
Una reciente demanda colectiva presentada en un tribunal federal de Nueva York puso en el centro de la controversia a las populares galletas de las Girl Scouts of the United States of America (Niñas Exploradoras). La acción legal, liderada por Amy Mayo, residente de Bayside, Nueva York, alega que los productos contienen niveles peligrosos de metales pesados, pesticidas y otras sustancias tóxicas.
Según la demanda, estas galletas, que incluyen variedades como Thin Mints, Adventurefuls, Peanut Butter Patties y Caramel deLites, no cumplen con los estándares de seguridad alimentaria que los consumidores esperan.
De acuerdo con lo informado por USA Today, la demanda se basa en un estudio encargado por las organizaciones Moms Across America y GMO Science, que analizó 25 muestras de galletas provenientes de tres estados de Estados Unidos. Los resultados indicaron que el 100 % de las galletas contenían al menos cuatro de los cinco metales pesados analizados: aluminio, arsénico, cadmio, plomo y mercurio. Además, se detectaron niveles elevados de glifosato, un herbicida ampliamente utilizado en la agricultura.
Cuestionamientos sobre la validez del estudio
El estudio citado en la demanda fue objeto de críticas por parte de expertos y medios como Forbes, que señalaron que no fue publicado en una revista científica ni sometido a revisión por pares. Además, el análisis utilizó una muestra pequeña y comparó los niveles de metales pesados y glifosato con estándares de seguridad para el agua establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), en lugar de los estándares alimentarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Esto generó dudas sobre si los resultados reflejan un riesgo real para la salud de los consumidores a nivel nacional.
A pesar de estas limitaciones, las afirmaciones del estudio ganaron notoriedad tras ser difundidas por el popular podcaster Joe Rogan, lo que amplificó el alcance de las acusaciones en redes sociales como TikTok.
Reclamos legales y una compensación millonaria
La demanda, presentada el lunes en el Distrito Este de Nueva York, acusa a las Girl Scouts, junto con los fabricantes de las galletas, Ferrero U.S.A. e Interbake Foods (operando bajo el nombre ABC Bakers), de violar leyes de protección al consumidor y de enriquecerse injustamente al vender productos supuestamente contaminados. Según el documento legal, Mayo y otros posibles demandantes no habrían comprado las galletas o habrían pagado menos por ellas si hubieran sabido sobre la presencia de estas sustancias.
La acción legal busca una compensación de al menos 5 millones de dólares para los compradores de las galletas en Estados Unidos. Además, solicita una orden judicial que obligue a los fabricantes a actualizar el etiquetado de los productos para incluir información sobre los metales pesados y pesticidas detectados.
En la demanda, se cuestiona la ética de las prácticas comerciales de las Girl Scouts, señalando que, aunque la organización promueve valores como la sostenibilidad y la enseñanza de prácticas empresariales responsables a las niñas, no ha cumplido con estos principios en la producción y comercialización de sus galletas.

Respuesta de las Girl Scouts
Las Girl Scouts no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios por parte de USA Today tras la presentación de la demanda. Sin embargo, en un comunicado publicado en su blog oficial, la organización defendió la seguridad de sus productos.
“El bienestar y la seguridad de las Girl Scouts y de los consumidores de nuestras galletas son nuestra máxima prioridad”, afirmó la organización. “Podemos asegurar que las galletas Girl Scout son seguras para el consumo”, agregaron.
El comunicado también explicó que las galletas cumplen con los estándares de seguridad alimentaria establecidos por la FDA, la EPA y otras agencias reguladoras. Según las Niñas Exploradoras, las trazas de metales pesados y glifosato detectadas en las galletas son comunes en muchos alimentos debido a contaminantes ambientales y no representan un riesgo para la salud.
“Pequeñas cantidades de metales pesados pueden encontrarse de manera natural en el medio ambiente, incluyendo en productos alimenticios, debido a la exposición al aire, agua y suelo”, señaló la organización. “Estos metales no son añadidos a nuestras galletas”, aseguraron.
Además, las Girl Scouts destacaron que el glifosato es un herbicida ampliamente utilizado en la agricultura y que su presencia en niveles mínimos es común en frutas, verduras, cereales y productos horneados.