
El estado de Texas llevó a cabo la ejecución de Moisés Mendoza, un hombre de 40 años condenado por el asesinato de Rachelle O’Neil Tolleson, una joven madre de 20 años, ocurrido en marzo de 2004 en la localidad de Farmersville, al noreste de Dallas.
Mendoza, descrito por un fiscal como uno de los hombres “más violentos y sádicos” que había conocido, recibió una inyección letal y fue declarado muerto a las 18:40 horas (hora local) de este miércoles, según informó USA Today. Este caso marcó la tercera ejecución en Texas en lo que va del año y la decimotercera en todo el país.
En sus últimas palabras, Mendoza expresó arrepentimiento y ofreció disculpas a la familia de su víctima. “Lamento haberte robado la vida de Rachelle”, dijo, dirigiéndose a los familiares de Tolleson.
También se dirigió a la hija de la víctima, Avery, quien tenía solo seis meses al momento del crimen, diciendo: “Te robé una madre. Lo siento. No sé si nada de lo que pueda decir o hacer podría compensarlo”. Mendoza concluyó sus palabras asegurando a sus propios familiares que estaba en paz.
Los hechos detrás del crimen que estremeció a Farmersville

El asesinato de Rachelle O’Neil Tolleson ocurrió en la madrugada del 18 de marzo de 2004. Según documentos judiciales citados por USA Today, Mendoza ingresó a la casa de Tolleson a través de una puerta trasera.
En ese momento, la joven madre vivía sola con su hija Avery, ya que estaba en proceso de divorcio de su esposo, Andrew Tolleson. Mendoza convenció a Rachelle de salir con él para comprar cigarrillos, dejando a la bebé en casa.
Durante el trayecto en su vehículo, Mendoza comenzó a estrangular a Tolleson sin motivo aparente, según sus propias declaraciones a la policía. Posteriormente, la llevó a un campo cercano, donde la violó y volvió a estrangularla. Creyendo que estaba muerta, Mendoza le cortó la garganta con un cuchillo para asegurarse de su fallecimiento.
El cuerpo de Tolleson permaneció en el lugar durante varios días antes de que Mendoza, temiendo ser descubierto, lo trasladara a una propiedad de su primo. Allí, envolvió el cadáver en una lona, lo arrojó a una fosa y le prendió fuego con la intención de destruir cualquier evidencia, según detalló The Courier-Gazette.
El cuerpo carbonizado de Tolleson fue descubierto días después por un hombre que buscaba puntas de flecha en la zona. Este hallazgo fue clave para que las autoridades vincularan a Mendoza con el crimen.
En una carta dirigida a sus padres, Mendoza describió sus acciones como si hubieran sido cometidas por “el diablo” y afirmó que en ese momento creyó estar en un sueño.
El impacto en la familia de Rachelle O’Neil Tolleson

La familia de Rachelle O’Neil Tolleson quedó devastada tras su asesinato. Sus padres, Pam y Mark O’Neil, la describieron como una madre amorosa y dedicada a su hija Avery.
Según declaraciones recogidas por The Courier-Gazette, Pam O’Neil expresó durante el juicio que su hija soñaba con presenciar los primeros pasos y palabras de su bebé, algo que nunca pudo cumplir. “No creo que sanemos nunca. No creo que una madre se recupere del todo de la pérdida de un hijo”, afirmó Pam en 2005.
Avery, quien ahora es adulta, creció sin la presencia de su madre, pero los O’Neil se esforzaron por mantener viva su memoria. A menudo veían videos caseros y revisaban álbumes de recortes que Rachelle había creado junto a su madre.
Mark O’Neil, por su parte, ha recordado a su hija en varias publicaciones en redes sociales, incluyendo una foto del día de su boda que compartió en 2021 con un mensaje emotivo: “Te quiero y te extraño cada día, pequeña”.
El perfil de Moisés Mendoza

Moisés Mendoza, quien creció en el norte de Texas, fue descrito por vecinos como un joven trabajador, aunque su comportamiento cambió con el tiempo. Según USA Today, en una ocasión tuvo una discusión violenta en la que inmovilizó a su madre y a su hermana en el patio delantero de su casa.
A pesar de estos incidentes, Mendoza logró graduarse de la preparatoria con buen desempeño académico, obteniendo varias becas y completando una capacitación técnica en calefacción y aire acondicionado.
Sin embargo, su historial criminal comenzó a acumularse. En 2003, fue arrestado por su participación en dos robos con agravantes en un campus universitario de Dallas.
Estaba en libertad bajo fianza por uno de estos delitos cuando ocurrió el asesinato de Tolleson. Según documentos judiciales, Mendoza y Rachelle se conocían desde la infancia, ya que compartieron clases en la escuela primaria. Además, días antes del crimen, Mendoza había asistido a una fiesta en la casa de Tolleson.
Durante el juicio, un psicólogo clínico describió a Mendoza como inmaduro y psicológicamente subdesarrollado, con una tendencia a enojarse cuando era criticado. Por su parte, el ex fiscal adjunto del distrito del condado de Collin, Greg Davis, lo calificó como “uno de los hombres más violentos y sádicos” que había procesado.
La notoriedad del caso en los medios

El caso de Moisés Mendoza y Rachelle O’Neil Tolleson atrajo la atención de los medios y fue objeto de análisis en programas de televisión.
En 2006, fue presentado en la décima temporada de “Forensic Files”, y en 2008, la serie “Solved” de Investigation Discovery también lo destacó. Estos programas detallaron los eventos que llevaron al arresto y condena de Mendoza, así como las pruebas que lo incriminaron.