
En un caso que ha conmocionado a las autoridades y al público, una niña de 13 años demostró un ingenio inesperado para asegurar que quedara evidencia de su presunto asalto sexual. Arrancándose mechones de su propio cabello, pudo dejar pistas de su ADN en el hogar del supuesto agresor, un joven de 19 años, según informaron las fuerzas de seguridad. El caso salió a la luz luego de que Ángel López fuera arrestado, acusado de atraer a la menor mediante la plataforma de TikTok durante un período de interacciones que se extendió a lo largo de cuatro días.
De acuerdo con un comunicado emitido el 27 de marzo por la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Westmoreland, López facilitó el traslado de la joven desde su localidad en Westmoreland hasta Filadelfia mediante un servicio de Uber pagado por él mismo. En su destino, el hombre supuestamente ofreció drogas a la menor antes de perpetrar el asalto. Este caso se suma a un creciente número de delitos donde las plataformas de comunicación social juegan un papel central en la captación de víctimas, recalca el comunicado.
El día 10 de abril marcó un punto clave en el proceso judicial, cuando López compareció ante el tribunal en una audiencia preliminar, tras su detención inicial. Las acusaciones contra él son de suma gravedad e incluyen cargos como “secuestro de menor, tráfico humano, relaciones sexuales involuntarias con una persona menor de 16 años, contacto ilegal con un menor, interferencia con la custodia de un niño, asalto sexual legal, abuso sexual agravado de un menor, corrupción de menores y uso delictivo de una instalación de comunicación”. Estas acusaciones subrayan la gravedad del caso, informó WTAE.
La declaración que cambió el curso del caso
Dentro del marco del proceso legal, la víctima reveló detalles inquietantes sobre el comportamiento manipulado de López. En uno de los momentos más cruciales de la investigación, la declaración penal reveló que López le había dicho a la víctima: “De todos modos, no podrán encontrarte”, antes de solicitarle que se lavara para borrar posibles rastros de su ADN. Sin embargo, la adolescente tomó la iniciativa para asegurar que quedaran evidencias, dejando intencionadamente mechones de su cabello por toda la habitación de López. Esas pruebas se han convertido en un elemento central de la investigación policial, conforme detalla WTAE.

Un relato detallado del engaño y la manipulación
El detective sargento Justin Scalzo, de la policía del municipio de Greensburg, informó en una conferencia de prensa el 27 de marzo sobre el preocupante nivel de control y manipulación que ejercía López sobre la menor. Jóvenes defensores de derechos han plantado la alarma sobre cómo López, tomando ventaja de su posición adulta, prevenía a la víctima de tener consigo cualquier dispositivo electrónico durante su estancia en Filadelfia. Además, los investigadores descubrieron un mensaje especialmente revelador donde López le había escrito a la menor: “Quiero que no dejes rastro”. Esta serie de comunicaciones, que incluyen alrededor de 1,862 páginas de mensajes impresos, se volvieron explícitas y sexuales con el tiempo, reflejando el grado de coerción a la que fue sometida la menor.
La urgencia de proteger a niñas, niños y adolescentes en entornos digitales y reales
La tragedia se amplifica con la revelación de que la víctima había manifestado dudas y aprensiones acerca del viaje a Filadelfia, detalles que fueron despreciados por López en su afán de forzar su encuentro, incluso amenazas de daño a sí mismo si no acudía. KDKA News, citando el expediente penal, señala que estas amenazas emocionales se usaron para vencer la resistencia de la joven. En un giro afortunado, la denuncia de desaparición de la menor, presentada por su familia el 14 de marzo, permitió que las autoridades lograran ubicar su teléfono móvil cerca de la residencia de López, catalizando así la intervención policial y posterior rescate.
Actualmente, López se encuentra detenido en la prisión del Condado de Westmoreland, a la espera de su próxima comparecencia judicial programada para el 14 de mayo. Este caso brinda un importante recordatorio sobre los riesgos que corren los menores en el contexto digital y la responsabilidad compartida de protegerlos.
Para aquellos que han sido afectados por delitos de agresión sexual, se recomienda buscar ayuda urgente contactando a la Línea Nacional de Agresión Sexual al 1-800-656-HOPE (4673) o visitando rainn.org para obtener asistencia especializada.