Creyó que su perro jugaba, pero en realidad le estaba alertando sobre un cáncer de mama

Un can llamado Mochi mostró una fijación inusual con el pecho de su dueña. Gracias a su insistencia, ella descubrió un tumor agresivo y pudo recibir tratamiento a tiempo

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Breanna Bortner fue diagnosticada con
Breanna Bortner fue diagnosticada con cáncer de mama triple negativo en etapa 2B tras notar un bulto en su pecho. (Facebook-Breanna Bortner)

En junio de 2023, Breanna Bortner, una empresaria de Minnesota de 30 años, notó un comportamiento inusual en su perro Mochi, un cockapoo. El animal comenzó a mostrar una fijación particular con su pecho derecho: lo olfateaba, rascaba y enterraba su hocico en la zona de manera insistente. Lo que al principio parecía un gesto sin mayor importancia cobró relevancia cuando otro perro de la familia, Gunner, de la misma raza, mostró la misma conducta.

Según señaló Daily Mail, Bortner ya había experimentado una fatiga creciente en el último año, pero no le había prestado demasiada atención. Sin embargo, mientras rascaba una picadura de mosquito en la zona del pecho, sintió un bulto. La combinación de la sensación física y el comportamiento inusual de los perros la llevó a buscar atención médica de inmediato.

Al cabo de unos días, los médicos le diagnosticaron cáncer de mama triple negativo en etapa 2B, un tipo agresivo de mal que no responde a terapias hormonales convencionales. Según relató la mujer, el tumor había crecido rápidamente, pasando de ser indetectable en un examen médico realizado tres meses antes a convertirse en una masa palpable de 3,8 cm.

El comportamiento de Mochi fue clave en su detección temprana. “Realmente subestimamos lo inteligentes que son los perros solo porque no pueden hablar, pero sus acciones nos muestran lo que perciben o de lo que son conscientes”, afirmó Bortner al medio.

Diagnóstico y agresividad del cáncer

Tras acudir al médico, Breanna Bortner recibió el diagnóstico, una forma particularmente agresiva de la enfermedad. Este tipo de cáncer no posee ninguno de los tres receptores hormonales comunes (estrógeno, progesterona y HER2), lo que lo hace resistente a los tratamientos hormonales que suelen utilizarse en otros tipos de cáncer de mama.

Uno de los aspectos más alarmantes de su caso fue la rapidez con la que se desarrolló el tumor. Apenas tres meses antes, la empresaria estadounidense se había sometido a un examen de rutina que no detectó ninguna anomalía. “Así de rápido y agresivo es el cáncer de mama triple negativo”, comentó.

Según el New York Post, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres en Estados Unidos después del cáncer de piel. Se estima que 1 de cada 8 mujeres recibirá este diagnóstico en algún momento de su vida. La detección temprana es crucial para la supervivencia.

Si el cáncer se identifica antes de extenderse, las tasas de supervivencia oscilan entre el 86% y el 89%. Sin embargo, si las células cancerosas se propagan a otras partes del cuerpo, este porcentaje desciende drásticamente al 31%.

Tratamiento y recuperación

Breanna Bortner inició un tratamiento intensivo para combatir la enfermedad. Se sometió a 16 rondas de quimioterapia, un procedimiento agresivo diseñado para destruir las células cancerosas. Posteriormente, los médicos determinaron que era necesario realizar una doble mastectomía, es decir, la extirpación de ambos senos, con el objetivo de reducir al máximo el riesgo de recurrencia.

El proceso fue desafiante tanto física como emocionalmente. Sin embargo, la detección relativamente temprana permitió que la mujer recibiera tratamiento antes de que el cáncer se diseminara a otras partes del cuerpo. Gracias a esto, su pronóstico fue más favorable en comparación con casos en los que la enfermedad se diagnostica en etapas más avanzadas.

Finalmente, en la primavera siguiente, los médicos le confirmaron que estaba libre de cáncer. El momento fue significativo para Bortner, no solo por haber superado la enfermedad, sino porque su perro Mochi, quien había alertado sobre el mal desde el principio, estuvo presente en todas las etapas del proceso, incluida la noticia de su recuperación.

La detección temprana del cáncer
La detección temprana del cáncer permitió a Bortner recibir tratamiento intensivo con quimioterapia y doble mastectomía. (Facebook-Breanna Bortner)

El apoyo emocional de Mochi

A lo largo del tratamiento, su perro no solo desempeñó un papel clave en la detección del cáncer, sino que también se convirtió en su compañero emocional durante el proceso. Según contó a Daily Mail, su can mostraba una gran sensibilidad ante sus cambios de humor y su sufrimiento físico.

“Lloraba todo el tiempo y él no lo soportaba. Estaba muy preocupado por mí. Se convirtió en mi compañero de sanación”, relató.

La relación entre ambos se fortaleció durante la quimioterapia y la recuperación postquirúrgica. Mochi parecía percibir los momentos de mayor malestar y angustia de su dueña, manteniéndose a su lado y ofreciéndole consuelo. Su presencia constante le dio a Bortner una razón adicional para seguir adelante. “Él fue un propósito más grande para mí”, afirmó.

Sin embargo, tras la recuperación de Bortner, Mochi comenzó a manifestar ansiedad por separación. Acostumbrado a pasar todo el tiempo con ella en casa, la vuelta a una rutina más activa y con más salidas de su dueña le generó inseguridad. Esto se tradujo en comportamientos como revolver la basura y actuar de manera inusual cuando se quedaba solo.

Para ayudarlo a adaptarse a estos cambios, la mujer decidió trabajar con un entrenador canino. Su objetivo era reducir la ansiedad de Mochi y brindarle herramientas para que pueda afrontar mejor la separación.