
El Porsche 917K, un vehículo legendario que no solo marcó la historia del automovilismo, sino también del cine, ha encontrado un nuevo dueño. Este automóvil, que fue conducido por el icónico actor Steve McQueen en la película Le Mans de 1971, pertenecía al reconocido comediante y coleccionista de autos Jerry Seinfeld, quien recientemente confirmó su venta.
La transacción se realizó tras un proceso que incluyó una oferta inicial de 25 millones de dólares, la cual Seinfeld rechazó antes de concretar la venta en un rango similar de precio. El anuncio de la venta fue realizado por el propio Seinfeld durante su participación en el pódcast 401 de “Spike’s Car Radio”, conducido por Spike Feresten y Paul Zucker.
En esta conversación, el comediante compartió detalles sobre su decisión de desprenderse de uno de los modelos más emblemáticos de su colección y explicó las razones detrás de su elección de Mecum Auctions como la casa encargada de gestionar la venta. Este movimiento sorprendió a los entusiastas del mundo automovilístico, ya que Mecum es conocida principalmente por su enfoque en potentes autos estadounidenses, en contraste con otras casas de subastas como RM Sotheby’s o Gooding & Company, que suelen manejar vehículos europeos de alta gama.

Durante su intervención en el pódcast, Seinfeld reveló que su decisión de trabajar con Mecum Auctions fue influenciada por una reunión con Dana Mecum, fundador de la casa de subastas. Según detalló The Manual, Mecum presentó una visión estratégica que iba más allá de una simple venta, posicionando la subasta como una oportunidad para elevar tanto el prestigio del Porsche 917K como el de la propia casa de subastas. Este enfoque convenció a Seinfeld, quien admitió que no siguió de cerca el desarrollo de la subasta, a pesar de que las ofertas alcanzaron la impresionante cifra de 25 millones de dólares.
El comediante también reflexionó sobre las dinámicas del mercado de autos de colección, señalando que muchos compradores de piezas únicas prefieren negociaciones privadas en lugar de participar en el ambiente público y competitivo de una subasta.
“Algunas personas no quieren involucrarse en el frenesí de una subasta. Prefieren negociar tras bambalinas, lejos de la atención pública”, comentó Seinfeld en el programa. Este enfoque discreto resultó ser clave para concretar la venta, aunque el comediante no reveló ni el nombre del comprador ni el precio exacto de la transacción.

Un récord potencial en el mercado de Porsche
Aunque Seinfeld no confirmó el monto final de la venta, sí indicó que se encontraba dentro del rango de los 25 millones de dólares. De ser así, esta cifra establecería un nuevo récord para el modelo Porsche 917K, superando ampliamente los 14,08 millones de dólares que se pagaron en 2017 por otro ejemplar del mismo modelo, el chasis 024, que también apareció en la película Le Mans.
Este nuevo récord consolidaría al 917K como el Porsche más caro jamás vendido, destacando su estatus como una pieza invaluable tanto para coleccionistas como para aficionados al automovilismo.
El Porsche 917K vendido por Seinfeld, identificado como el chasis 022, tiene un historial que lo convierte en una joya única. Además de su participación en el clásico cinematográfico de 1971, el vehículo fue adquirido por el comediante en 2001 a Frank Gallogly, quien lo había comprado un año antes por 1,32 millones de dólares.
El Porsche 917K es ampliamente reconocido como uno de los autos de carreras más influyentes de todos los tiempos. Su diseño innovador y su desempeño en competencias como las 24 Horas de Le Mans lo han convertido en un símbolo de la ingeniería automotriz de alto rendimiento. La participación del modelo en la película Le Mans, protagonizada por Steve McQueen, no solo amplificó su fama, sino que también lo inmortalizó como un ícono cultural.