
Dos vuelos internacionales de Delta Air Lines con destino a Atlanta fueron desviados la noche del viernes 11 de abril hacia el aeropuerto regional de Montgomery, en Alabama, debido a condiciones climáticas extremas en el sureste de Estados Unidos. Las aeronaves, procedentes de Cabo San Lucas y Ciudad de México, aterrizaron en una terminal que no contaba con personal ni instalaciones de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), obligando a los pasajeros a permanecer dentro de los aviones por casi siete horas. Según CNN, la tormenta incluía actividad eléctrica severa y reportes de cizalladura del viento, lo que descartó a Birmingham-Shuttlesworth como aeropuerto alternativo.
En total, 297 personas quedaron retenidas sin poder ingresar legalmente al país. A pesar de que la situación fue provocada por una emergencia climática, la ausencia de servicios migratorios en Montgomery impidió cualquier desembarque inmediato. USA Today confirmó que no se logró una solución hasta la madrugada del viernes, cuando se alcanzó un acuerdo especial entre el aeropuerto y autoridades de CBP. Esta gestión tardía permitió que los pasajeros finalmente ingresaran al edificio, pero solo después de pasar la noche confinados.
Durante ese periodo, los pasajeros recibieron acceso limitado a servicios básicos. Se les ofreció agua, galletas, uso de baños y aire acondicionado, pero no alimentos consistentes. La situación provocó incomodidad, frustración y expresiones de descontento. Según declaró una portavoz de Delta a NBC News, las tripulaciones de ambos vuelos “excedieron su tiempo legal de servicio” debido a la prolongada espera provocada por la tormenta, lo que impidió que pudieran continuar el trayecto hacia Atlanta esa misma noche.
Un aeropuerto sin condiciones para vuelos internacionales

La llegada de los vuelos 1828 y 599 al aeropuerto regional de Montgomery reveló una vulnerabilidad operativa. Esta terminal no está autorizada ni equipada para recibir vuelos internacionales, lo que generó un vacío legal y logístico al momento de intentar procesar a los pasajeros, todos procedentes de México. Según USA Today, el desembarque no fue posible hasta las 5:30 de la mañana del viernes, cuando se logró habilitar un protocolo excepcional con agentes de CBP para el control de entrada.
Durante ese lapso, las aeronaves permanecieron estacionadas con las puertas abiertas. Aunque Delta aseguró haber garantizado el acceso a baños, refrigeración y refrigerios, varios pasajeros reportaron lo contrario. En declaraciones a WCVB, Lauren Forbes, una de las afectadas, dijo: “Seguían cambiando el plan. La gente dormía, pero te despertaban con anuncios que luego eran falsos”. También mencionó que no hubo alimentos suficientes y que muchos estaban “hambrientos y congelados”.
Cuando finalmente fueron autorizados a ingresar al edificio del aeropuerto, los pasajeros no recuperaron la libertad de inmediato. Forbes relató que fueron conducidos a una zona delimitada bajo vigilancia, ya que legalmente aún no habían sido admitidos al país. “Había policías incluso vigilando los baños”, dijo al mismo medio. Las imágenes grabadas por otro pasajero, Samuel Sears, muestran a los viajeros acorralados detrás de cintas de seguridad, sin acceso a comida caliente ni libertad de movimiento, mientras esperaban el inicio del procedimiento migratorio.
La respuesta de Delta: disculpas, reembolsos y revisión de protocolos

Ante la magnitud del incidente y el malestar de los afectados, Delta Air Lines emitió un comunicado público en el que ofreció disculpas. Según informó la aerolínea, “fallamos en nuestra aspiración de servir y cuidar a nuestros clientes durante las tormentas del sureste de Estados Unidos la noche del jueves”. También confirmaron que cada pasajero recibiría el reembolso completo de su pasaje y que estaban “revisando los incidentes para mejorar el manejo de situaciones similares en el futuro”.
Los vuelos continuaron su trayecto a Atlanta la mañana siguiente con nuevas tripulaciones trasladadas específicamente a Montgomery para ese fin. Según registros consultados por USA Today, el vuelo 1828 había partido de Cabo San Lucas a las 13:07 CST, aterrizó en Montgomery a las 21:34 CST, y llegó finalmente a Atlanta a las 14:05 ET del viernes. Por su parte, el vuelo 599 despegó de Ciudad de México a las 16:04 CST, aterrizó en Montgomery a las 21:22 CST, y llegó a su destino final a las 12:46 ET.
Delta también gestionó la reprogramación de conexiones para quienes perdieron vuelos desde Atlanta hacia otros destinos. En el caso de Lauren Forbes y su pareja, su itinerario inicial hacia Boston quedó interrumpido, y aunque la compañía les proporcionó un nuevo vuelo desde Montgomery, ellos debieron pagar de su bolsillo el tramo final. “No deberíamos ser responsables de eso”, afirmó Forbes en entrevista con WCVB.