
En un intento decidido por renegociar su rumbo financiero, Jack in the Box ha anunciado un plan estratégico que contempla el cierre de entre 150 y 200 de sus restaurantes. Según un comunicado oficial de la compañía, esta medida forma parte de un “programa de cierre en bloque” que busca eliminar las ubicaciones identificadas como “sub-rendidoras”. Estas acciones son una respuesta a la presión creciente de mejorar sus resultados económicos y redefinir el modelo operativo de la cadena de comida rápida que fue fundada en 1951.
En medio de un mercado de comida rápida intensamente competitivo y en continuo cambio, Jack in the Box se ha visto en la necesidad de tomar decisiones estratégicas significativas para mantenerse relevante. La decisión de cerrar una proporción considerable de sus restaurantes subraya un cambio estratégico hacia la eficiencia operacional y la optimización de recursos. Este movimiento se produce en un momento en que las empresas de comida rápida enfrentan desafíos significativos, desde el aumento de los costos operacionales hasta los cambios en las preferencias de los consumidores que demandan opciones de menú más saludables y sostenibles.
La cadena, que ha sido un pilar en la industria desde mediados del siglo XX, busca ahora reinventarse y adaptarse a las nuevas expectativas del mercado. A medida que el paisaje de la comida rápida sigue evolucionando, las empresas deben luchar no solo por la ventaja en el precio, sino también por innovación y relevancia cultural. Los esfuerzos de Jack in the Box reflejan un reconocimiento de la necesidad de transformarse para conectar con una audiencia moderna, incorporando tanto cambios en su infraestructura física como en su enfoque hacia la sostenibilidad y la tecnología para mejorar la experiencia del cliente moderno.

Decisiones financieras para un futuro sostenible
El fallecimiento de estos restaurantes, muchos de los cuales tienen varias décadas de antigüedad, marca un intento crucial por parte de la compañía de mejorar su rentabilidad a corto y largo plazo. “Nuestras acciones actuales se centran en tres áreas principales: abordar nuestro balance para acelerar el flujo de efectivo y reducir deuda, mientras preservamos inversiones orientadas al crecimiento relacionadas con tecnología y renovación de restaurantes; cerrar restaurantes sub-rendidores para posicionarnos para un crecimiento neto constante y economía de unidades competitiva; además de un retorno a la simplicidad para el modelo de negocio de Jack in the Box y la narrativa para inversores”, afirmó Lance Tucker, CEO de Jack in the Box.
En este sentido, hasta 120 de las ubicaciones seleccionadas cerrarán sus puertas de forma definitiva antes de terminar el año, mientras que los restaurantes restantes finalizarán sus operaciones a medida que expiren sus contratos de franquicia, según la empresa. Cabe destacar que este plan de cierre no considera el cierre esperado de entre un 1,5% y un 2% de las unidades del sistema para el año fiscal 2025, ni la tasa de cierre anual continua del 1% proyectada a partir del año fiscal 2026.
Plan estratégico JACK on Track
Este ambicioso plan de cierre de restaurantes es una parte del marco de medidas de la empresa bajo la iniciativa titulada “JACK on Track”. Este programa no solo se centra en la racionalización del número de locaciones sino que también busca establecer la compañía en una senda de “crecimiento sostenible” a largo plazo. Elementos del plan incluyen mejoras en su desempeño financiero a través de la optimización del balance, que se considera un movimiento esencial para enfrentar los desafíos financieros actuales de la empresa. “Confiamos en que tras la ejecución adecuada de nuestro plan, lograremos un crecimiento neto consistente y positivo en términos de unidades”, mencionó un portavoz de la empresa.

Estrategia financiera alternativa para Del Taco
Además de realizar estos ajustes, Jack in the Box se encuentra en una fase de evaluación de “estrategias alternativas” para su cadena hermana Del Taco, adquirida por la empresa en 2022. “Consideramos posibles acciones estratégicas para aprovechar al máximo el valor de Del Taco en el contexto del actual panorama competitivo”, explicó el comunicado. En este momento, Jack in the Box opera aproximadamente 2,200 restaurantes bajo su propia marca y 600 locales de Del Taco.
Impacto en las ventas y expectativas financieras futuras
Uno de los factores que ha urgido la implementación de estos cambios es el descenso registrado en las ventas de tiendas comparables. Los resultados preliminares del segundo trimestre reflejan una caída del 4,4% en las ventas de Jack in the Box, mientras que Del Taco experimentó un descenso del 3,6%. El informe final sobre el rendimiento financiero del segundo trimestre está programado para ser publicado a mediados de mayo, según informó la empresa.
Mirando hacia el futuro, Jack in the Box pronostica que para el año fiscal 2025, sus ganancias operativas por acción estarán en el rango de $5.05 a $5.40, una cifra que excluye los impactos de la iniciativa JACK on Track. Asimismo, anticipa una disminución de “bajas a medias cifras” en las ventas de las mismas tiendas en comparación con el año fiscal anterior.

Cambios en el liderazgo corporativo
Por otro lado, el planeamiento y la ejecución de este plan de acción se presentan bajo el liderazgo de Lance Tucker, quien fue confirmado como CEO permanente de Jack in the Box a finales de marzo. Tucker había asumido el liderazgo de forma interina tras la partida de Darin Harris en febrero, quien dejó la empresa para asumir un nuevo rol fuera de la industria de restauración. Durante su breve mandato, Tucker ha impulsado un retorno a los fundamentos de la marca mientras integra nuevas estrategias destinadas a revitalizar el potencial de crecimiento de Jack in the Box.