Juzgarán a tres hombres en EEUU por participar en un fallido intento de golpe de Estado en el Congo

Los documentos judiciales apuntan a una estrategia de reclutamiento que involucró altas cantidades de dinero, armas, drones y explosivos, para ser parte del grupo de seguridad del movimiento rebelde

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Tres estadounidenses enfrentan cargos tras
Tres estadounidenses enfrentan cargos tras ser repatriados del Congo. (Foto AP/Samy Ntumba Shambuyi, archivo)

Un intento de golpe de Estado en la República Democrática del Congo, que dejó al menos seis muertos y buscaba derrocar al presidente Félix Tshisekedi, ha llevado a que tres ciudadanos estadounidenses sean acusados en su país de origen por su presunta participación en el complot.

Según informó The Associated Press, los acusados fueron repatriados esta semana desde el Congo, donde inicialmente habían sido condenados a muerte, aunque sus penas fueron conmutadas posteriormente a cadena perpetua antes de ser transferidos a custodia estadounidense. Un cuarto hombre, señalado como experto en explosivos, también enfrenta cargos relacionados con el caso.

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, los acusados conspiraron para proporcionar armas, explosivos y apoyo logístico a un grupo rebelde que buscaba derrocar al gobierno del Congo.

Entre los implicados se encuentra Marcel Malanga, de 22 años, hijo de Christian Malanga, quien lideró el intento de golpe y murió durante el enfrentamiento con las autoridades congoleñas. Según los fiscales, el objetivo del complot era instaurar un nuevo gobierno denominado “Nuevo Zaire”, con Christian Malanga como presidente.

El complot y sus protagonistas: un plan que se gestó durante meses

Fiscales exponen conexiones tecnológicas entre
Fiscales exponen conexiones tecnológicas entre EEUU y una conspiración rebelde. (Foto AP/Samy Ntumba Shambuyi, archivo)

La denuncia penal presentada por los fiscales estadounidenses detalla que el intento de golpe no fue un acto improvisado, sino el resultado de una conspiración que se desarrolló durante meses. Los acusados habrían reclutado a amigos en Estados Unidos, adquirido armas y drones, y participado en entrenamientos con armas de fuego. Además, se les acusa de haber secuestrado un autobús y asaltado una comisaría en el Congo para obtener más armamento.

Entre los acusados se encuentran Tyler Thompson Jr., de 22 años, y Benjamin Zalman-Polun, de 37 años, quienes fueron trasladados junto a Marcel Malanga a Estados Unidos el martes pasado. Por su parte, Joseph Peter Moesser, de 67 años, señalado como experto en explosivos, debía comparecer ante un tribunal en Salt Lake City.

Según los documentos judiciales, Moesser habría proporcionado entrenamiento en el uso de explosivos y facilitado equipo militar desde su domicilio en Utah.

Los fiscales también identificaron a Thompson como un especialista en drones que habría adquirido un lanzallamas con la intención de utilizarlo durante el ataque. Según el Departamento de Justicia, Thompson y Marcel Malanga realizaron pruebas con drones y armas en un campo de tiro en Utah antes de viajar al Congo.

Zalman-Polun, por su parte, habría colaborado en el reclutamiento de soldados para el ejército rebelde y aspiraba a ocupar un alto cargo en la administración del “Nuevo Zaire” en caso de que el golpe tuviera éxito.

Christian Malanga: el líder del fallido golpe de Estado

Christian Malanga autoproclamado rebelde, lideró
Christian Malanga autoproclamado rebelde, lideró el complot desde Kinshasa. (Scott G. Winterton/The Deseret News vía AP, archivo)

Christian Malanga, nacido en Kinshasa, había emigrado a Estados Unidos con su familia en la década de 1990, donde se autoproclamó líder de un gobierno en el exilio. Según los fiscales, Malanga convenció a su hijo Marcel de unirse al complot, amenazándolo con matarlo si no seguía sus órdenes.

Durante el intento de golpe, Malanga transmitió en vivo desde el palacio presidencial en Kinshasa antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad congoleñas.

El historial de Christian Malanga incluye una condena en Utah por agresión con arma de fuego en 2001, así como otros casos penales en los que los cargos fueron desestimados. Antes de liderar el fallido golpe, se dedicaba a la venta de automóviles usados y a la minería de oro.

Cargos y posibles consecuencias legales

Los acusados en EEUU podrían
Los acusados en EEUU podrían enfrentar largas condenas de prisión. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los cuatro acusados enfrentan cargos graves, entre ellos conspiración para usar armas de destrucción masiva, conspiración para bombardear instalaciones gubernamentales y conspiración para asesinar o secuestrar personas en el extranjero.

De ser condenados, podrían enfrentar largas penas de prisión. Sin embargo, los cargos podrían ser modificados si un gran jurado decide formular nuevas acusaciones.

El Departamento de Justicia ha solicitado que los acusados permanezcan en prisión preventiva, argumentando que representan un peligro extremo para la comunidad y un alto riesgo de fuga. En un memorando de detención, se destacó que Moesser ya había enfrentado acusaciones en el pasado por intentar colocar explosivos en un avión en el aeropuerto de Salt Lake City, aunque en ese caso se declaró culpable de un delito menor.

Otros detalles sobre el complot

Explosivos y rifles AR-15 enviados
Explosivos y rifles AR-15 enviados al Congo formaron parte del plan de los Malanga. (Departamento de Justicia de EEUU vía AP)

La denuncia penal también revela que los acusados utilizaron redes sociales para documentar su participación en el complot. Imágenes y videos publicados en sus cuentas, así como transmisiones en vivo realizadas por Christian Malanga, fueron utilizados como evidencia por los investigadores. Además, se señala que Marcel Malanga habría ofrecido hasta 100.000 dólares a amigos en Estados Unidos para unirse al “trabajo de seguridad” en el Congo.

Según testigos citados por The Associated Press, Thompson y Malanga realizaron vuelos de prueba con drones y dispararon armas en Utah antes de viajar a África. Moesser habría ayudado a instalar un lanzallamas en los drones y enseñado a los acusados a fabricar bombas caseras. Asimismo, se le acusa de conspirar con Christian Malanga para enviar explosivos y rifles AR-15 al Congo.