Un caso que generó conmoción en Houston involucra a Amber Paige Laudermilk, una embalsamadora de 34 años, quien fue acusada de abuso de un cadáver, un delito clasificado como felonía estatal en Texas. Según documentos judiciales, la mujer presuntamente mutiló el cuerpo de Charles Roy Rodríguez, un hombre de 58 años que había sido registrado como delincuente sexual.
El incidente ocurrió el 7 de febrero de 2025 en las instalaciones de Memorial Mortuary and Crematory, donde la acusada trabajaba. De acuerdo con información publicada por Fox News, el cuerpo de Rodríguez, quien falleció por causas naturales en enero de 2025 en un hospital de Houston, fue objeto de actos de extrema violencia post mortem.
Los documentos judiciales detallan que Laudermilk utilizó un bisturí para apuñalar los genitales del cadáver en dos ocasiones, posteriormente lo castró y colocó los órganos mutilados en la boca del fallecido. Este acto fue presenciado por un estudiante de embalsamamiento, a quien la acusada habría advertido con la frase: “No viste nada”.
Un delincuente sexual y una trabajadora acusada de abuso
Rodríguez, la víctima en este caso, había sido condenado en 2001 por un cargo de agresión sexual, lo que resultó en una sentencia de 10 años de adjudicación diferida. Desde 2002, su nombre figuraba en el registro público de delincuentes sexuales del Departamento de Seguridad Pública de Texas. Aunque su muerte fue atribuida a causas naturales, el tratamiento de su cuerpo tras su fallecimiento ha generado un debate sobre los límites éticos y legales en el manejo de cadáveres, independientemente del historial del fallecido.
Por su parte, Amber Laudermilk fue arrestada y presentada ante un tribunal el martes siguiente al incidente. Su fianza fue fijada en 5.000 dólares. Según los documentos judiciales, además de los actos de mutilación, la acusada habría amenazado a otros empleados de la funeraria para que no reportaran lo sucedido.
Estas amenazas habrían generado temor entre los trabajadores, quienes inicialmente no informaron del incidente a las autoridades.
Reacciones de las autoridades y contexto legal
El caso fue inicialmente reportado por la Comisión de Servicios Funerarios de Texas, que remitió la investigación a la Oficina del Alguacil del Precinto 1 del Condado de Harris. En declaraciones recogidas por Fox News, el sheriff Alan Rosen calificó el caso como un ejemplo de “dos personas problemáticas”.
Rosen enfatizó que, independientemente de los antecedentes de la víctima, la ley exige que los cuerpos sean tratados con dignidad tras la muerte. “No importa lo que alguien piense de la vida de esta persona, la ley requiere que sea tratado con respeto en la muerte”, afirmó.
Además, expresó empatía hacia las posibles experiencias traumáticas que Laudermilk podría haber enfrentado en su vida, señalando que espera que, tras la resolución del caso en los tribunales, la acusada reciba la ayuda que necesita.
Implicaciones legales y éticas
El cargo de abuso de un cadáver en Texas es considerado una felonía estatal, lo que podría resultar en una pena de prisión de hasta dos años, además de multas económicas. Aunque no se han revelado detalles sobre el historial personal de la acusada, las declaraciones de las autoridades sugieren que podría haber actuado impulsada por emociones intensas, posiblemente relacionadas con el historial delictivo de la víctima.
El incidente también ha puesto en el centro de atención la vulnerabilidad de los estudiantes y empleados en entornos laborales donde pueden ser testigos de actos ilegales o poco éticos.
Un caso que divide opiniones
La noticia generó reacciones encontradas en la comunidad. Por un lado, algunos consideran que los actos de Laudermilk son inaceptables y deben ser castigados con todo el peso de la ley. Por otro, hay quienes argumentan que el historial de la víctima podría haber influido en las acciones de la acusada, lo que plantea cuestiones sobre la justicia y la empatía en casos tan complejos.
