto de la mujer y su familia no llegó a cruzar hacia Canadá, ya que se detuvieron en la plaza de peaje del puente sin pasar los torniquetes. No obstante, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) procedieron a detenerlos y los trasladaron a una instalación cercana para realizarles interrogatorios y tomarles las huellas dactilares.
De acuerdo con el relato de Robinson, la mujer firmó un documento en el que reconocía haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos. Según AP, los agentes le informaron que enfrentaría la deportación y la alentaron a llevarse a sus hijas consigo de regreso a Guatemala. Las menores, de 5 y 1 años, son ciudadanas estadounidenses por nacimiento.
El abogado sostuvo que la mujer y sus hijas permanecieron recluidas durante casi una semana en una habitación pequeña y sin ventanas, donde dormían en catres y se les proporcionaba comida instantánea como fideos ramen y avena. Solo se les permitía abandonar el espacio para usar el baño o ducharse. Robinson relató que durante la detención, la hija menor comenzó a presentar fiebre la noche del 10 de marzo, mientras que la mayor desarrolló una tos. La madre declaró que los agentes le informaron que no contaban con medicamentos para tratar a la niña.

Las condiciones de reclusión incluyeron restricciones de movimiento y separación familiar parcial
Mientras la familia estaba detenida, la madre pudo ver brevemente a su hermano cuando se dirigía al baño, según relató Robinson. El joven se encontraba esposado en el pasillo de la instalación. Durante la semana de detención, el estado de salud de las menores continuó deteriorándose sin que se les ofreciera atención médica, de acuerdo con el testimonio compartido por el abogado.
La mujer sostuvo que las autoridades migratorias mantuvieron a las niñas junto a ella hasta la noche del 12 de marzo, cuando fueron entregadas a su cuñada. Ella fue liberada al día siguiente, el 13 de marzo, mientras que el proceso de deportación en su contra quedó formalmente abierto ante la corte de inmigración.
El portavoz de CBP, Hilton Beckham, declaró en un comunicado recogido por AP que “cuando las personas violan las leyes de inmigración, sus decisiones las hacen susceptibles a la detención y remoción”. Según Beckham, la mujer había admitido haber ingresado ilegalmente al país en 2018, y explicó que la prolongación de la detención fue consecuencia de su decisión inicial de mantener a sus hijas consigo. Una vez que las niñas fueron puestas bajo custodia de un familiar, la mujer fue transferida a las autoridades de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

El número de detenciones accidentales en el puente Ambassador refleja una tendencia preocupante en la zona fronteriza norte
Aunque la frontera entre Estados Unidos y Canadá registra menos encuentros migratorios en comparación con la frontera sur, el caso de esta familia no es un hecho aislado, según han señalado defensores de los derechos de los migrantes. La congresista demócrata por Michigan, Rashida Tlaib, afirmó que este tipo de detenciones son frecuentes en el cruce del puente Ambassador y denunció la falta de transparencia por parte de las autoridades fronterizas.
De acuerdo con la información que Tlaib aseguró haber recibido de CBP el 21 de marzo, al menos 213 personas fueron detenidas en ese mismo lugar desde principios de enero, y más del 90% de los casos correspondieron a conductores que ingresaron por error a la plaza de peaje del puente. La congresista también afirmó que 12 familias han sido retenidas en el mismo edificio donde permaneció la mujer guatemalteca.
“Nuestros vecinos y familias no deberían desaparecer por tomar una ruta equivocada”, expresó Tlaib durante una rueda de prensa, según recogió AP. La legisladora, que forma parte del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, advirtió que el problema podría replicarse en otros puntos de los 8.891 kilómetros (5.525 millas) que constituyen la frontera norte del país.

Las autoridades migratorias justifican el proceder, mientras organizaciones y legisladores denuncian violaciones al debido proceso
CBP informó que entre el 20 de enero y el 21 de marzo, sus agentes encontraron poco más de 200 personas sin documentación en los cruces fronterizos de Detroit. De ese total, aproximadamente la mitad fue detenida y entregada a ICE luego del procesamiento secundario, según declaraciones oficiales recogidas por AP.
A pesar de estas cifras, tanto Robinson como Tlaib insisten en que las prácticas de detención en la frontera norte vulneran los derechos de las personas, sobre todo cuando se trata de familias con menores ciudadanos estadounidenses. La congresista sostuvo que el uso prolongado de instalaciones pensadas para detenciones breves es una tendencia que erosiona el derecho al debido proceso. “La erosión del debido proceso es una amenaza para todos, sin importar el nombre o el estatus migratorio”, declaró Tlaib.
El caso de esta mujer guatemalteca ha reavivado el debate sobre las políticas migratorias en el norte de Estados Unidos y la necesidad de mayor supervisión y rendición de cuentas por parte de las autoridades. Hasta el momento, la mujer permanece en Detroit a la espera de la audiencia judicial programada para junio.