
El hallazgo del cuerpo de una mujer enredado en redes de pesca a unos 64 kilómetros (40 millas) de la costa de Massachusetts ha sido clasificado como un caso cerrado y sin indicios de crimen por las autoridades locales. Según informó la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Suffolk, el cadáver, correspondiente a una mujer de aproximadamente 60 años, presentaba signos de embalsamamiento y características consistentes con un entierro en el mar. La autopsia realizada por el médico forense respaldó esta hipótesis y descartó cualquier sospecha de delito.
El incidente ocurrió el pasado jueves por la noche cuando una embarcación pesquera que faenaba en el Atlántico atrapó el cuerpo entre sus redes. De acuerdo con NBC News, la tripulación regresó al muelle de pesca de Boston en la mañana del viernes, donde fue recibida por la Guardia Costera de los Estados Unidos y la Policía Estatal de Massachusetts. Tras la entrega de los restos, se iniciaron las investigaciones pertinentes para determinar las circunstancias del hallazgo.
El examen forense determinó que la mujer tenía múltiples tumores cancerosos, lo que sugiere que padecía una enfermedad terminal. Además, su cuerpo había sido embalsamado, un procedimiento habitual en preparaciones funerarias, pero poco común en muertes accidentales o violentas. Según la Oficina del Fiscal del Distrito, estas características, junto con la forma en que el cuerpo estaba envuelto, reforzaron la conclusión de que se trató de un entierro en el mar y no de un hecho criminal.

La imposibilidad de identificar a la mujer
Uno de los aspectos más llamativos de este caso es la falta de información sobre la identidad de la fallecida. Según un portavoz de la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Suffolk, es improbable que se logre determinar quién era la mujer, debido a la ausencia de documentación o registros vinculados al entierro. La falta de información adicional sobre posibles familiares o personas involucradas en la disposición del cuerpo ha dejado muchas preguntas sin respuesta.
Las autoridades tampoco han informado sobre el lugar exacto ni la fecha en que se realizó el entierro en el mar. En muchos casos, estos procedimientos están debidamente registrados y se notifican a las autoridades marítimas, pero en este caso no se ha encontrado ningún documento que confirme su realización dentro del marco legal. A pesar de ello, al no haber indicios de delito, la investigación ha sido oficialmente cerrada.
Regulaciones sobre entierros en el mar en Estados Unidos
El entierro en el mar es una práctica legal en Estados Unidos, pero está sujeto a regulaciones establecidas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés). Según las normativas vigentes, el entierro debe realizarse a una distancia mínima de 4,8 kilómetros (3 millas) de la costa y debe notificarse a la agencia en un plazo de 30 días. Además, el cuerpo debe hundirse de manera permanente, utilizando métodos que garanticen que no emerja a la superficie.
En este caso, no se ha confirmado si el entierro cumplió con estas regulaciones, ya que las autoridades no han proporcionado detalles sobre los procedimientos seguidos. Sin embargo, el hecho de que el cuerpo fuera encontrado a 64 kilómetros (40 millas) de la costa sugiere que, al menos en términos de distancia, se respetaron algunos de los requisitos básicos. No obstante, la aparición del cadáver en las redes pesqueras podría indicar que el método utilizado para sumergirlo no fue completamente efectivo.
Otro aspecto relevante es que, según la EPA, solo ciertas entidades, como funerarias con licencia o familiares directos del fallecido, pueden gestionar un entierro en el mar bajo las condiciones establecidas. En este caso, no se ha identificado a ninguna persona o institución responsable del procedimiento, lo que deja abierta la posibilidad de que no se hayan seguido las normativas adecuadas.

Un caso cerrado sin mayores investigaciones
La Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Suffolk ha concluido oficialmente el caso al no encontrar pruebas de un acto criminal. “Consideramos este asunto no sospechoso y cerrado”, señaló la institución en un comunicado citado por NBC News. Esta declaración pone fin a las dudas iniciales sobre la naturaleza del hallazgo y confirma que no se realizarán más investigaciones.
A pesar de ser un caso inusual, este suceso resalta la importancia de las regulaciones en torno a los entierros en el mar y las dificultades que pueden surgir cuando no se siguen los protocolos adecuados. La falta de registros sobre la identidad de la mujer o sobre quién gestionó su entierro ha hecho que las autoridades se enfrenten a un escenario sin respuestas definitivas. Aunque la investigación ha concluido, el hallazgo deja abiertas interrogantes sobre las circunstancias exactas en las que se llevó a cabo esta disposición final del cuerpo.