
La empresa de transporte Equity Transportation Co. Inc., con sede en Walker, Michigan, cesó sus operaciones después de más de cinco décadas en el mercado, según reportó FreightWaves. La compañía, que contaba con una flota de 109 unidades y empleaba a 100 conductores, despidió a todo su personal y detuvo por completo sus actividades.
De acuerdo con publicaciones en redes sociales, algunos conductores de Equity Transportation aún esperan recibir sus salarios finales, mientras que otros han reportado cheques devueltos por fondos insuficientes. Hasta el momento, la empresa no ha emitido un comunicado oficial sobre su cierre ni ha indicado si planea acogerse a la protección por bancarrota.
El cierre de Equity Transportation no fue del todo inesperado, ya que la empresa había mostrado señales de problemas financieros en los últimos años. Según datos de RigDig, la compañía había recibido una advertencia de alto riesgo crediticio por parte de Dun & Bradstreet, lo que indicaba una situación de estrés financiero. Además, enfrentaba desafíos operativos significativos, como violaciones a las horas de servicio y múltiples accidentes registrados en los últimos dos años.

El sitio web de la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes (FMCSA) reportó que la empresa estuvo involucrada en 11 accidentes en los 24 meses previos a marzo de 2025, de los cuales nueve resultaron en vehículos remolcados, uno en lesiones y otro en una fatalidad. Aunque estos incidentes no determinan responsabilidad, reflejan un historial operativo complicado que pudo haber contribuido a la decisión de cerrar.
La “Gran Recesión del Transporte de Carga”
El caso de Equity Transportation es solo uno más en una larga lista de empresas de transporte que han cerrado sus puertas en los últimos años. Según datos de Freight Caviar, aproximadamente 88.000 compañías de transporte y 8.000 firmas de corretaje de carga dejaron de operar en 2023, en lo que se ha denominado la “Gran Recesión del Transporte de Carga”.
Las causas de esta crisis son múltiples y complejas. Entre ellas se encuentran la sobrecapacidad en el mercado, la caída de las tarifas en el mercado spot y las presiones económicas generales. Muchas empresas ampliaron sus flotas durante el auge del transporte de carga, solo para enfrentarse posteriormente a una disminución en la demanda, lo que dejó a muchas con exceso de capacidad y márgenes de ganancia reducidos.
Además, las tasas de rechazo de ofertas de carga han sido extremadamente bajas, lo que indica que los transportistas están aceptando casi cualquier carga disponible, incluso a tarifas reducidas, con tal de mantenerse operativos. Este entorno ha erosionado la rentabilidad, especialmente para las empresas pequeñas y medianas que no cuentan con la misma capacidad financiera que sus competidores más grandes.

A las dificultades internas del sector se suman presiones externas, como tensiones comerciales, inflación y conflictos globales, que han generado incertidumbre en las políticas de comercio internacional y fluctuaciones en los volúmenes de carga. Estas condiciones han dificultado aún más que las empresas de transporte mantengan ingresos estables.
El impacto de estas condiciones no se limita a empresas pequeñas o medianas. Incluso compañías icónicas, como Jack Cooper, especializada en el transporte de automóviles, han tenido que cerrar. Esta empresa, con 97 años de historia, cesó operaciones en febrero de 2025 después de que grandes fabricantes como Ford y General Motors terminaran sus contratos con ella.
Mientras algunas empresas, como Equity Transportation, han optado por cerrar sin declararse en bancarrota, otras han buscado reorganizarse bajo la protección del Capítulo 11. Por ejemplo, Turk Transportation, con sede en Carnegie, Pensilvania, presentó una solicitud de protección en febrero de 2025 con el objetivo de reestructurar su negocio. Esta empresa, que opera con 18 camiones y emplea a 10 conductores, logró un acuerdo con Love’s Financial para financiar sus operaciones y continuar pagando salarios y combustible.
Sin embargo, no todas las empresas logran sobrevivir a través de la reorganización. En 2024, la compañía de transporte Mighty Move Transportation, con sede en Illinois, se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 7, liquidando sus activos tras enfrentar demandas por incumplimiento de contrato.