La increíble réplica de Nueva York que aún conserva tecnología de los años 90

Ubicado en el Museo de Queens, este modelo urbano es una de las representaciones más detalladas del mundo. Su historia y los retos que enfrenta para su conservación

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Robert Moses encargó el Panorama
Robert Moses encargó el Panorama para la Feria Mundial de Nueva York de 1964-65 (Brian Cahn/ZUMA Wire/Alamy Live News)

En una sala del Museo de Queens, una réplica minuciosa de la ciudad de Nueva York se extiende ante los visitantes. El Panorama de la Ciudad de Nueva York, con sus 895 metros cuadrados, es la maqueta a escala más grande de la ciudad y una de las representaciones urbanas más detalladas del mundo. Desde su instalación en 1964, esta obra se mantuvo casi intacta, congelada en el tiempo.

Un modelo para planificar el futuro

El Panorama nació como un ambicioso proyecto encargado por el urbanista Robert Moses para la Feria Mundial de Nueva York de 1964-65. Más de 100 trabajadores dedicaron tres años a construirlo bajo la dirección de Raymond Lester & Associates, especialistas en modelos arquitectónicos, explica el museo de Queens en su sitio web.

La maqueta tenía un propósito más allá de la exhibición: sus piezas desmontables permitían estudiar patrones de tráfico y planificar barrios. Para lograr precisión, el equipo utilizó fotografías aéreas y mapas de seguros contra incendios.

La restauración de 1992 costó
La restauración de 1992 costó casi 2 millones de dólares, según el Museo de Queens (Brian Cahn/ZUMA Wire/Alamy Live News)

Con un margen de error inferior al 1%, el modelo reflejaba con exactitud cada calle, parque y edificio construido antes de 1964, según indicó CNN.

En la feria, el Panorama se convirtió en una de las atracciones más visitadas. Los asistentes podían recorrerlo a bordo de un paseo en “helicóptero”, una serie de vehículos de plástico con orugas que circulaban a su alrededor simulando un sobrevuelo a 6.000 metros de altura.

Evolución y modificaciones

Durante los años posteriores, el modelo recibió actualizaciones para reflejar el desarrollo de la ciudad. Entre 1967 y 1974, se añadieron nuevas construcciones, y en 1992 se realizó la última gran renovación por la reapertura del museo en 1994.

La empresa original, Lester & Associates, fue contratada nuevamente para actualizar los 273 paneles que componen la maqueta. Con un equipo de especialistas, reemplazaron 60.000 edificios y mejoraron el sistema de iluminación, afirmó el museo.

Tom Jarrow, quien trabajó en esa restauración, recordó en CNN que cada detalle fue hecho a mano, desde los árboles en miniatura hasta las ventanas grabadas con ácido.

El costo de esa actualización fue de casi 2 millones de dólares (aproximadamente 4,5 millones actualmente), pero desde entonces no se realizaron más cambios. Lugares como Hudson Yards, el High Line o los rascacielos ultradelgados de Manhattan no aparecen en el modelo.

Un desafío de mantenimiento

El Panorama requiere un mantenimiento constante. Dos veces al año, el equipo del museo lo limpia con cepillos y aspiradoras de baja intensidad, un proceso que puede tardar hasta dos semanas, explicó CNN.

Para financiar su conservación, el museo lanzó en 2009 el programa “Adopta un Edificio”, que permite a los visitantes “comprar” un pedazo de la maqueta. A cambio de una donación, reciben una escritura simbólica del lugar elegido, ya sea un apartamento, un parque o un restaurante.

Los edificios de Hudson Yards
Los edificios de Hudson Yards se elevan sobre el bajo Manhattan, que no están presentes en la maqueta (REUTERS/Lucas Jackson/File Photo)

A pesar de los esfuerzos, el modelo enfrenta problemas. Muchas de sus luces originales dejaron de funcionar, y su sistema eléctrico sigue basado en tecnología de los años 90.

Jarrow recordó que en su momento ya era difícil encontrar piezas para las más de 3.000 foquitos de colores que iluminaban la ciudad en la maqueta.

El futuro del Panorama

El Museo de Queens busca modernizar el Panorama sin alterar su esencia. Gracias a una subvención del Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas, se espera instalar un nuevo sistema de iluminación para 2027, más eficiente y fácil de mantener.

Otro proyecto en estudio es la digitalización de las líneas del metro, ausentes en la maqueta actual. Para Lynn Maliszewski, subdirectora de archivos y colecciones del museo, esto sería un paso crucial para el neoyorquino promedio, contó a CNN.