
Donald Trump goza de una “excelente salud”, según la evaluación realizada este domingo por un médico de la Casa Blanca, después de que el presidente de Estados Unidos se sometiera a su primer chequeo médico anual desde su regreso al gobierno.
El líder republicano, de 78 años, ha presumido en repetidas ocasiones de su vigor mientras se burlaba de su predecesor, el demócrata Joe Biden, de 82 años.
“El presidente Trump muestra una excelente salud cognitiva y física y está plenamente capacitado para desempeñar las funciones de Comandante en Jefe y Jefe de Estado”, indica una carta del médico compartida por la Casa Blanca.

Su médico, el capitán de la Marina Sean Barbabella, mencionó lo que describió como su “estilo de vida activo” y afirmó que “sigue contribuyendo significativamente” al bienestar del presidente republicano, quien cumplirá 79 años el 14 de junio.
El informe señala problemas menores en la piel de Trump causados por el sol, así como cicatrices en su oreja derecha por una herida de bala tras ser tiroteado en un intento de asesinato el pasado mes de julio.

Los resultados mostraron que Trump ha bajado 9 kilogramos desde su último examen físico como presidente en 2020. Pesaba 110 kilogramos en ese entonces y ahora pesa 101 kilogramos.
Barbabella comentó que las jornadas del presidente incluyen participar en múltiples reuniones, apariciones públicas, estar presente en los medios y obtener frecuentes victorias en torneos de golf. Trump es un golfista apasionado y comentó que recientemente ganó torneos en clubes de su propiedad en Florida.
Los niveles de colesterol de Trump han mejorado con el tiempo, ayudados por los medicamentos rosuvastatina y ezetimiba.
En su examen físico en enero de 2018, su colesterol total era 223. A principios de 2019, la lectura fue 196 y se mantuvo en 167 en 2020. Hoy es 140. Idealmente, el colesterol total debería ser menor de 200.
Su presión arterial era 128 sobre 74. Eso se considera elevado y las personas en esa situación probablemente desarrollen presión arterial alta a menos que se tomen medidas para controlar la afección.

Trump tiene una frecuencia cardíaca en reposo de 62 latidos por minuto, similar a pruebas anteriores. Una frecuencia cardíaca en reposo normal para adultos oscila entre 60 y 100 latidos por minuto, y generalmente, una frecuencia más baja implica una mejor condición cardiovascular.
Trump también toma aspirina, que puede reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
El multimillonario había dicho a los periodistas el viernes que se sentía “en muy buena forma” después de su examen ese mismo día en el hospital militar Walter Reed en los suburbios de Washington.
El presidente norteamericano ha sido acusado de falta de apertura sobre su salud a pesar del enorme interés en el bienestar del comandante en jefe de Estados Unidos.
La Casa Blanca dijo previamente que el médico presidencial daría una lectura del examen físico y que “por supuesto” proporcionaría el informe completo.
(con información de AFP y AP)