
Jaguar Land Rover y Nissan han suspendido el envío de vehículos a Estados Unidos en respuesta a la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de autos por parte del gobierno del presidente Donald Trump, en una decisión que empieza a marcar un cambio en la dinámica del comercio automotriz global. Ambas empresas confirmaron que están modificando sus operaciones logísticas y de producción debido al nuevo esquema arancelario.
Según informó CBS News, Jaguar Land Rover, el mayor fabricante de automóviles del Reino Unido, pausará sus exportaciones a Estados Unidos durante abril, mientras evalúa nuevas estrategias a mediano y largo plazo. En un comunicado, la compañía señaló que el país norteamericano es un mercado clave para sus marcas de lujo, pero que debe adaptarse a los cambios en las condiciones comerciales. Se trata de la primera automotriz británica reconocida que adopta una medida directa tras el anuncio de los nuevos aranceles.
Por su parte, Reuters publicó que Nissan Motor dejará de aceptar nuevos pedidos en Estados Unidos de los modelos Infiniti QX50 y QX55, ensamblados en su planta conjunta con Mercedes-Benz en México. La empresa japonesa indicó que la producción de estos modelos continuará, pero destinada a otros mercados como Canadá, Panamá, México y Medio Oriente, sin detallar la proporción destinada a cada uno. Los dos modelos solo eran exportados desde México a Estados Unidos, según datos de la agencia nacional de estadísticas mexicana.
Estrategias ante los aranceles del 25%

La medida forma parte de la política comercial impulsada por el presidente Donald Trump, y aplica un arancel del 25% a autos y camiones importados. El presidente Trump explicó que su gobierno evaluó las tarifas y barreras aplicadas por otros países, y decidió cobrar aproximadamente la mitad de esas tasas como un acto de reciprocidad parcial. En su red Truth Social, el mandatario escribió que su administración está comprometida a recuperar empleos industriales, aunque pidió paciencia para atravesar un período que calificó como “difícil pero necesario”.
Nissan se encuentra entre las automotrices japonesas más expuestas a esta medida, ya que es la que más vehículos exporta desde México a Estados Unidos. Según Reuters, la empresa atraviesa un momento complejo: su línea de modelos se ha quedado rezagada, no cuenta con suficientes opciones híbridas, y ha tenido que reducir su previsión de beneficios en tres ocasiones durante el último año fiscal. Además, su deuda fue recientemente rebajada a “estatus basura”, lo que indica la probabilidad de que el emisor del bono incurra en incumplimiento de la deuda. En este escenario, el nuevo director ejecutivo, Iván Espinosa, de nacionalidad mexicana, prometió acelerar el desarrollo de nuevos vehículos.
Jaguar Land Rover y la industria automotriz británica

En el Reino Unido, el impacto de los aranceles estadounidenses se suma a las dificultades ya existentes en la industria automotriz local. Según datos de la Society of Motor Manufacturers and Traders (SMMT) citados por CBS News, la producción nacional de vehículos cayó un 13,9% en 2024, y más del 77% de esos autos estaban destinados a la exportación, principalmente a Estados Unidos. Mike Hawes, director de SMMT, declaró que el sector “ya enfrenta múltiples vientos en contra”, como la caída en la demanda y la necesidad de reconversión hacia modelos eléctricos.
Ante la entrada en vigor del arancel, los fabricantes británicos intentaron anticiparse enviando mayores volúmenes de autos en los meses previos. Según cifras de la SMMT, las exportaciones a Estados Unidos subieron un 38,5% en diciembre, 12,4% en enero y 34,6% en febrero, comparado con el mismo período del año anterior. El profesor David Bailey, de la Universidad de Birmingham, explicó a CBS News que esa estrategia buscaba asegurar inventario en el mercado estadounidense antes de que la nueva tarifa comenzara a aplicarse.
El comercio de vehículos representa la principal exportación de bienes británicos hacia Estados Unidos. En los doce meses previos a septiembre de 2024, el Reino Unido exportó automóviles por un valor de 8.300 millones de libras (10.700 millones de dólares), según datos oficiales citados por CBS News. Aun así, el intercambio comercial total entre ambos países se concentra en servicios, que representan el 68,2% de las exportaciones británicas.
El efecto de las medidas no se limitará a las empresas. La analista Rella Suskin, de la firma Morningstar, señaló a CBS News que los precios de los vehículos en Estados Unidos “probablemente aumenten significativamente”. Aunque podría haber un incremento en la participación de vehículos producidos dentro del país, explicó que muy pocos modelos, incluso los de fabricantes estadounidenses, están compuestos enteramente por componentes y mano de obra nacional.