El tornado más letal registrado en la historia de Estados Unidos ocurrió el 18 de marzo de 1925 y dejó un saldo de 695 muertos y más de 2.000 heridos, según USA Today. Este fenómeno, conocido como el Tornado Triestatal, atravesó más de 200 millas en Misuri, Illinois e Indiana a velocidades de entre 96 y 112 km/h, sin alertas previas para la población.
La magnitud del desastre fue tal que algunas comunidades nunca lograron recuperarse completamente. Ciudades enteras quedaron devastadas y miles de personas perdieron sus hogares en cuestión de minutos. La falta de tecnología en la época impidió que se emitieran advertencias tempranas, lo que incrementó el número de víctimas.
A pesar de los avances en meteorología, los expertos advierten que un evento de esta naturaleza podría repetirse en el futuro. Los recientes brotes de tornados en Estados Unidos han demostrado que el riesgo persiste, aunque las mejoras en los sistemas de alerta han reducido significativamente la cantidad de muertes en eventos similares.
¿Cómo ocurrió el Tornado Triestatal?
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) señala que este tornado fue el más largo registrado, aunque debido a la falta de tecnología en la época, no se puede confirmar con exactitud si estuvo en contacto con el suelo durante todo su trayecto. En esa misma jornada, otras tormentas severas impactaron Tennessee, Kentucky y Alabama, causando la muerte de casi 50 personas más.
Los informes históricos indican que la tormenta se formó en las primeras horas de la tarde en Misuri y avanzó hacia el este con una fuerza inusual. Su intensidad se mantuvo estable a lo largo de su recorrido, lo que contribuyó al alto número de víctimas y destrucción. Los estudios modernos han intentado analizar la composición atmosférica de ese día para comprender por qué este tornado tuvo una duración y extensión tan atípicas.
Ciudades más afectadas por el tornado de 1925
Murphysboro, Illinois, fue la ciudad más afectada, con 234 víctimas fatales, la cifra más alta de muertes en una sola comunidad debido a un tornado en la historia del país. En Gorham, Illinois, 37 personas perdieron la vida y el 100% del pueblo sufrió daños o destrucción, según el Servicio Meteorológico Nacional. Parrish, en el mismo estado, tuvo el 90% de sus estructuras devastadas. En Misuri, la localidad de Biehle sufrió una destrucción total.
Los registros indican que miles de hogares, escuelas y fábricas fueron arrasados en cuestión de minutos. La falta de refugios resistentes y la ausencia de una red de comunicación efectiva agravaron la crisis, dejando a muchas personas atrapadas bajo los escombros sin posibilidad de recibir ayuda inmediata.
Impacto económico y testimonios de sobrevivientes
El diario St. Louis Post-Dispatch documentó el impacto del tornado con imágenes de edificios destruidos y reportes sobre hospitales saturados con heridos. El periódico detalló que los daños materiales ascendieron a $16,5 millones de la época, una cifra significativa para el contexto económico de entonces.
Los testimonios de los sobrevivientes reflejan la magnitud del desastre. Una estudiante en Gorham relató al St. Louis Post-Dispatch que la escuela se derrumbó a su alrededor y describió la escena como un caos en el que los niños quedaron atrapados entre escombros. El tornado fue descrito por testigos como una gran nube negra que avanzó sin previo aviso, arrasando viviendas, escuelas y fábricas en su paso.
En Princeton, Indiana, la fábrica de H.J. Heinz, una de las más importantes de la región, quedó completamente destruida. Los trabajadores que lograron escapar del colapso relataron que el viento arrancó el techo en cuestión de segundos. En otras áreas afectadas, los bomberos y voluntarios pasaron días buscando sobrevivientes y retirando escombros.
¿Podría ocurrir un tornado similar en la actualidad?
El investigador Victor Gensini, de la Universidad del Norte de Illinois, explicó a USA Today que muchas de las poblaciones afectadas no lograron recuperarse por completo después de la tragedia. Algunas de estas localidades aún tienen menos habitantes que en 1925, reflejando el impacto duradero del evento.
Expertos en meteorología advierten que un fenómeno similar podría repetirse. Según el NWS, aunque la tecnología actual permite emitir alertas más precisas y con mayor antelación, la posibilidad de que un tornado de esa magnitud ocurra nuevamente en alguna parte del país sigue latente. En diciembre de 2011, un brote de tornados produjo un fenómeno comparable en Tennessee y Kentucky, donde un tornado EF-4 recorrió 267 kilómetros y dejó 57 muertos y más de 500 heridos, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Más recientemente, el pasado fin de semana, tormentas severas y tornados impactaron ocho estados del Medio Oeste y el Sur de Estados Unidos, causando la muerte de al menos 42 personas, informó USA Today. Este evento subraya la persistente amenaza de tornados en el país y la importancia de los sistemas de alerta temprana.
Los avances en meteorología y sistemas de emergencia han permitido reducir el impacto de los tornados en la actualidad. Sin embargo, las condiciones atmosféricas que generaron el Tornado Triestatal siguen presentes y podrían ocasionar eventos similares en el futuro. La diferencia radica en la capacidad de respuesta y la infraestructura de protección que se ha desarrollado en los últimos 100 años.
