Estados Unidos lanzó este viernes una nueva oleada de ataques contra los hutíes en Yemen, que alcanzó decenas de sitios enemigos. En total, se registraron 36 ofensivas que, según los insurgentes, dejaron al menos un muerto y cuatro heridos.
Las maniobras se centraron en zonas clave de Saná, así como en las provincias de Saada, Al Jawf y Marib, donde suelen estar las posiciones militares estratégicas desde las que operan los terroristas.
En la capital, se produjeron ocho ataques aéreos sobre los cuarteles de Al Sawad, al sur, mientras que en Saada fueron 14 los bombardeos y en Sahar, dos. También, previamente, los hutíes habían reportado ocho ofensivas sobre su complejo gubernamental en la ciudad de Al Hazm, en la provincia de Al Jawf, y otras cuatro ofensivas aéreas en el distrito de Majzar.
Los rebeldes, como suelen hacer, confirmaron estas “agresiones estadounidenses” y prometieron una respuesta contundente, como las que han estado dando en los últimos días, contra sus buques desplegados en aguas regionales.

“Seguiremos apoyando y permaneciendo junto a nuestros firmes y oprimidos hermanos en Gaza hasta que cese la agresión contra ellos y se levante el asedio”, aseguraron.
Por su parte, el Mando Central del Ejército (CENTCOM) que responde a la Casa Blanca publicó una serie de videos en sus redes sociales en los que se veía el despegue de aviones caza y el momento en el que impactan sus explosivos en Yemen. “Las fuerzas del CENTCOM atacan posiciones de los hutíes”, se lee junto a las imágenes.
La guerra entre Estados Unidos y los hutíes se reactivó pocas semanas atrás luego de que Israel y Hamas fracasaran en sus intentos por extender la tregua de enero y las Fuerzas de Defensa retomaran sus operaciones en la Franja de Gaza.

Sin embargo, en esta oportunidad, el presidente Donald Trump aseguró que no se mantendría pasivo ante estas agresiones y ordenó una fuerte ofensiva militar que evite que el enemigo ponga nuevamente en riesgo a Israel, a sus tropas y a otros buques que naveguen por la zona.
“El ataque de los hutíes (...) no será tolerado. Usaremos una fuerza letal abrumadora hasta que hayamos logrado nuestro objetivo de proteger el trasporte marítimo, aéreo y naval estadounidense, y restaurar la libertad de navegación”, prometió a mediados de marzo.
Asimismo, definió el envío de un segundo portaaviones, el Carl Vinson, al mar Rojo, para reforzar sus operaciones allí y mejorar su capacidad de ataque y defensa.

Previo a los de este viernes, la víspera Estados Unidos ya había lanzado otros 39 bombardeos sobre Yemen, la cifra más alta en un día desde el anuncio de Trump.
En respuesta, los hutíes han estado dirigiendo sus misiles contra el portaaviones USS Harry S Truman, así como contra puntos israelíes, aunque no se han registrado aún importantes daños o bajas en ninguno de los casos.
El grupo llevó a cabo “una operación militar conjunta contra buques de guerra enemigos en el mar Rojo, liderados por el portaaviones estadunidense Truman, con varios misiles balísticos y de crucero, y drones, y cumplió con éxito su objetivo”, indicó la víspera el portavoz de los insurgentes, Yahya Sarea.
“La agresión estadounidense solo aumentará la firmeza y la resistencia de los yemeníes. Los enfrentamientos de los últimos días solo fueron el comienzo de lo que será una expansión gradual de las operaciones defensivas”, sumó entonces.
(Con información de EFE y Europa Press)