Utah impone la primera prohibición estatal del flúor en el agua en Estados Unidos

Una nueva ley firmada por el gobernador Spencer Cox impide que los municipios decidan sobre la incorporación de este mineral, pese al rechazo de asociaciones médicas y científicas que alertan sobre sus posibles efectos en la salud bucodental

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Utah ocupaba el puesto 44
Utah ocupaba el puesto 44 a nivel nacional en porcentaje de residentes con acceso a agua fluorada, según datos de los CDC de 2022. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estado de Utah se convirtió en la primera entidad de Estados Unidos en prohibir por ley la adición de flúor en los sistemas de agua potable pública. La medida, firmada el jueves por el gobernador republicano Spencer Cox, impide que las ciudades y comunidades locales decidan si desean añadir el mineral, utilizado desde hace décadas como herramienta de prevención de caries dental. La decisión ha provocado reacciones adversas entre organizaciones médicas, dentales y de salud pública, que alertan sobre sus implicaciones sanitarias, especialmente entre la población de menores recursos.

La legislación entrará en vigor el próximo 7 de mayo y ha sido defendida por sus impulsores como un acto en favor de la “elección personal en materia de salud”. Tanto el gobernador como legisladores estatales argumentaron que la práctica representa una forma de medicación sin consentimiento, además de implicar un gasto excesivo para los sistemas municipales. “Crecí y crié a mis hijos en una comunidad sin agua fluorada”, declaró Cox, al comparar la medida con evitar una intervención médica obligatoria.

Entre los opositores a la normativa se encuentra la Asociación Dental Americana (ADA, por sus siglas en inglés), que criticó duramente la ley, calificándola como una decisión que muestra “un desprecio deliberado por la salud bucal y el bienestar de sus ciudadanos”. El presidente de la ADA, el dentista Brett Kessler, expresó que la decisión es “desalentadora”, señalando que “una política de salud pública comprobada ha sido desmantelada con base en pseudociencia distorsionada”, según expresó en un comunicado difundido por Associated Press (AP).

El flúor en el agua
El flúor en el agua potable puede reducir las caries dentales en al menos un 25 % en todas las edades, según datos de la Asociación Dental de Utah. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Caries en aumento y desigualdad sanitaria: advertencias de expertos ante la eliminación del flúor

La eliminación de la fluoración del agua ha generado preocupación por su posible impacto en la salud bucodental de la población infantil. La ADA recordó que las caries son la enfermedad crónica más común entre los niños en Estados Unidos, y que el flúor contribuye a fortalecer el esmalte dental al reemplazar minerales perdidos durante el uso diario. Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que la fluoración puede reducir las caries en al menos un 25 % en todas las edades.

En Utah, la preocupación se amplifica por la baja cobertura de fluoración previa a la ley. De acuerdo con un análisis de AP, solo 66 de los 484 sistemas de agua reportados en 2024 en el estado incluían flúor. Entre ellos, el más grande era el de Salt Lake City, la capital y mayor municipio. En 2022, Utah ocupaba el puesto 44 entre los estados del país en cuanto al porcentaje de residentes con acceso a agua fluorada, según datos de los CDC.

Los detractores de la ley advierten que el cambio afectará de forma desproporcionada a los sectores de bajos ingresos, quienes podrían perder su única fuente regular de prevención contra las caries. La Asociación Dental de Utah subrayó que muchas personas no tienen acceso a servicios dentales frecuentes ni pueden costear tratamientos preventivos, por lo que el flúor en el agua representa una intervención esencial para esas comunidades.

Desde 2015, las autoridades federales
Desde 2015, las autoridades federales recomiendan un nivel máximo de 0,7 miligramos de flúor por litro de agua. (Imagen Ilustrativa Infobae)

De política marginal a legislación estatal: cómo ganó terreno el escepticismo sobre la fluoración

El escepticismo hacia la fluoración, tradicionalmente relegado a posiciones consideradas marginales, ha cobrado fuerza en el discurso público en los últimos meses. La ley de Utah surge semanas después de que Robert F. Kennedy Jr., conocido por sus posturas críticas frente a la vacunación y la fluoración, asumiera el cargo de secretario de Salud federal. En noviembre pasado, Kennedy aseguró que una administración bajo el entonces candidato presidencial Donald Trump recomendaría eliminar el flúor del agua potable a nivel nacional, según recogió AP.

En otros estados, iniciativas similares están ganando tracción. Legisladores de Florida, Ohio y Carolina del Sur analizan proyectos para restringir o eliminar la fluoración comunitaria, mientras que propuestas equivalentes fueron rechazadas recientemente en Nuevo Hampshire, Dakota del Norte y Tennessee. En Kentucky, un proyecto para hacer opcional la práctica permanece estancado en el Senado estatal.

La iniciativa de Utah fue promovida por la representante republicana Stephanie Gricius, quien reconoció los beneficios del flúor, pero insistió en que su uso debía quedar sujeto a una “decisión individual”. “No se trata de negar sus propiedades, sino de proteger la libertad de cada persona para decidir lo que consume”, argumentó.

En 2011, autoridades sanitarias reportaron
En 2011, autoridades sanitarias reportaron que dos de cada cinco adolescentes en Estados Unidos presentaban vetas o manchas leves en los dientes debido a una exposición excesiva al flúor. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Evidencia científica, niveles seguros y controversias sobre los efectos neurológicos del flúor

A pesar del consenso médico generalizado sobre los beneficios de la fluoración en dosis reguladas, algunos argumentos a favor de su eliminación se han apoyado en estudios recientes que exploran potenciales efectos adversos. En 2023, funcionarios federales concluyeron “con confianza moderada” que niveles elevados de exposición al flúor podrían asociarse a una disminución del coeficiente intelectual en niños. Sin embargo, el Programa Nacional de Toxicología señaló que esa relación se encontró en estudios con niveles de flúor aproximadamente el doble del límite recomendado para el agua potable.

El cirujano general de Florida desaconsejó en 2023 la fluoración comunitaria, citando supuestos “riesgos neuropsiquiátricos”. A la par, un juez federal ordenó a la Agencia de Protección Ambiental de EEUU que regule la presencia de flúor en el agua debido a preocupaciones por su impacto en el desarrollo intelectual infantil, según informó AP.

Por su parte, el presidente de la ADA enfatizó que los niveles autorizados de flúor en el agua potable están muy por debajo de los umbrales considerados problemáticos. Desde 2015, las autoridades federales recomiendan un máximo de 0,7 miligramos por litro, en contraste con los 1,2 miligramos por litro permitidos durante cinco décadas previas. La Organización Mundial de la Salud establece el límite seguro en 1,5 miligramos por litro.

El Instituto Nacional de Salud (NIH) afirma que es “virtualmente imposible” alcanzar una dosis tóxica de flúor a través del agua o pasta dental a niveles estándar. Casos de intoxicación ocurren generalmente por accidentes en clínicas dentales o el uso inadecuado de suplementos. En 2011, funcionarios reportaron que el 40 % de los adolescentes en EEUU mostraban al menos alguna forma leve de manchas o vetas dentales por exceso de flúor en el agua.

La Asociación Dental Americana ha
La Asociación Dental Americana ha calificado la nueva legislación como perjudicial para la salud bucodental de la población. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una política centenaria que enfrenta un giro inédito

Desde 1950, la fluoración del agua ha sido respaldada por autoridades sanitarias federales como una de las estrategias más eficaces y económicas para combatir la caries. A pesar del surgimiento de pastas dentales fluoradas, más de 200 millones de personas en Estados Unidos —casi dos tercios de la población— siguen recibiendo agua fluorada, según AP.

El caso de Utah marca un cambio de rumbo sin precedentes en esta política, en un contexto de creciente polarización sobre temas de salud pública. La entrada en vigor de la ley abre un nuevo capítulo en el debate sobre hasta qué punto puede —o debe— el Estado intervenir en decisiones individuales que afectan la salud colectiva.