Un operativo federal ha señalado a Eugene “Big U” Henley Jr., un hombre de 58 años identificado como presunto líder de la pandilla Rollin' 60s Crips en Los Ángeles.
Según informaron las autoridades, Henley, quien aún se encuentra prófugo, habría dirigido una organización con características mafiosas mientras se presentaba públicamente como un activista comunitario. Entre los cargos que enfrenta se incluyen asesinato, extorsión, tráfico de personas y fraude, de acuerdo con la información de NBC News.
El caso ha generado gran impacto debido a las aparentes contradicciones en la vida pública y privada de Henley. Según detallaron las autoridades, el acusado utilizaba su posición como empresario en la industria del entretenimiento y su rol en una organización benéfica para encubrir actividades delictivas.
La denuncia incluye el asesinato de un aspirante a rapero en enero de 2021, identificado en documentos judiciales como “RW”. Este crimen habría ocurrido en North Las Vegas, donde Henley presuntamente disparó a la víctima y abandonó su cuerpo en una zanja cercana a la Interestatal 15.
Según las investigaciones, el motivo del asesinato estaría relacionado con una canción de disidencia grabada por el músico en contra de Henley.
Una fachada de activismo comunitario
De acuerdo con las declaraciones del fiscal federal interino Joseph McNally, Henley proyectaba la imagen de un empresario comprometido con la comunidad a través de su organización benéfica Developing Options, con sede en el sur de Los Ángeles.
Esta entidad, en teoría, buscaba ayudar a jóvenes en riesgo a alejarse de la vida de pandillas. Sin embargo, las autoridades sostienen que esta organización era utilizada como una fachada para ocultar actividades ilícitas y desviar donaciones provenientes de celebridades, atletas profesionales y empresas.
“Los hechos alegados en la denuncia presentan un panorama muy diferente. Se trata de un asesino, un ladrón, un mentiroso y un estafador”, afirmó McNally en una conferencia de prensa.
Según el fiscal, Henley habría empleado su posición social y sus conexiones con la pandilla Crips para intimidar a empresas e individuos, consolidando así una red de extorsión y fraude bajo el nombre de su empresa, Big U Enterprises.
Arrestos y decomisos en el marco de la investigación
Mientras Henley permanece prófugo, otros dos presuntos cómplices ya han sido detenidos. Sylvester “Vey” Robinson, de 59 años, y Mark “Bear Claw” Martin, de 50, fueron arrestados y se espera que comparezcan ante un tribunal federal.
Según informó NBC News, las autoridades también incautaron un arsenal de 49 armas de fuego, aproximadamente 2,27 kilogramos de metanfetamina, 10.000 pastillas de fentanilo y grandes sumas de dinero en efectivo durante los operativos relacionados con el caso.
El agente especial del FBI Ted Docks, a cargo de la oficina en Los Ángeles, destacó la magnitud de los decomisos y la gravedad de los delitos investigados. Estos hallazgos reforzaron las acusaciones de que Henley y sus asociados operaban una red criminal bien organizada, con vínculos directos a actividades de narcotráfico y violencia.
El impacto en la comunidad y la industria del entretenimiento
La doble vida de Henley ha generado conmoción, especialmente en el sur de Los Ángeles, donde su organización benéfica era vista como un recurso para jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Según las autoridades, Henley habría utilizado esta plataforma para ganar la confianza de figuras públicas y desviar fondos destinados a programas comunitarios. “Henley usó esta organización benéfica como fachada”, declaró McNally, subrayando que las donaciones obtenidas eran malversadas para financiar actividades delictivas.
Henley, quien también dirigía un sello discográfico, habría aprovechado su posición en este ámbito para fortalecer su influencia y ocultar sus verdaderas intenciones. La investigación continúa en curso, y las autoridades están trabajando para localizar al acusado y llevarlo ante la justicia.
