
Joshua Riibe, estudiante universitario de 22 años, afirmó en una audiencia judicial que está “listo para irse a casa y volver a su vida” tras haber sido el último en ver con vida a Sudiksha Konanki, la estudiante de la Universidad de Pittsburgh que desapareció el pasado 6 de marzo en Punta Cana.
Riibe, originario de Iowa y estudiante en Minnesota, declaró en el tribunal que la familia de Konanki lo abrazó y le agradeció por haber intentado salvar a la joven antes de que desapareciera. “Su madre me dio un abrazo y me dijo: ‘Gracias por salvar a mi hija la primera vez’”, expresó Riibe en la audiencia. “Fue muy difícil”.
El estudiante ha permanecido en República Dominicana mientras las autoridades investigan el caso, aunque no enfrenta cargos. Sus abogados presentaron un recurso de habeas corpus argumentando que su detención es ilegal.
Riibe explicó ante el tribunal que su pasaporte fue confiscado y que la policía lo sigue incluso cuando sale a comer. “No puedo ir a ningún lado”, declaró. “Realmente quiero poder irme a casa, hablar con mi familia, abrazarlos y decirles que los extraño”.

El fiscal a cargo del caso negó que Riibe esté detenido y aseguró que solo es un testigo en la investigación. No obstante, su defensa insiste en que las condiciones en las que se encuentra equivalen a una detención de facto.
Los momentos antes de la desaparición
Según una transcripción obtenida por ABC News de fuentes en República Dominicana, Riibe relató en su declaración ante los fiscales que conoció a Konanki la noche de su desaparición. Ambos fueron a nadar y se besaron en el agua antes de que una ola los golpeara y los arrastrara mar adentro.
“Intenté asegurarme de que ella pudiera respirar todo el tiempo. Eso impidió que yo respirara y tragué mucha agua”, explicó Riibe. Después de luchar contra la corriente, el joven aseguró que logró tocar la arena y colocó a Konanki delante de él.
Según su testimonio, la joven se levantó para buscar sus pertenencias, ya que el mar los había desplazado. “Ella no estaba completamente fuera del agua. Le llegaba a la rodilla. Caminaba en ángulo en el agua”, describió Riibe.

El estudiante dijo que la última vez que vio a Konanki le preguntó si estaba bien, pero no pudo escuchar su respuesta porque en ese momento comenzó a vomitar debido a la cantidad de agua que había ingerido. Cuando se recuperó, miró a su alrededor y ya no la vio. “Pensé que había tomado sus cosas y se había ido”, agregó.
Tras esto, Riibe afirmó que se acostó en una silla de playa y se quedó dormido. Horas después, despertó y regresó a su hotel sin darse cuenta de la desaparición de Konanki.
Las autoridades dominicanas creen que la estudiante murió por ahogamiento, según indicaron fuentes oficiales a ABC News. La desaparición de Konanki ha sido tratada como un accidente, y hasta el momento no se han identificado pruebas de un crimen.
La familia de la joven presentó una solicitud formal a la policía dominicana para que se declare oficialmente su muerte. Según fuentes cercanas a la investigación, los padres de Konanki reconocieron que Riibe ha cooperado con las autoridades y que no hay indicios de juego sucio en la desaparición.
Mientras tanto, Riibe sigue a la espera de una resolución que le permita recuperar su pasaporte y regresar a Estados Unidos. Su padre viajó a República Dominicana para apoyarlo durante el proceso. “He hecho todo lo que he podido y, en este punto, ya no hay nada más que pueda hacer”, afirmó Riibe en la audiencia.