
El sistema de control del tráfico aéreo en Estados Unidos opera con una estructura limitada por la falta de personal y el uso de tecnología obsoleta, lo que impacta en la eficiencia y seguridad de las operaciones diarias. De acuerdo con datos oficiales, informes de organismos federales y declaraciones del sector, estas deficiencias afectan directamente la capacidad del país para gestionar su creciente demanda aérea.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha señalado que el número de controladores aéreos certificados está por debajo de los niveles necesarios. Al mismo tiempo, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) advierte que decenas de los sistemas tecnológicos en uso ya no cumplen con los requisitos operacionales. Este contexto ha llevado al gobierno federal a anunciar planes de modernización e incremento en la contratación de personal.
A pesar de estas medidas, el sector aéreo continúa enfrentando retrasos constantes, principalmente en zonas con alta densidad de tráfico como Nueva York. La situación ha sido reconocida tanto por autoridades como por ejecutivos de aerolíneas, que insisten en que los problemas estructurales deben abordarse de forma integral.
¿Cuántos controladores aéreos hay actualmente en EE.UU.?
Según declaró Nick Daniels, presidente del sindicato National Air Traffic Controllers Association (NATCA), en entrevista con CNBC, actualmente hay aproximadamente 10.800 controladores certificados en funciones. Esta cifra se encuentra por debajo del mínimo estimado por la FAA, que establece que se requieren al menos 14.633 controladores para operar con normalidad el sistema nacional.
Esta diferencia representa un déficit estructural de casi 26% en la fuerza laboral, situación que, según Daniels, ha alcanzado un “punto crítico”. Agregó que cualquier interrupción en el proceso de formación o contratación —como un cierre del gobierno o restricciones presupuestarias— impactaría directamente en la capacidad del sistema para operar con seguridad.

¿Qué consecuencias tiene la escasez de controladores para los vuelos?
Durante su participación en la conferencia CERAWeek, celebrada en marzo, el director ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby, afirmó que el 68% de los retrasos registrados en días con clima favorable fueron causados por restricciones en el control del tráfico aéreo. Según recogió CNBC, Kirby indicó que en aeropuertos como el de Nueva York los retrasos ocurren todos los días, incluso sin condiciones meteorológicas adversas.
La FAA ha adoptado medidas de contención, como la limitación de vuelos en áreas congestionadas, para reducir la presión sobre los centros de control más comprometidos. Sin embargo, estas restricciones han generado cuellos de botella que afectan tanto a las aerolíneas como a los pasajeros, con consecuencias económicas para el sector.
¿Cuál es la situación laboral de los controladores aéreos?
De acuerdo con un informe de Forbes, el 41% de los controladores trabaja turnos de seis días a la semana con jornadas que alcanzan las 10 horas diarias. NATCA ha advertido que esta situación expone al personal al agotamiento, lo que incrementa el riesgo de errores en un entorno que requiere alta concentración y precisión operativa.
El informe también detalla que en 2023, solo 23 de las 313 instalaciones de la FAA alcanzaron los niveles de personal recomendados. En el resto, la dotación fue inferior a la necesaria, lo que limita la capacidad de respuesta ante contingencias y reduce la eficiencia general del sistema.

¿Qué problemas tecnológicos enfrenta la FAA?
La GAO publicó un informe en el que identificó que 51 de los 138 sistemas tecnológicos utilizados por la FAA son considerados insostenibles. El documento advierte que parte del hardware y software aún opera sobre plataformas como Windows 95, y que algunos equipos continúan usando disquetes para la gestión de datos.
Reuters reportó que una falla en el sistema de notificación a pilotos (NOTAM) provocó una interrupción temporal en las operaciones aéreas, debido a un fallo de hardware. Este incidente se suma a una falla similar ocurrida en enero de 2023, cuando una caída generalizada del mismo sistema obligó a cancelar miles de vuelos en todo el país.
¿Qué acciones ha anunciado el gobierno de EE.UU.?
El 21 de marzo de 2025, el secretario de Transporte, Sean Duffy, presentó un plan para modernizar los sistemas de control aéreo. Según Reuters, la propuesta contempla inversiones de “decenas de miles de millones de dólares” para reemplazar radares, actualizar plataformas digitales, mejorar la infraestructura en las pistas y fortalecer la ciberseguridad del sistema.
Por otra parte, la FAA anunció que planea contratar a 2.000 nuevos controladores durante el año fiscal en curso. También se incrementará la remuneración para los estudiantes en la academia federal de controladores en Oklahoma, quienes pasarán a recibir USD 22.84 por hora, un aumento del 30% respecto a los niveles anteriores, según confirmaron a Reuters fuentes del Departamento de Transporte.

¿Qué universidades están formando nuevos controladores?
La FAA ha impulsado el programa Enhanced Air Traffic Collegiate Training Initiative para ampliar los centros de formación de controladores aéreos. Según The Wall Street Journal, en 2024 la universidad Embry-Riddle Aeronautical University, con sede en Daytona Beach, Florida, fue certificada como la cuarta institución en formar parte de este esquema.
La iniciativa busca diversificar la formación y aumentar el número de egresados capacitados para ingresar al sistema. No obstante, el proceso de certificación de un controlador aéreo puede tomar entre dos y cuatro años, lo que implica que los resultados de este programa se reflejarán a mediano plazo.
¿Cuál es el alcance del sistema de control aéreo en EE.UU.?
El sistema aéreo de Estados Unidos gestiona más de 45.000 vuelos por día, de acuerdo con datos publicados por la FAA. Esta carga de trabajo requiere una coordinación precisa entre múltiples centros de control distribuidos en todo el territorio. La creciente demanda, junto con la falta de personal y los problemas tecnológicos, ha generado cuellos de botella que inciden en la puntualidad, los costos operativos y la experiencia de los usuarios.
Diversas aerolíneas han señalado que los retrasos causados por el sistema de control aéreo aumentan los gastos en combustible, afectan la programación del personal y generan inconvenientes logísticos, especialmente en vuelos internacionales con escalas. La FAA ha reconocido estos desafíos y ha reiterado que se encuentra en proceso de revisión de su infraestructura crítica.