
El movimiento “Buy Canadian”, que promueve el consumo de productos fabricados en Canadá, está impactando significativamente en las relaciones comerciales entre este país y Estados Unidos, según informó Reuters.
Empresas estadounidenses, acostumbradas a una fuerte presencia en el mercado canadiense, enfrentan ahora obstáculos inesperados debido a un cambio en las preferencias de los consumidores y las políticas de los minoristas en Canadá. Este fenómeno, que se ha intensificado en los últimos meses, está afectando a sectores clave como el de productos para bebés, bebidas alcohólicas y cítricos.
De acuerdo con Reuters, la empresa californiana Parasol Co, fabricante de pañales y toallitas húmedas, había iniciado negociaciones con un distribuidor para expandir su presencia en el mercado canadiense. Sin embargo, en marzo, el distribuidor detuvo el acuerdo debido a lo que describió como un creciente sentimiento antiestadounidense en Canadá.
Jessica Hung, directora ejecutiva de Parasol, explicó que un minorista canadiense instruyó al distribuidor a pausar el lanzamiento de marcas estadounidenses. “Es un tipo de interrupción que nunca habíamos anticipado”, afirmó Hung, quien también señaló que esta situación representa un desafío significativo para su negocio.

Este cambio en las dinámicas comerciales refleja un aumento en el patriotismo económico en Canadá, impulsado en parte por las tensiones comerciales entre ambos países. Según Reuters, Canadá importó cerca de 350.000 millones de dólares estadounidenses en productos provenientes de Estados Unidos en 2024, consolidándose como su mayor socio comercial.
Sin embargo, las políticas proteccionistas implementadas durante la administración de Donald Trump, como los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio canadienses, han generado un rechazo entre los consumidores canadienses hacia los productos estadounidenses.
Impacto en los productos para bebés
El movimiento “Buy Canadian” ha llevado a consumidores como Rebecca Asselin, residente de Quebec, a cambiar sus hábitos de compra. Asselin, madre y profesional del sector de seguros de salud, relató a Reuters que recientemente optó por adquirir pañales de la marca canadiense Royale, fabricados por Irving Personal Care en New Brunswick.
“Nunca antes me había planteado dónde se fabricaban los pañales, pero aparentemente los productos hechos en Canadá son difíciles de encontrar”, comentó.

La creciente demanda de productos locales ha beneficiado a fabricantes como Irving Personal Care, cuyo vicepresidente de operaciones comerciales, Jason McAllister, señaló que los envíos semanales de pañales se han cuadruplicado. Además, la empresa ha recibido solicitudes de minoristas de todo el país interesados en ampliar la distribución de sus productos.
Bebidas y cítricos: otros sectores afectados
El sector de bebidas alcohólicas también ha sufrido las consecuencias del movimiento “Buy Canadian”. Según Reuters, la empresa Brown-Forman, productora de Jack Daniel’s, calificó la retirada de bourbon y whisky estadounidenses de las tiendas de licores canadienses como una respuesta desproporcionada a los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Por otro lado, las exportaciones de cítricos desde California hacia Canadá también han enfrentado dificultades. Una fuente cercana al sector informó que minoristas canadienses han cancelado pedidos de frutas cítricas, lo que refleja la cautela de los distribuidores ante la incertidumbre generada por las tensiones comerciales.

En el ámbito de las bebidas no alcohólicas, GT’s Living Foods, conocida por su kombucha Synergy, ha experimentado una reducción en los pedidos de minoristas canadienses como Walmart, Loblaw’s, Metro y Sobey’s.
Daniel Bukowski, quien gestionaba las cuentas de estos minoristas, explicó que los distribuidores han optado por reducir los volúmenes de compra mientras esperan claridad sobre la situación arancelaria.
Cambios en las estrategias comerciales
Los minoristas canadienses han adoptado diferentes enfoques frente al movimiento “Buy Canadian”. Metro, por ejemplo, afirmó que prioriza los productos locales siempre que sea posible, aunque no planea eliminar los productos estadounidenses de sus estanterías.
En cambio, evaluará cada producto para garantizar el mejor valor y calidad para los consumidores. Por su parte, Walmart expresó su compromiso de trabajar con los proveedores para encontrar soluciones en medio de la incertidumbre actual.

Sin embargo, no todas las empresas estadounidenses han logrado adaptarse a este entorno. Demeter Fragrances, una pequeña empresa familiar de Pensilvania, decidió cancelar sus planes de expansión en Canadá para 2025.
Su director ejecutivo, Mark Crames, señaló que el sentimiento canadiense hacia los productos estadounidenses ha cambiado drásticamente, lo que hace inviable la inversión en ese mercado.
Mientras las empresas estadounidenses enfrentan desafíos, los fabricantes canadienses ven una oportunidad para fortalecer su presencia en el mercado local. Grime Eater Products Limited, fabricante de productos de limpieza para manos, ha intentado durante años que Canadian Tire incluya sus productos en sus tiendas.
Según Tracy Hayes, vicepresidenta de la empresa, el movimiento “Buy Canadian” ha mejorado sus perspectivas, ya que un comprador de Canadian Tire le informó que están considerando reducir la oferta de productos de su competidor estadounidense, Fast Orange, fabricado por Permatex.
El auge del movimiento “Buy Canadian” no solo está transformando las preferencias de los consumidores, sino que también está reconfigurando las estrategias de los minoristas y fabricantes en Canadá.