
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró este miércoles que su país no busca una guerra con China, pero advirtió que es necesario enfrentar lo que calificó como una “amenaza” creciente por parte de ese país en el hemisferio occidental. Hegseth formuló estas declaraciones durante la Conferencia de Seguridad de Centroamérica (Centsec 2025), celebrada en Panamá, un día después de visitar el Canal de Panamá, en el centro de recientes tensiones geopolíticas.
“No queremos guerra con China (...) No lo queremos de ninguna manera. Sin embargo, juntos debemos evitar la guerra por medio de la disuasión robusta y vigorosa ante las amenazas de la China en este hemisferio”, dijo Hegseth ante representantes de las fuerzas armadas centroamericanas.
El jefe del Pentágono aseguró que empresas chinas están adquiriendo terrenos e infraestructuras estratégicas en sectores clave como la energía y las telecomunicaciones, además de afirmar que “las fuerzas militares” de China tienen una presencia creciente en la región. También denunció operaciones de flotas pesqueras industriales chinas, a las que acusó de saquear recursos naturales.

Durante su visita oficial, Hegseth recorrió antiguas bases militares estadounidenses y las esclusas del Canal, acompañado por el presidente panameño José Raúl Mulino. Ambos gobiernos acordaron reforzar su coordinación en materia de seguridad, y discutir una fórmula para reembolsar los peajes que pagan los buques de guerra estadounidenses que transitan por la vía interoceánica.
Hegseth reiteró que “el canal de Panamá y las zonas del canal no pueden y ni serán controladas por China”, en alusión directa al conglomerado hongkonés CK Hutchison, que administra los puertos en ambos extremos del canal desde 1997 mediante una concesión renovada en 2021. El gobierno panameño ha respondido a la presión de Washington lanzando una auditoría al contrato de arrendamiento, cuyos resultados preliminares revelaron presuntas irregularidades. La empresa Panama Ports Company (PPC), filial de Hutchison, rechazó las conclusiones, afirmando haber invertido más de 1.695 millones de balboas y cumplido con sus obligaciones.
CK Hutchison anunció el mes pasado un acuerdo para vender 43 de sus puertos en 23 países —incluidos los dos panameños— a un consorcio liderado por la firma estadounidense BlackRock, por 19.000 millones de dólares en efectivo. Como respuesta, Beijing anunció una revisión antimonopolio del acuerdo.
Por su parte, la Embajada de China en Panamá acusó este miércoles a Estados Unidos de ejercer “chantaje” con fines políticos. En un comunicado publicado en la red social X, afirmó que “la decisión sobre con quiénes realiza negocios Panamá es una decisión soberana de Panamá... y algo en lo que Estados Unidos no tiene derecho a interferir”.

Las tensiones han aumentado tras reiteradas declaraciones del presidente Donald Trump, quien ha afirmado que Estados Unidos está pagando en exceso por el uso del canal y que China ejerce una influencia indebida sobre sus operaciones. Panamá ha rechazado ambas acusaciones.
Durante su discurso, Hegseth también insistió en la necesidad de fortalecer el control fronterizo y combatir el crimen organizado. Afirmó que “los carteles transnacionales y las pandillas promueven el caos” y han sido designados por Estados Unidos como “organizaciones terroristas”. También agradeció a los países centroamericanos que cooperan en la contención de la migración irregular y aceptan el retorno de migrantes.
Finalmente, Hegseth afirmó que Estados Unidos desea “un hemisferio de naciones prósperas, seguras y soberanas”, y que su país no promueve “el globalismo ni el intervencionismo”, sino “una era dorada de intereses nacionales compartidos”.
Según el Gobierno de Panamá, en una declaración conjunta difundida el martes, Washington reconoció el “liderazgo y la soberanía irrenunciable de Panamá sobre el Canal y sus áreas adyacentes”. Además, se confirmó que el país centroamericano abandonó formalmente la iniciativa china de la Franja y la Ruta.
(Con información de AFP, EFE y AP)