
Una serie de detenciones prolongadas de ciudadanos europeos en puntos fronterizos de Estados Unidos ha generado preocupación entre viajeros, diplomáticos y organizaciones de derechos civiles. Las autoridades migratorias estadounidenses han declarado inadmisibles a varios turistas bajo el argumento de posibles violaciones a las condiciones de ingreso, sin divulgar detalles específicos sobre los criterios aplicados. Esta situación ha provocado cuestionamientos sobre la transparencia y consistencia de las políticas migratorias en vigor.
Los casos reportados incluyen a viajeros procedentes de Alemania, Reino Unido y Canadá, países que forman parte del Programa de Exención de Visado (Visa Waiver Program), un mecanismo que permite la entrada temporal sin necesidad de visa. No obstante, la autorización emitida por el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA) no garantiza el ingreso automático, ya que la decisión final recae en los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
The Associated Press revela que algunos turistas fueron trasladados a centros de detención durante periodos que superaron las dos semanas, incluso cuando no contaban con antecedentes ni intención de permanecer en el país más allá de lo permitido. Las condiciones de detención, el uso de esposas y cadenas, así como la falta de traductores o acceso a asistencia legal, han sido aspectos señalados por los afectados y organizaciones que monitorean el cumplimiento de los derechos de los migrantes.

¿Qué casos de turistas detenidos han sido documentados en EE.UU.?
Según The Associated Press el 20 de marzo de 2025, al menos cuatro ciudadanos europeos fueron detenidos en las últimas semanas en cruces fronterizos con México y Canadá. Lucas Sielaff, ciudadano alemán de 25 años, ingresó a EE.UU. el 27 de enero con un permiso de 90 días. Durante un viaje a Tijuana con su prometida, ciudadana estadounidense, fue interceptado al volver a territorio estadounidense el 18 de febrero. A pesar de haber estado solo 22 días en el país, las autoridades consideraron que Sielaff violó su estatus migratorio. Fue trasladado al centro de detención de Otay Mesa, en San Diego, donde permaneció 16 días.
En otro caso, Jessica Brösche, también de nacionalidad alemana, fue detenida el 25 de enero en el mismo cruce fronterizo y pasó 45 días bajo custodia. Su detención incluyó al menos siete días en régimen de aislamiento, según relató su amiga Ashley Paschen a AP. Brösche fue liberada y regresó a Alemania el 11 de marzo, sin recibir una explicación detallada sobre su detención.
Otras detenciones se registraron en la frontera norte. Becky Burke, una turista de Gales, fue retenida el 26 de febrero al intentar ingresar desde Canadá. Permaneció casi tres semanas en un centro de detención en Washington antes de ser enviada de regreso. Jasmine Mooney, una ciudadana canadiense con visa de trabajo, fue detenida el 3 de marzo en la frontera de Tijuana y liberada el 15 de marzo, según confirmó su amiga Brittany Kors a The Associated Press.

¿Qué dicen las autoridades de inmigración de EE.UU. sobre estas detenciones?
La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) respondió al medio estadounidense AP que tanto Sielaff como Brösche fueron considerados “inadmisibles” por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). ICE sostuvo que los viajeros pueden ser sujetos a detención y remoción si se violan los términos de entrada, aunque no ofreció detalles sobre los criterios específicos utilizados en estos casos.
Por su parte, el CBP señaló que no comenta sobre situaciones individuales, pero aclaró que, aun cuando una persona haya sido autorizada por el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA), puede ser rechazada en el punto de ingreso si un agente determina que hay razones para inadmitirla, de acuerdo con las disposiciones de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Pedro Ríos, director del Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC), dijo a AP que no había visto un patrón similar en dos décadas de monitoreo fronterizo. Consideró preocupante la acumulación de detenciones similares en corto plazo, particularmente porque los viajeros involucrados proceden de países aliados y no se les explicó con claridad la causa de su detención o el proceso legal aplicable.
¿Cuáles son los derechos de los turistas detenidos en EE.UU.?
Aunque Estados Unidos permite el ingreso temporal sin visa a ciudadanos de países incluidos en el Programa de Exención de Visado, los viajeros no gozan de las mismas protecciones legales que los residentes permanentes o los solicitantes de asilo. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el ingreso al país puede ser denegado por razones de inadmisibilidad sin necesidad de un proceso judicial.
Los detenidos pueden ser sujetos a procedimientos de remoción expedita. En su sitio oficial, ICE informó que este tipo de remoción se aplica principalmente a unidades familiares en la frontera suroeste, pero también se ha extendido a casos individuales. Estas medidas incluyen entrevistas para evaluar temores de persecución, aunque no está claro si los turistas detenidos recientemente recibieron dichas evaluaciones.
La Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) emitió un comunicado a su comunidad internacional alertando sobre riesgos de reingreso ante posibles cambios en los requisitos migratorios durante los períodos de viaje. Esta advertencia fue motivada por la evolución de las políticas federales bajo la actual administración.
¿Qué impacto tienen estas detenciones en las relaciones diplomáticas?
La retención de ciudadanos extranjeros ha generado reacciones en países afectados. David Eby, primer ministro de Columbia Británica, expresó a medios canadienses su preocupación por la relación con Estados Unidos, calificando la situación como “impredecible”. En Alemania, medios locales han seguido de cerca los casos de Sielaff y Brösche, reflejando el interés gubernamental en el tratamiento que reciben sus ciudadanos.
Los viajeros afectados han manifestado que reconsiderarán futuros viajes a Estados Unidos. Lucas Sielaff indicó que, tras su experiencia, canceló los planes de realizar su boda en Las Vegas. Otros testimonios señalan afectaciones emocionales y económicas, especialmente por los costos asociados a la deportación forzada y la imposibilidad de defenderse legalmente en el momento de la detención.