
La misión de reabastecimiento NG-22 de la nave Cygnus, operada por Northrop Grumman y destinada a llevar víveres, combustible y equipos esenciales a la Estación Espacial Internacional (EEI), ha sido aplazada luego de que se detectaran daños en el módulo presurizado de carga. El incidente ocurrió durante el transporte del componente desde el proveedor hasta las instalaciones de la compañía.
El lanzamiento, inicialmente programado para junio de 2025, ha sido suspendido y no se espera que se realice antes del próximo otoño. En una declaración enviada por correo electrónico al medio The Independent, un portavoz de Northrop Grumman confirmó que “el módulo presurizado de carga para la misión de reabastecimiento NG-22 resultó dañado mientras se encontraba en tránsito del proveedor hacia Northrop Grumman”. Añadió que “se están evaluando los posibles efectos en el cronograma de la misión NG-22”, y que la empresa está trabajando para acelerar los preparativos del hardware correspondiente a la misión NG-23, con el objetivo de lanzarla “tan pronto como en el otoño de 2025”.
Por su parte, la NASA indicó que mantiene una estrecha coordinación con sus socios internacionales para ajustar la programación de vuelos hacia la EEI, con el fin de asegurar el abastecimiento continuo de alimentos y hardware crítico. “Los planificadores de misión están revisando el manifiesto de vuelos de principios de 2025 para garantizar que existan las reservas alimentarias necesarias para la tripulación a bordo de la estación espacial”, afirmó un portavoz de la agencia a The Independent.
La NASA modifica la próxima misión de SpaceX para compensar el retraso de Cygnus
Como medida de contingencia, la NASA ha decidido ajustar el contenido del próximo vuelo de reabastecimiento, a cargo de una nave SpaceX Dragon, previsto para abril de 2025. De acuerdo con The Independent, la agencia planea incluir más suministros y alimentos a bordo de esta nave, con el fin de reforzar las reservas en la estación orbital y contrarrestar el impacto de la cancelación temporal de la misión NG-22.
La estación espacial mantiene actualmente alimentos suficientes para cubrir el consumo normal de la tripulación durante un periodo de cuatro a cinco meses, siempre que el vuelo de abril se ejecute sin inconvenientes y se mantenga el calendario habitual de rotación de astronautas. Según cifras citadas por The Economic Times, la EEI requiere aproximadamente 1,7 kilogramos (3,8 libras) de alimentos por astronauta por día.
Esta estrategia responde, en parte, a la decisión previa del equipo de la estación de aceptar un margen reducido de reservas alimenticias, derivado del aumento del tamaño de la tripulación durante el verano de 2024 y de cambios en la planificación de vuelos. La modificación del manifiesto de carga de la nave Dragon implica que se podrían retirar algunos elementos científicos del vuelo para dar prioridad a los víveres. Entre los experimentos originalmente programados para esta misión se encuentran una demostración de maniobras refinadas para robots flotantes, un sistema mejorado de monitoreo de la calidad del aire y dos relojes atómicos.

El daño al módulo presurizado fue confirmado tras una evaluación en marzo
Según reporta The Independent, la empresa Northrop Grumman notificó a la NASA en marzo sobre un incidente relacionado con el contenedor que transportaba el módulo presurizado. Tras realizar una evaluación técnica, se determinó que no solo el contenedor había sufrido daños, sino también el propio módulo, lo cual imposibilitó su utilización en el lanzamiento previsto.
El carguero Cygnus es una pieza fundamental en la logística de la EEI, ya que transporta alimentos, investigaciones científicas, repuestos y productos comerciales hacia la órbita baja terrestre. La nave se acopla a la estación mediante el uso del brazo robótico Canadarm2, donde permanece durante varias semanas antes de ser desorbitada y desintegrarse en la atmósfera terrestre.
La misión más reciente de un Cygnus, lanzada en 2024, llevó 3.720 kilogramos (8.200 libras) de suministros, investigaciones científicas y otros artículos a la EEI. Dicha misión enfrentó problemas técnicos que retrasaron su llegada a la estación, aunque finalmente completó con éxito su entrega. Posteriormente, la nave fue desorbitada para su destrucción controlada en la atmósfera.

La estación se mantiene abastecida, pero bajo estrecho margen de planificación
A pesar de los retrasos, las reservas actuales en la estación permiten continuar con la operación normal durante los próximos meses, bajo el supuesto de que el vuelo de abril de SpaceX no sufra contratiempos. La coordinación entre las agencias espaciales asociadas resulta crítica en este tipo de situaciones, ya que cualquier alteración en los calendarios de vuelo puede repercutir en la seguridad y operatividad del complejo orbital.
“La NASA y sus socios internacionales trabajan cuidadosamente en la programación del manifiesto de la EEI para asegurar que el complejo esté abastecido con alimentos y hardware crítico, y para adaptarse a cualquier cambio necesario en los vuelos”, explicó un portavoz de la agencia en declaraciones a The Independent.
En caso de que se presenten más demoras o complicaciones, los planificadores de misión deberán contemplar nuevos ajustes en futuras entregas o modificar la dieta planificada de los astronautas para extender el margen de reservas. Mientras tanto, las investigaciones científicas y operaciones rutinarias a bordo de la EEI continúan según lo previsto.