
A partir del 31 de marzo, la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) implementará nuevas medidas para reforzar la verificación de identidad de los beneficiarios y solicitantes de prestaciones. La agencia dejará de aceptar verificaciones de identidad por teléfono y requerirá que quienes no puedan completar el proceso en línea acudan en persona a una oficina de campo para validar su información.
La nueva política afectará tanto a los nuevos solicitantes como a los beneficiarios actuales que deseen modificar su información de depósito directo. Según indicó la SSA en una conferencia de prensa, el objetivo es reducir los casos de fraude y garantizar que los pagos sean recibidos por los beneficiarios legítimos. “El Seguro Social puede proteger mejor a los estadounidenses mientras agiliza el servicio”, afirmó Leland Dudek, comisionado interino de la SSA, en su primera intervención con los medios de comunicación.
Sin embargo, la medida ha generado preocupación entre defensores de jubilados y personas con discapacidad, quienes advierten que podría dificultar el acceso a los beneficios para muchas personas, especialmente aquellas que viven en zonas rurales, tienen movilidad reducida o carecen de acceso estable a internet.

Impacto en beneficiarios y acceso a oficinas del Seguro Social
Uno de los principales problemas señalados por organizaciones de defensa de los jubilados es que la nueva política podría representar un obstáculo para los adultos mayores y personas con discapacidades que dependen de los pagos del Seguro Social. Muchas de estas personas residen en comunidades alejadas y tienen dificultades para trasladarse a una oficina de la SSA.
La preocupación se intensifica debido a que la agencia está cerrando varias oficinas en todo el país. Según información publicada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), se han terminado o se terminarán los contratos de arrendamiento de 47 oficinas de campo en estados como Arkansas, Texas, Luisiana, Florida, Kentucky y Carolina del Norte.
“Requerir que las personas acudan en persona mientras se cierran oficinas es una contradicción que dificultará aún más el acceso de los beneficiarios”, señalaron organizaciones de jubilados, citadas por la agencia de noticias AP.
Fraude y justificación de las nuevas medidas de verificación
La SSA ha defendido la decisión argumentando que se trata de una medida necesaria para reducir el fraude en los pagos del Seguro Social. Según explicó Dudek, la agencia pierde más de 100 millones de dólares anuales debido a fraudes relacionados con depósitos directos.
Uno de los principales problemas que enfrenta la SSA es que el sistema actual de verificación de identidad, basado en información de conocimiento público, no es suficiente para prevenir fraudes. “La información que utilizamos a través de la autenticación basada en conocimientos ya está en el dominio público”, explicó Dudek.
Además del requisito de verificación en persona, la agencia también anunció que agilizará el procesamiento de cambios en depósitos directos, reduciendo el tiempo de espera de 30 días a un día hábil para completar el trámite.
Críticas políticas y denuncias sobre un intento de privatización
La decisión de endurecer los requisitos de verificación de identidad también ha generado reacciones en el ámbito político. El congresista John Larson, demócrata de Connecticut y miembro principal del Subcomité de Seguridad Social de la Cámara de Representantes, criticó la medida y acusó a la administración de Donald Trump y al empresario Elon Musk de intentar desmantelar el Seguro Social para justificar su privatización.
“Al exigir que los adultos mayores y las personas con discapacidad se inscriban en línea o en persona en las mismas oficinas que están cerrando, en lugar de permitir el trámite por teléfono, Trump y Musk están tratando de generar caos e ineficiencias en la SSA para que luego se justifique su privatización”, declaró Larson en un comunicado citado por AP.
Elon Musk, quien lidera el DOGE, ha sido un crítico abierto del Seguro Social y ha calificado el programa como un “esquema Ponzi”, sugiriendo que el gasto público en estos beneficios es insostenible. Además, ha respaldado recortes en el presupuesto federal, lo que ha generado preocupación sobre el futuro del sistema de beneficios para jubilados y personas con discapacidad.

Demandas y preocupaciones sobre el acceso a datos sensibles
Mientras continúan las controversias sobre el futuro de la SSA, una coalición de sindicatos ha presentado una demanda ante un tribunal federal en un intento de frenar los cambios impulsados por el DOGE. La demanda solicita una orden judicial de emergencia para impedir que la agencia gubernamental acceda a datos sensibles de millones de beneficiarios del Seguro Social.
La creciente incertidumbre ha llevado a que ciudadanos preocupados asistan a reuniones con legisladores republicanos en todo el país para exigir respuestas sobre los planes de la administración de Trump en relación con el Seguro Social. AP reportó que en varias asambleas públicas recientes, votantes han cuestionado directamente a los legisladores sobre los recortes presupuestarios y las medidas que podrían afectar a los beneficiarios del sistema.
A medida que se acerca la fecha de implementación de las nuevas reglas, persisten las preocupaciones sobre su impacto en millones de estadounidenses, en un momento en que el acceso a los beneficios del Seguro Social sigue siendo un tema central en el debate político y social del país.