Trump recibió a Bukele en la Casa Blanca y le agradeció por aceptar la expulsión de migrantes acusados de terrorismo

El Salvador ha aceptado desde marzo más de 200 inmigrantes, la mayoría de ellos venezolanos, acusados de pertenecer a pandillas y bandas criminales. Todos fueron llevados en su famosa prisión de máxima seguridad

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Trump recibió a Bukele en
Trump recibió a Bukele en la Casa Blanca (REUTERS/Kevin Lamarque)

El presidente Donald Trump recibe este lunes a Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, en la Casa Blanca, después de que la pequeña nación centroamericana se convirtiera en un pilar crítico de la operación de deportaciones masivas del gobierno de Estados Unidos.

En el encuentro, Trump agradeció al mandatario salvadoreño por aceptar la expulsión de migrantes acusados de terrorismo y por permitir el uso de una prisión de máxima seguridad de su país para la reclusión. Por su parte, Bukele dijo a su homólogo que Estados Unidos tiene un problema “con el crimen y el terrorismo” y que su país está deseando ayudar.

Además el presidente centroamericano aprovechó para confirmar que no devolverá a Estados Unidos al migrante salvadoreño que fue enviado a la megacárcel porque es un “terrorista”.

“Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar a un terrorista a Estados Unidos?”, declaró el presidente salvadoreño en el Despacho Oval.

Donald Trump y Nayib Bukele
Donald Trump y Nayib Bukele se reúnen en la Casa Blanca para reforzar acuerdos migratorios (REUTERS/Evelyn Hockstein)

Bukele justificó la decisión asegurando que su Gobierno no libera a personas que considera peligrosas. “No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país”, afirmó. Ante la insistencia de los medios, añadió que El Salvador “no tiene poder para devolverlo”, en referencia al salvadoreño Kilmar Ábrego García, detenido en el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot) a pesar de contar con una orden judicial que impedía su deportación desde Estados Unidos.

Ábrego García fue uno de los 261 migrantes enviados al Cecot el 15 de marzo, cuando la Administración Trump aplicó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar de forma expedita a 238 venezolanos y 23 salvadoreños identificados por las autoridades estadounidenses como supuestos integrantes de organizaciones criminales transnacionales. Según informó la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, presente en el encuentro, el hombre vivía en el país desde 2019 “de manera ilegal” y, aunque no tenía antecedentes penales en territorio estadounidense, fue señalado como miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13).

Bukele dice que no tiene
Bukele dice que no tiene "poder" para enviar de vuelta a EEUU a salvadoreño deportado por error (REUTERS/Kevin Lamarque)

Bondi aclaró que la decisión sobre el cumplimiento de la orden del Supremo “no nos toca a nosotros” y que Estados Unidos facilitaría el retorno del migrante “si El Salvador decide devolverlo”. Esa afirmación fue desestimada por Bukele, quien insistió en que su Gobierno no permitirá que “un terrorista” regrese al país norteamericano. “Acabamos de convertirnos en el país más seguro del continente. No podemos liberar criminales, eso nos haría volver a ser la capital mundial de los asesinatos”, afirmó.

Durante la reunión bilateral, Trump elogió públicamente la cooperación de Bukele, a quien agradeció por contribuir a resolver lo que calificó como el problema de “fronteras abiertas” heredado de administraciones anteriores. “Teníamos gente estúpida al mando de este país, y puedo decir que lo que nos hicieron en la frontera jamás debe ni podrá olvidarse. Es un pecado lo que hicieron, y ustedes nos están ayudando. Se lo agradecemos”, afirmó Trump desde el Despacho Oval.

Trump destaca la política de
Trump destaca la política de seguridad salvadoreña como ejemplo de tolerancia cero (REUTERS/Kevin Lamarque)

El presidente estadounidense reiteró su acusación contra los gobiernos demócratas, a los que responsabilizó de haber implementado políticas migratorias permisivas. “Los estamos sacando. Pero lo que hicieron, y lo que ese partido le hizo a nuestro país... fronteras abiertas... cualquiera podía entrar nada más oír eso”, declaró.

El acuerdo entre ambos países incluye una prestación de 6 millones de dólares por parte del Gobierno estadounidense, aunque los detalles del contrato no se han divulgado. A cambio, El Salvador autorizó el uso del Cecot para albergar a migrantes expulsados por supuestos vínculos con grupos como el Tren de Aragua, organización criminal de origen venezolano, y la MS-13.

Según declaraciones de la Administración Trump, el Tren de Aragua “está invadiendo el territorio estadounidense”, argumento que utilizó para justificar la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros. Expertos en seguridad citados por medios estadounidenses han cuestionado esa caracterización, afirmando que la presencia de la banda en EEUU no representa una amenaza equivalente a una invasión.

El Cecot, inaugurado en 2023 y con capacidad para 40.000 reclusos, se ha convertido en símbolo de la estrategia de seguridad de Bukele, centrada en la encarcelación masiva de presuntos miembros de pandillas. La megacárcel ha sido objeto de críticas por parte de organismos internacionales de derechos humanos debido a denuncias sobre condiciones inhumanas de detención y falta de debido proceso.

El Salvador ha aceptado desde
El Salvador ha aceptado desde marzo más de 200 inmigrantes acusados de pertenecer a pandillas y bandas criminales (EFE/ARCHIVO)

A pesar de esas críticas, la Administración Trump ha elogiado la política de seguridad salvadoreña como un modelo de “tolerancia cero” contra el crimen organizado y el tráfico de personas. Durante el encuentro en Washington, Trump aseguró que su Gobierno continuará tomando medidas “decisivas” para expulsar a individuos sospechosos de representar una amenaza a la seguridad nacional, sin importar su estatus migratorio o el país de origen.

Bukele llegó al poder en medio del primer mandato de Trump y tuvo una relación directa con el líder estadounidense. Trump estaba más preocupado por la inmigración y, bajo Bukele, el número de salvadoreños que se dirigían a la frontera de Estados Unidos disminuyó.

La relación de Bukele con Estados Unidos se complicó más al inicio del gobierno de Biden, que criticó abiertamente algunas de sus acciones antidemocráticas.

Justo antes de la llegada de Bukele a Washington, el Departamento de Estado actualizó su aviso de viaje para El Salvador al Nivel uno, que es para países que se consideran los más seguros para visitar para los ciudadanos estadounidenses. El aviso señala que la actividad de pandillas, y los asesinatos y otros crímenes violentos que la acompañan, ha disminuido en los últimos tres años.