
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) está cerca de formalizar un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para verificar direcciones de inmigrantes que han recibido órdenes de deportación.
Según informó The New York Times, este convenio permitiría a la agencia tributaria confirmar si los datos de domicilio proporcionados por los funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) son correctos, marcando un cambio significativo en el uso de información fiscal protegida para respaldar las políticas de deportación masiva impulsadas por la administración del presidente Donald Trump.
Según un borrador del acuerdo revisado por The New York Times, el IRS no entregaría directamente la información de los contribuyentes, sino que se limitaría a verificar si las direcciones proporcionadas por ICE coinciden con los registros fiscales.
Este enfoque es más limitado que solicitudes previas realizadas por el Departamento de Seguridad Nacional, que buscaban acceso directo a los datos de los inmigrantes. Sin embargo, la medida sigue generando preocupación debido a las estrictas leyes federales que protegen la confidencialidad de la información tributaria.

La recopilación de datos de inmigrantes
El IRS ha sido históricamente una de las pocas agencias gubernamentales que interactúa con inmigrantes indocumentados de manera regular. Muchos de ellos presentan declaraciones de impuestos utilizando un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN), un código de nueve dígitos que les permite cumplir con sus obligaciones fiscales a pesar de no contar con un número de Seguro Social. Este sistema ha permitido al IRS recopilar información detallada sobre los ingresos, empleadores, familias y domicilios de millones de personas en situación irregular.
A lo largo de los años, el IRS ha alentado a los inmigrantes indocumentados a pagar impuestos, asegurándoles que su información estaría protegida por estrictas leyes de confidencialidad. Sin embargo, según consignó el diario neoyorquino, la administración Trump presionó para que esta información se utilizara en su campaña de deportaciones masivas, lo que generó tensiones dentro de la agencia tributaria. En el pasado, los funcionarios del IRS se habían resistido a estas solicitudes, argumentando que compartir datos fiscales podría violar las leyes federales.

Cambios en la dirección del IRS
El panorama cambió tras la designación de un nuevo abogado principal en el IRS por parte de la administración Trump. Según detalló The New York Times, este cambio en el liderazgo parece haber facilitado las negociaciones para el acuerdo con el ICE. Aunque los términos aún están en proceso de finalización, el convenio actual es más limitado que las solicitudes iniciales, que buscaban acceso directo a los registros fiscales de los inmigrantes.
El medio también reportó que el Departamento de Seguridad Nacional ha intentado en repetidas ocasiones involucrar al IRS en sus esfuerzos por combatir la inmigración irregular. Estas iniciativas incluyen la solicitud de auditorías a empresas que podrían estar contratando a trabajadores indocumentados, una estrategia que busca disuadir la contratación de personas sin autorización legal para trabajar en el país.
Ni el Departamento del Tesoro, que supervisa al IRS, ni el ICE respondieron a las solicitudes de comentarios realizadas por The New York Times sobre el acuerdo en discusión.