
El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) se encuentra en un momento crítico, con planes de reestructuración que podrían transformar su funcionamiento y afectar de manera desproporcionada a las comunidades rurales. Las medidas incluyen la consolidación de operaciones y la reducción de recolecciones de correo en oficinas postales ubicadas a más de 80 kilómetros de centros regionales.
Según informó la National Public Radio (NPR), el plan denominado “Delivering for America”, impulsado por el actual director general de correos, Louis DeJoy, busca abordar los problemas financieros y operativos de la agencia, pero ha generado preocupación entre trabajadores, legisladores y residentes de áreas remotas.
De acuerdo con el medio, el USPS ha acumulado pérdidas financieras de 87.000 millones de dólares en los últimos 14 años, lo que ha llevado a propuestas de privatización y recortes en los servicios. Estas medidas, según expertos y críticos, podrían poner en riesgo la accesibilidad al correo en zonas rurales, donde los servicios ya son limitados.

Impacto en las comunidades rurales
En áreas como el sureste de Missouri, los residentes ya enfrentan desafíos significativos relacionados con el acceso al correo. Kyla Estes, una agricultora de tercera generación, explicó a NPR que las oficinas postales cercanas a su hogar solo operan cuatro horas al día durante la semana y una hora los sábados. Además, los retrasos en la entrega de correspondencia y paquetes son frecuentes. “Pedí un vestido para el concierto de Navidad de mi hija y no llegó a tiempo”, relató.
La situación no es exclusiva de Missouri. En Iowa, Kimberly Karol, presidenta del capítulo estatal del Sindicato de Trabajadores Postales de Estados Unidos, expresó su preocupación por el impacto de los recortes en las economías locales, especialmente en comunidades agrícolas. Según Karol, muchas pequeñas localidades dependen del servicio postal para mantenerse activas. “Algunas de estas comunidades están sobreviviendo por un hilo, y lo que las mantiene en pie es el servicio postal”, afirmó.
El plan de DeJoy, anunciado en 2021, incluye una inversión multimillonaria en infraestructura, tecnología y flota de vehículos. Sin embargo, también contempla medidas de consolidación que han generado críticas. Entre estas se encuentra el programa de “Optimización del Transporte Regional”, que, según estimaciones del USPS, podría ahorrar más de 3.000 millones de dólares.

No obstante, el Postal Regulatory Commission (PRC), un organismo independiente encargado de supervisar los cambios en el servicio postal, emitió en enero un informe de casi 300 páginas cuestionando la viabilidad financiera del plan y advirtiendo sobre sus efectos negativos en las comunidades rurales. Según el informe, la reducción de las recolecciones vespertinas en áreas remotas podría limitar el acceso al correo de primera clase, utilizado comúnmente por hogares y negocios.
Tom Day, miembro del PRC y exejecutivo del USPS, señaló que aunque la agencia necesita cambios para garantizar su sostenibilidad, estos no deben hacerse a expensas de los clientes rurales. “El Servicio Postal tiene la obligación de ser accesible para los 330 millones de personas en este país”, declaró.
Reacciones de trabajadores y legisladores
El plan de DeJoy también ha enfrentado oposición por parte de sindicatos y legisladores. Brian Renfroe, presidente de la Asociación Nacional de Carteros, advirtió que cualquier forma de privatización o recorte en los servicios podría degradar el principio de servicio universal que caracteriza al USPS. “Proporcionamos servicio universal a todos en este país, en los 50 estados y territorios, al mismo precio, sin importar dónde vivan”, destacó.
Por su parte, un grupo bipartidista de legisladores en Missouri reintrodujo en enero el proyecto de ley “Pony Up Act”, que permitiría a los clientes solicitar reembolsos por tarifas asociadas con entregas tardías. El congresista Sam Graves criticó los retrasos en la entrega de correo y enfatizó la necesidad de mayor supervisión sobre el USPS. “La gente espera que su correo llegue a tiempo, seis días a la semana. En cambio, enfrentan constantes retrasos que les cuestan dinero”, señaló en un comunicado.

A pesar de las críticas, DeJoy ha defendido su plan, argumentando que es esencial para la viabilidad financiera del USPS. En una reunión de la junta de gobernadores del USPS en febrero, afirmó que las propuestas podrían ahorrar casi 4.000 millones de dólares y acusó al PRC de no abordar los cambios necesarios para evitar el colapso de la agencia.
Sin embargo, DeJoy anunció su renuncia en febrero, aunque instó a su sucesor a continuar con la implementación del plan. Según la NPR, el programa de “Optimización del Transporte Regional” comenzará en dos fases, a partir del 1 de abril y el 1 de julio.
Mientras tanto, organizaciones como la Kansas Farmers Union, que representa a unos 4.000 agricultores y ganaderos, han expresado su esperanza de que el próximo líder del USPS priorice el servicio a todas las comunidades, incluidas las rurales. Nick Levendofsky, director ejecutivo de la organización, enfatizó que el servicio postal es un recurso esencial para los estadounidenses y no debería ser objeto de recortes.
En respuesta a las propuestas de privatización, la Asociación Nacional de Carteros ha organizado manifestaciones en varios estados, incluidos Kansas, Missouri, Illinois, Iowa y Nebraska, para aumentar la conciencia pública sobre los posibles impactos. Renfroe subrayó que la privatización parcial o total del USPS podría desmantelar gradualmente el servicio universal que actualmente beneficia a millones de personas en todo el país.