
Melanie Epperson, una residente del estado de Nueva York, vivió una experiencia inesperada al reencontrarse con su perro Snuggles, quien había desaparecido hace más de una década. La historia se remonta al año 2014, cuando el cachorro, de pelaje marrón claro, se extravió durante una mudanza familiar. Epperson se encontraba ayudando a su nieto a instalarse en su nuevo hogar cuando el perro se escapó y no volvió a aparecer.
“Estaba preocupada, especialmente cuando llegó el invierno, porque no le gusta el frío”, declaró Epperson a WKBW-TV. Tras buscar sin éxito durante varios meses, la mujer acabó por perder la esperanza de encontrar a su mascota. Snuggles, que entonces era apenas un cachorro, no regresó a casa y tampoco se recibieron reportes sobre su paradero, lo que alimentó la incertidumbre y el desconsuelo de su familia.
Todo cambió inesperadamente en marzo de 2025, cuando el Refugio de Animales de la Ciudad de Buffalo recibió un perro que fue entregado por una persona desconocida. Como parte de su protocolo habitual, los trabajadores del refugio escanearon al animal en busca de un microchip antes de ponerlo en adopción. El dispositivo implantado bajo la piel del perro contenía información de contacto de Chantel Stroud, hija de Melanie Epperson, lo que permitió a las autoridades establecer comunicación con la familia después de once años de ausencia.
El protocolo del refugio permitió identificar al animal antes de que fuera ofrecido en adopción
Según reportó WKBW-TV, el personal del refugio actuó conforme a las pautas establecidas, lo que resultó clave para la identificación de Snuggles. Al ser escaneado, el microchip reveló que el perro estaba registrado a nombre de Stroud, quien fue contactada directamente. La mujer se mostró sorprendida por la llamada que recibió. “Cuando me preguntaron si conocía a Snuggles, dije ‘sí, eso fue hace mucho tiempo’. Luego preguntaron si conocía a Melanie, y respondí: ‘es mi mamá’”, contó a WKBW-TV.
Stroud no tardó en transmitir la noticia a su madre, quien al principio creyó que se trataba de una broma. “Pensé que era una broma”, explicó Epperson al medio. El escepticismo inicial pronto se transformó en emoción al confirmarse la identidad del animal y concretarse el reencuentro. Epperson recibió a su perro días después, completando una historia de pérdida y reencuentro que abarcó más de una década.

El microchip fue determinante para que la familia recuperara a Snuggles
El caso de Snuggles pone de relieve el papel que cumple la tecnología de identificación animal. La American Animal Hospital Association (AAHA) indica que los microchips ofrecen una forma de identificación permanente, más confiable que collares o placas de metal. El dispositivo, del tamaño de un grano de arroz, se implanta bajo la piel del animal mediante un procedimiento simple y sin dolor.
Según la American Veterinary Medical Association (AVMA), los animales que cuentan con un microchip tienen una mayor probabilidad de ser devueltos a sus dueños en caso de extravío. En el caso de los perros, los datos recopilados por la asociación muestran que el 52,2% de los animales perdidos con microchip logran regresar con sus propietarios, frente al 21,9% de los que no cuentan con esta tecnología.
En el caso de Snuggles, la existencia del microchip fue decisiva. A pesar del paso del tiempo, el refugio pudo rastrear a la familia original, evitando que el perro fuera adoptado por otra persona. La fiabilidad del sistema permitió que el vínculo entre la mascota y su dueña se restableciera más de una década después de la separación.
Una segunda oportunidad para compartir tiempo juntos
El reencuentro trajo consigo una nueva etapa para Epperson y Snuggles. La mujer expresó su alegría por volver a tener a su mascota a su lado. “Busqué en Google, y puede vivir hasta los 18 años. Así que tengo otros cuatro o cinco buenos años para abrazar a Snuggles”, declaró Epperson a WKBW-TV.
Aunque se desconoce qué ocurrió con Snuggles durante los once años que estuvo desaparecido, el perro fue encontrado en buen estado de salud. El refugio no reportó signos de maltrato ni enfermedad. Su regreso marca el cierre de un capítulo doloroso para su familia y demuestra la efectividad del microchip como herramienta para proteger a las mascotas.
La historia de Snuggles refleja el impacto que puede tener la identificación electrónica en casos de animales perdidos. Tanto la AAHA como la AVMA recomiendan a los dueños de mascotas implantar microchips en sus animales como medida preventiva. La información almacenada en estos dispositivos se mantiene vigente durante toda la vida del animal y permite una rápida localización de los dueños, incluso después de muchos años.