En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Queens, un hombre ha sido acusado de intentar asesinar a su hijastro de ocho por comerse unos brownies que no le correspondían. La Fiscalía del Distrito de Queens anunció que Davien Reid Sr., residente de Richmond Hill, fue imputado por una serie de delitos graves, incluidos intento de asesinato, asalto e intimidación de testigos. Además, la madre del niño, Dayanara Vargas, recibió cargos relacionados con asalto y negligencia infantil por un incidente previo.
De acuerdo con Pix 11, Reid supuestamente golpeó al menor, lo lanzó al suelo y le brincó encima repetidamente. Las agresiones le causaron graves lesiones internas, fracturas en la espalda y el cuello, así como heridas abdominales que pusieron en peligro su vida. Según las autoridades, “el niño también fue obligado a comer su propio vómito del piso después de los ataques”.
Por su parte, la madre del menor enfrenta acusaciones por un evento anterior, en el que golpeó al niño en la cabeza con una escoba, causándole una herida que requirió grapas médicas. Según reveló la Fiscalía de Queens, Vargas mintió a los médicos al afirmar que las lesiones del menor habían ocurrido por un accidente doméstico.
Mentiras en la llamada al 911
Las autoridades respondieron a los hechos el 24 de marzo de 2024, tras recibir una llamada al 911 de Vargas, quien afirmó que su hijo había resultado herido en una pelea con su hermanastro. Según Pix 11, al llegar al domicilio en Richmond Hill, los oficiales encontraron al niño sentado en el suelo del baño con “traumatismos en la cabeza, un ojo completamente hinchado y múltiples hematomas en el cuerpo”.
El niño fue trasladado al hospital de inmediato, donde se le diagnosticaron lesiones graves que incluían fracturas por compresión en la columna cervical, un hematoma subdural, sangrado interno en el recto, una laceración pancreática y heridas abdominales severas. El menor permaneció hospitalizado durante tres semanas y tuvo que ser alimentado mediante tubos. Además, portó un collarín cervical durante cinco meses para atender las lesiones en su cuello.
En palabras de la fiscal del distrito, Melinda Katz, este caso refleja un acto de brutalidad extrema: “Según se alega, estos acusados infligieron una crueldad indescriptible. Un niño de ocho años fue golpeado reiteradamente, resultando en fracturas, lesiones internas y vómitos”. Agregó que, afortunadamente, el menor y sus hermanos fueron rescatados y actualmente están a salvo bajo custodia estatal.
El niño narró que vivía en un hogar violento
La relación de Reid y Vargas es un aspecto relevante en este caso. Según la investigación de la Fiscalía, Reid y Vargas formaban una familia mixta con un total de siete hijos, incluyendo dos niños en común y otros provenientes de relaciones anteriores. Ambas partes tienen su residencia en la misma dirección de 88th Avenue, en Richmond Hill. Actualmente, todos los menores han sido retirados de la vivienda por los servicios sociales.
Durante las pesquisas, el niño agredido relató los brutales abusos sufridos a manos de Reid en diversas ocasiones, confirmando también la agresión previa de su madre con la escoba en noviembre de 2023. Tal y como menciona Pix 11, la Fiscalía subrayó que Vargas falseó la información en un centro de atención médica para encubrir el ataque.
Los cargos contra Reid incluyen los delitos de intento de asesinato en segundo grado, asalto en primer y segundo grado, intimidación de testigos, obstrucción a la administración gubernamental y dos cargos adicionales por poner en peligro el bienestar de un menor. Vargas enfrenta acusaciones por asalto en segundo grado, obstrucción a la administración gubernamental y dos cargos de negligencia infantil.
Hasta 25 años de cárcel para el padrastro agresor
Ambos acusados comparecieron el pasado viernes tras ser imputados por un gran jurado. El juez Gia Morris ha ordenado su regreso a la corte para una nueva audiencia fijada el 11 de abril de 2025. De ser hallado culpable, Reid podría enfrentar una condena de hasta veinticinco años de prisión, mientras que Vargas podría recibir hasta siete años.
Las autoridades, bajo la dirección de la fiscal Katz, han destacado el trabajo de su equipo en el Buró de Víctimas Especiales para llevar este caso ante la justicia. En el caso específico, el fiscal asistente Brianne Richards trabaja bajo la supervisión de altos oficiales de la división de Procesamientos Especiales de la Fiscalía.
Conforme al reporte de Pix 11, los niños retirados de la custodia de los padres permanecen actualmente bajo cuidado temporal del Estado, garantizándose su protección.
Como recalca el medio, las acusaciones son, hasta el momento, alegaciones, y las autoridades señalan que los imputados son presuntos culpables hasta que se demuestre lo contrario en un juicio.
Finalmente, la fiscal Katz expresó su compromiso de buscar justicia: “Los acusados deben rendir cuentas por el terror infligido a este niño. Estamos comprometidos con trabajar junto a los tribunales para garantizar su seguridad y la de sus hermanos”.
