
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, celebró este martes que Armenia y Azerbaiyán hayan acordado la versión final y resuelto las últimas cláusulas del texto con el que sellarán la paz, en el conflicto que lleva ya más de cuarenta años.
Rubio mantuvo una llamada telefónica con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, en la que le manifestó “la importancia de una paz duradera para romper el ciclo de conflicto regional y traer la seguridad y prosperidad” a la región del Cáucaso Sur, a la par que resaltó que “cualquier escalada allí es inaceptable”.
Asimismo, las partes conversaron sobre “intereses comunes como socios estratégicos”, de cara a esta nueva etapa para el país tras el enfrentamiento con Bakú, que tuvo su epicentro en la zona de Nagorno Karabaj, un territorio de aproximadamente 4.400 kilómetros cuadrados reintegrado en Azerbaiyán desde la ofensiva de 2023.

La llamada de Rubio le siguió a un primer anuncio, el pasado 13 de marzo, en el que ambos países informaron que habían acordado el texto de un acuerdo de paz, para cuya firma solo restaba dialogar sobre unos últimos artículos.
“La condición principal para la firma del texto negociado es la enmienda de la Constitución de Armenia a fin de eliminar las reclamaciones contra la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán”, informó entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores azerí.
Tras dicho anuncio, los mandatarios iniciaron las consultas conjuntas para avanzar con la firma del documento y, poco menos de dos semanas después, aseguraron haber alcanzado un consenso.
Al igual que Estados Unidos, la semana pasada, la OTAN manifestó su entusiasmo por esta instancia que promete poner fin a décadas de enfrentamiento, violencia y desplazamiento de civiles.

“Celebramos la finalización de las negociaciones sobre el acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y esperamos con interés su firma y ratificación. Es un avance significativo en el proceso de normalización y un impulso para la seguridad regional”, declaró la portavoz de la Alianza, Allison Hart.
También, la Unión Europea dijo estar “satisfecha” por la noticia y felicitó a Armenia y Azerbaiyán por su “trabajo persistente en esta dirección durante los últimos años, tanto a nivel bilateral como con la participación de la comunidad internacional”.
“La Unión Europea está dispuesta a apoyar todos los nuevos pasos hacia una paz y seguridad duraderas en el Cáucaso”, sostuvo el presidente del Consejo Europeo, António Costa, a la par que el presidente francés, Emmanuel Macron, un fuerte aliado de Ereván y anterior mediador entre las partes, destacó también este avance en la relación.
“Ya no hay nada que impida la firma de un tratado de paz que debería allanar el camino para una paz duradera en el Cáucaso Sur”, escribió el mandatario en sus redes sociales.
El conflicto entre las partes surgió en la década de 1980, cuando Nagorno Karabaj -entonces de población mayoritaria armenia- se separó de Azerbaiyán.

Consecuencia de ello, se produjo una migración masiva de cientos de miles de azeríes, en su mayoría musulmanes, de Armenia, al igual que otros tantos armenios, en su mayoría cristianos, de Azerbaiyán.
Tras permanecer décadas bajo control de Armenia, en septiembre de 2023, Bakú retomó por la fuerza el territorio y desató, así, una nueva oleada de inmigración de armenios.
(Con información de Europa Press)