
Un juez en República Dominicana concedió este martes la libertad a Joshua Steven Riibe, quien fue la última persona en ver con vida a la estudiante estadounidense Sudiksha Konanki, desaparecida desde el 6 de marzo mientras estaba de vacaciones en Punta Cana, según informó CNN.
Riibe, de 22 años y estudiante de la Universidad Estatal de St. Cloud en Minnesota, solicitó su liberación mediante un recurso de habeas corpus, argumentando que las autoridades dominicanas lo habían detenido de manera indebida sin presentar cargos en su contra. Durante el proceso, su defensa sostuvo que había sido sometido a restricciones de movimiento y retención de su pasaporte sin justificación legal.
El fallo judicial se produjo un día después de que los padres de Konanki solicitaran a las autoridades que la declararan oficialmente fallecida, al considerar que la investigación apunta a un ahogamiento sin evidencia de un acto criminal.
La declaración de Riibe
Riibe fue entrevistado el fin de semana por la fiscal general dominicana Yeni Berenice Reynoso durante más de seis horas. Según documentos judiciales citados por CNN, el joven fue mantenido en un hotel bajo vigilancia policial, aunque no estaba formalmente detenido.

Durante la audiencia, Riibe afirmó que su estancia en el país había sido irregular: “Realmente quiero volver a casa y ver a mi familia. Entiendo que estoy aquí para ayudar, pero ya han pasado 10 días”, testificó. También señaló que las autoridades le realizaron múltiples interrogatorios sin traductores oficiales ni asesoría legal hasta el 12 de marzo.
El sheriff Michael Chapman, del condado de Loudoun, Virginia, donde reside la familia de Konanki, declaró que Riibe ha sido “muy directo con nuestros detectives” y que no ha encontrado “inconsistencias” en su testimonio.
Últimos momentos de Sudiksha Konanki
Konanki, de 20 años, llegó a Punta Cana el 3 de marzo junto a cinco amigas para pasar las vacaciones de spring break. Según las imágenes de seguridad del Hotel Riu República, en la madrugada del 6 de marzo fue vista en un bar del hotel junto con su grupo y dos hombres. Posteriormente, el grupo decidió ir a la playa.
De acuerdo con las declaraciones de Riibe a la fiscalía dominicana, él y Konanki fueron arrastrados por una fuerte ola cuando estaban en el agua. Aseguró que intentó ayudarla a salir, pero que ambos estaban agotados.
“Tomó mucho tiempo sacarla. Fue difícil”, dijo Riibe en su testimonio ante fiscales dominicanos, según el medio Noticias SIN. Añadió que tenía entrenamiento como salvavidas, pero en piscinas, no en el océano.

“La última vez que la vi, estaba caminando en el agua a la altura de las rodillas. Le pregunté si estaba bien, pero no escuché su respuesta porque yo estaba vomitando toda el agua que había tragado”, relató.
Después de vomitar, dijo que perdió de vista a Konanki y supuso que había tomado sus cosas y se había ido. Exhausto, se acostó en una silla de playa y se quedó dormido.
Más tarde, cuando despertó con el amanecer, fue a la habitación de un amigo para recoger su teléfono y luego regresó a su cuarto a dormir. Riibe contó que su amigo le preguntó si había visto a Konanki y que él respondió que pensaba que ella había regresado a su habitación. Al enterarse de que no había vuelto, se sorprendió.
Las amigas de Konanki comenzaron a buscarla y notificaron a las autoridades cuando no pudieron encontrarla. El Hotel Riu informó que la desaparición fue reportada alrededor de las 16:00 del jueves.
La única pista sobre su paradero fue su salida de baño tipo pareo, que fue hallada sobre una tumbona en la playa. No había señales de violencia en la escena, según fuentes citadas por CNN.

Fuertes corrientes en Punta Cana
La desaparición de Konanki ocurrió en una zona donde anteriormente se han registrado incidentes similares. El 18 de enero, la Defensa Civil de República Dominicana informó que cuatro turistas murieron ahogados en la misma playa del Hotel Riu República debido a las fuertes corrientes del mar.
La familia Konanki solicitó formalmente que las autoridades dominicanas declaren la muerte de la joven. En una carta dirigida a las autoridades, los padres expresaron su deseo de cerrar este capítulo y honrar su memoria:
“Iniciar este proceso nos permitirá comenzar el duelo y atender los asuntos relacionados con su ausencia. Si bien ninguna declaración podrá aliviar nuestro dolor, confiamos en que este paso nos brindará algo de consuelo”, escribieron.
El Sheriff del condado de Loudoun reiteró que, aunque la declaración oficial de fallecimiento depende de las autoridades dominicanas, su oficina apoyará a la familia en el proceso.
Riibe, por su parte, expresó que no tiene más información que aportar y que solo quiere regresar a su vida normal: “He hecho lo que he podido, pero en este momento no hay mucho más que pueda hacer. Solo estoy esperando regresar a casa”, concluyó.
La investigación sigue en curso mientras las autoridades dominicanas evalúan la solicitud de la familia Konanki.