
Ben Affleck no quiere alimentar teorías sobre su ruptura con Jennifer López, y por primera vez se refiere directamente a su divorcio con la cantante, finalizado en enero de 2025. En una extensa entrevista con la revista GQ, publicada el 25 de marzo, el actor de 52 años aseguró que no hubo ningún escándalo detrás de la separación. “No hay telenovela, no hay intriga”, dijo. Según GQ, su intención es explicar que, lejos de los titulares sensacionalistas, se trató de una decisión madura y sin dramatismo.
El ganador de dos premios Óscar reconoció que la vida en pareja con alguien tan expuesta como López implicaba asumir ciertas diferencias de carácter. “Mi temperamento es ser más reservado y privado que el de ella”, declaró en la misma entrevista, reproducida también por People. Ambos artistas comenzaron su relación en 2002, se separaron en 2003 y retomaron el vínculo en 2021. En 2022 se casaron en dos ceremonias: una en Las Vegas y otra en Georgia. En agosto de 2024, López presentó la solicitud de divorcio.
Affleck participó activamente en el documental The Greatest Love Story Never Told, lanzado en 2024, que retrata su matrimonio con la artista. “Si voy a participar, quiero hacerlo de una manera honesta”, dijo. Según People, fue él quien propuso la idea de incluir su punto de vista en el proyecto. La escena en la que se muestra incómodo al enterarse de la exposición pública que implicaría el documental, según la revista GQ, fue real: “Me tomé un respiro y pensé: ‘OK, acá vamos de nuevo’”.
Un proceso sin conflicto

El actor insiste en que el divorcio no fue producto de una pelea ni de una crisis repentina. “La verdad es mucho más cotidiana de lo que la gente cree”, expresó en GQ. Rechaza la idea de que exista una causa única o una escena determinante. Según People, el relato que ofrece Affleck es el de dos personas adultas que intentaron conciliar sus mundos y que finalmente tomaron caminos distintos, sin resentimiento ni versiones enfrentadas.
“Es solo la historia de personas que tratan de entender su vida y sus relaciones, como todos”, explicó. Según sus palabras, las diferencias en torno a la gestión de la vida pública y el espacio íntimo no fueron el detonante del final, pero sí una parte inevitable del proceso. En el documental, el actor resume esa tensión con una metáfora: “No puedes casarte con una capitana de barco y decir que no te gusta salir al agua”.
En la conversación con GQ, enfatiza que está dispuesto a compartir detalles personales “siempre que mis verdaderos sentimientos e intenciones queden claros”. Añade que tiene un profundo respeto por Jennifer López, a quien describe como “alguien admirable, con mucho talento y una enorme capacidad para navegar la fama”.
Su relación con la fama y los medios de comunicación
Affleck sostiene que lleva más de dos décadas lidiando con una narrativa mediática que lo representa como un personaje fuera de su control. En GQ describe la experiencia como formar parte de una “telenovela” en la que “no escribes, no diriges y ni siquiera sabes que estás participando, pero igual eres parte”. Según el actor, esa dinámica distorsiona la percepción pública: “La gente me ve frustrado con un parquímetro y cree que hay una historia detrás”.
En esa línea, también desmintió recientes rumores sobre una supuesta visita del FBI a su domicilio en Los Ángeles. Según GQ, la agencia recorrió su vecindario por un caso ajeno, pero la prensa lo vinculó erróneamente a un incidente con drones. “Lo único que hice fue llamar al FBI para preguntar qué pasaba. Me enteré por las fotos que tomaron los paparazzi”, dijo.
Affleck intenta ser un padre presente

Más allá de su fama, Affleck insiste en presentarse como un hombre común. Según People, trabaja todos los días en su oficina en Los Ángeles, donde gestiona su productora Artists Equity, creada junto a Matt Damon. La decisión de fundarla responde, en parte, a su deseo de estar presente en la vida de sus tres hijos, nacidos de su matrimonio anterior con Jennifer Garner. “No quería seguir filmando lejos de casa y perder momentos que no se repiten”, dijo.
El actor asegura que tiene una buena relación con Garner y que ambos son “buenos compañeros de crianza”. También habló de su sobriedad, un proceso que vive desde hace más de cinco años. “No es el centro de mi vida ahora, pero en su momento fue difícil”, dijo. Sobre su participación en películas como The Way Back, admite que canalizó su experiencia personal para enriquecer el personaje, sin convertirlo en una declaración pública.
Sus prioridades han cambiado: actúa solo en proyectos que lo entusiasman y rechaza los que no encajan con su vida familiar. The Accountant 2, que se estrena próximamente, es uno de esos casos: una historia de acción con personajes complejos. “Me gusta cuando un thriller permite explorar emociones humanas”, explicó a GQ.