EEUU anunció una recompensa de hasta USD 15 millones por datos sobre la financiación ilegal de la Guardia Revolucionaria de Irán

El Departamento de Estado brindó los nombres de cuatro ciudadanos chinos que identificó como colaboradores de estas maniobras

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Imagen de archivo de miembros
Imagen de archivo de miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán (EFE/ Abedin Taherkenareh)

El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este miércoles una recompensa de hasta USD 15 millones por información relacionada a los mecanismos financieros de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI) y sus diversas ramas, como las Fuerzas Quds, que contribuyan a poner fin a sus redes de operación ilegales.

Según la Administración de Donald Trump, la Guardia Revolucionaria “ha financiado numerosos ataques y actividades terroristas a nivel mundial, incluso a través de sus aliados externos como Hamas, Hezbollah y milicias respaldadas por Irán e Irak” gracias a “la venta de equipo militar, incluidos vehículos aéreos no tripulados o drones”, lo que resalta la necesidad de interrumpir estas transacciones.

El comunicado brindó también los nombres de cuatro ciudadanos chinos, a los que identificó como presuntos impulsores de esta “producción y venta de armamentos del CGRI, mediante la adquisición y entrega ilegal a Irán de tecnología de doble uso controlada por Estados Unidos”, y a los que alcanza el dinero ofrecido en la recompensa. Se trata de Liu Baoxia, Li Yongxin, Yung Yiu Wa y Zhong Yanlai.

Con la ayuda de terceros
Con la ayuda de terceros actores, Irán consiguió que empresas estadounidenses exportaran sus componentes militares clave al país, enmascarado bajo supuestas empresas con sede en China (REUTERS)

Precisamente, estos individuos “presuntamente tergiversaron la información sobre los usuarios finales de componentes eléctricos de doble uso de origen estadounidense, lo que llevó a empresas estadounidenses a exportar sus productos a empresas fachadas con sede en China” como Shiraz Electronics Industries (SEI), Rayan Roshd Afzar y sus filiales, donde creía que se utilizarían estos bienes que, sin embargo, eran en realidad suministrados a Irán.

En consecuencia, una gran cantidad de piezas clave con capacidad militar acabaron en manos de la Guardia Revolucionaria, pese a las sanciones y las leyes y regulaciones de control de exportaciones implementadas por Washington.

Se cree que estas maniobras llevan casi dos décadas ocurriendo, por lo menos desde mayo de 2007, y han dado al régimen persa ganancias anuales de millones de dólares, a la par que han beneficiado al enemigo en conflictos bélicos en Sudán, Yemen, Rusia, Israel y El Líbano, entre otros.

La recompensa anunciada en las últimas horas se enmarca en la política de máxima presión emprendida por el presidente Trump a su regreso a la Casa Blanca y se suma a las rondas de sanciones emitidas desde entonces.

A su regreso a la
A su regreso a la Casa Blanca, Trump restableció la política de máxima presión sobre Irán (REUTERS)

Sin ir más lejos, a finales de febrero, el Departamento de Estado informó que se habían impuesto nuevas restricciones a seis entidades con sede en China -incluido Hong Kong- por sus vínculos con el programa de misiles y drones de Irán.

En línea con la nota de este martes, Estados Unidos acusó a estas firmas de haber facilitado la adquisición de componentes clave para los programas armamentísticos del régimen persa, cuyas piezas acaban en el frente de batalla de grupos enemigos.

“Estados Unidos utilizará todos los medios disponibles para exponer e interrumpir el creciente desarrollo y la proliferación de vehículos aéreos no tripulados y misiles de Irán, que desestabilizan el Medio Oriente y más allá. Continuaremos actuando contra los complejos esquemas que Irán emplea para ocultar su adquisición de tecnología sensible para sus programas de misiles y vehículos aéreos no tripulados”, apuntó entonces la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.