
Brittany Fortinberry, una exmaestra de matemáticas en el Distrito Escolar Metropolitano de Martinsville, en Indiana, enfrenta múltiples cargos de abuso sexual tras ser acusada por al menos cinco adolescentes, incluido un menor de 13 años. La mujer de 31 años ha sido imputada por delitos como abuso infantil, distribución de material perjudicial para menores y conducta sexual inapropiada con menores, según reportes de WTHR (medio afiliado a NBC) y Fox 59.
Las investigaciones comenzaron en agosto de 2024, cuando dos estudiantes denunciaron ante el personal de su escuela que Fortinberry les enviaba mensajes y videos explícitos a través de Instagram. Posteriormente, una abuela reportó a las autoridades que su nieto de 15 años también había sido víctima de la docente, lo que llevó a una indagación más profunda. A medida que el caso avanzaba, otras víctimas revelaron haber sido drogadas y abusadas en la residencia de Brittany. La mujer también habría manipulado a los adolescentes con amenazas de suicidio para evitar ser denunciada, según informes de WISH-TV.
El caso ha generado indignación en la comunidad de Martinsville, donde padres y autoridades han expresado su preocupación sobre los mecanismos de control y supervisión dentro del sistema educativo. Algunos han señalado que es fundamental reforzar los protocolos de seguridad para prevenir situaciones similares en el futuro, mientras que otros han cuestionado cómo Fortinberry pudo mantener estas relaciones ilícitas con estudiantes sin ser detectada durante tanto tiempo.
Acusaciones graves y nuevos cargos contra la exprofesora
Fortinberry ya había sido acusada previamente de delitos relacionados con abuso a menores, pero nuevas denuncias han ampliado el número de cargos en su contra. De acuerdo con Fox 59, la exdocente enfrenta 10 cargos adicionales por abuso infantil, ocho por distribución de material perjudicial para menores, cinco por contribución a la delincuencia juvenil y uno por conducta sexual inapropiada con un menor.
Uno de los testimonios más impactantes, citado por WISH-TV, señala que Fortinberry drogó a varios adolescentes antes de agredirlos sexualmente en su casa. Un menor de 13 años relató que, al resistirse, la exprofesora le dijo: “Solo déjalo pasar”. Además, se le acusa de haber comprado artículos por valor de 600 dólares para un grupo de adolescentes y de obligarlos a usar máscaras de la película Scream antes de agredirlos sexualmente.
Manipulación y amenazas a las víctimas
Las investigaciones revelaron que Fortinberry utilizó diversas tácticas de manipulación para mantener el silencio de sus víctimas. Según PEOPLE, amenazaba con suicidarse si alguno de los adolescentes la denunciaba. Esta estrategia de coerción se repitió en varios casos, lo que generó temor entre los afectados.
Otra madre, quien en algún momento fue amiga de Fortinberry, declaró a Fox 59 que notó un comportamiento extraño en su hijo. Posteriormente, descubrió que la docente le había enviado videos explícitos a través de Snapchat. También se reportó que la exprofesora compraba regalos costosos a los adolescentes, incluyendo cigarrillos electrónicos y marihuana, con el fin de ganarse su confianza y facilitar sus abusos.

Pruebas y hallazgos en la investigación
Las autoridades ejecutaron una orden de registro en la casa de Brittany, donde encontraron pruebas que coincidían con los relatos de las víctimas. Entre los objetos incautados estaban un tubo de striptease y varios juguetes sexuales, los cuales habían sido mencionados en mensajes que la exdocente enviaba a los adolescentes, según informó PEOPLE.
Además, las evidencias digitales recuperadas por los investigadores incluyen conversaciones en las que Fortinberry incitaba a los menores a enviarle contenido explícito a cambio de dinero. Según Fox 59, uno de los adolescentes aseguró que la mujer le ofrecía cientos de dólares si le enviaba fotografías de sus genitales. Otro joven declaró que la acusada lo obligó a presenciar encuentros sexuales con otros menores cuando se negó a participar.
Impacto en la comunidad educativa y próximo juicio
El caso ha generado preocupación entre padres y docentes en Indiana, quienes han solicitado una revisión de las políticas de contratación y supervisión en las escuelas locales. La gravedad de las acusaciones ha puesto de relieve la necesidad de reforzar los mecanismos de protección infantil dentro del sistema educativo.
Brittany Fortinberry, quien renunció a su cargo el 23 de agosto de 2024, según FOX59, enfrenta su juicio con jurado programado para el 25 de junio en el Tribunal Superior de Morgan. La fiscalía ha solicitado que se le niegue la libertad bajo fianza debido a la severidad de los cargos y al peligro que podría representar para la comunidad.
Mientras tanto, las autoridades escolares han enfatizado la importancia de crear entornos seguros donde los estudiantes puedan denunciar cualquier comportamiento inapropiado sin temor a represalias. La comunidad sigue atenta al desarrollo del caso, a la espera de que se haga justicia para las víctimas.